Reem
04-01-2024, 09:40 AM
Agulo, un inmenso mirador te?ido de verde por sus cultivos sobre el Atl?ntico, situado en el norte de La Gomera, con una vista privilegiada de Tenerife y de su imponente volc?n Teide, es el pueblo m?s bonito de Espa?a, seg?n el peri?dico brit?nico 'The Times'.
Las calles empedradas de Agulo y sus casitas de cuento guardan los encantos de una de las poblaciones m?s peque?as a la par que m?s antiguas de la isla de La Gomera, a poco m?s de media hora en coche de la capital colombina, habitada desde 1607 por los primeros nobles llegados de Castilla y colonos del norte de Tenerife.
Lo m?s recomendable al llegar a Agulo es dejar el coche para recorrer el casco urbano usando como gu?a los paneles informativos que van desgranando las peculiaridades de este pueblo de poco m?s de 1.000 habitantes.
Sorprende la hermosa iglesia de San Marcos con sus blancas c?pulas, en contraste con el tono rojizo de las tejas de las casas. "En 1607 se erigi? en ese mismo lugar una peque?a ermita", comenta la alcaldesa de Agulo, Rosa Chinea, orgullosa de una poblaci?n de gentes trabajadoras, austeras, sacrificadas y desconfiadas que reciben, sin embargo, con los brazos abiertos al visitante.
Agulo se levanta entre dos valles y presume de unos impresionantes paisajes que cuentan con numerosos caminos para la pr?ctica del senderismo en torno a parajes tan espectaculares como el Monumento Natural de Roque Blanco, unas 27 hect?reas de gran interés ecol?gico donde crecen, entre otras especies, los madro?os.
En Agulo se encuentra también el Centro de Visitantes de Juego de Bolas, donde el viajero recibe informaci?n del impresionante Parque Nacional de Garajonay.
Los Filiichristi de Agulo
Otro de sus atractivos es la Casa natal del Pintor José Aguiar, uno de los referentes de la pintura canaria, un antiguo edificio residencial de la calle de la Seda construido en el siglo XVIII y donde ahora se exhibe una exposici?n dedicada a los Filiichristi de Agulo, una congregaci?n de hombres ermita?os dedicados a las ciencias ocultas, la teosof?a, el esoterismo, la hipnosis, la masoner?a, la brujer?a y la sabidur?a oriental con dotes de adivinaci?n y contacto con los muertos que aspiraban a asentarse en el Parque Nacional de Garajonay.
Agulo, en su tiempo, uno de los pueblos m?s pr?speros de la isla, fue el primero en disponer de agua potable, electricidad y un pescante, un embarcadero de madera que serv?a para facilitar la exportaci?n del pl?tano y el tomate y del que a?n se conservan interesantes vestigios. "Un temporal se lo llev? por delante en 1941", recuerda Rosa Chinea.
El pescante ayud? a muchos gomeros a emigrar en tiempos de penuria y represi?n en una isla caciquil que fue la ?ltima en abandonar el abominable derecho de pernada de los se?ores.
"Fue una puerta de escape durante la postguerra para emigrar a Argentina, Uruguay, Cuba y Venezuela", a?ade la alcaldesa.
Ya en la década de 1960, los gomeros se marcharon al sur de Tenerife para aprovechar el auge del turismo.
Parque Nacional de Garajonay
Declarado Patrimonio Mundial por la Unesco, este parque abarca varios municipios de La Gomera, entre ellos Agulo, donde se encuentra el Centro de Visitantes de Juego de Bolas, puerta de entrada oficial a esta selva tropical.
Los abor?genes veneraban al alto de Garajonay, cuyo nombre surge de la fusi?n de Gara y Jonay, donde se han encontrado numerosos testimonios de aquellos antepasados de origen bereber que proced?an del norte de ?frica.
El pr?ncipe tinerfe?o Jonay se enamor? de la princesa gomera Gara durante la fiesta con la que los guanches celebraban el comienzo de un nuevo a?o.
Esta relaci?n cay? como un jarro de agua fr?a entre las dos familias, enfrentadas, que trataron por todos los medios de separar a los amantes.
Jonay volvi? a la isla del Teide, pero una noche se at? vejigas de animal llenas de aire a la cintura, lo cual le permitir?a flotar, y se lanz? al mar en medio de la oscuridad.
Apenas amanec?a cuando lleg? hasta la costa gomera para reencontrarse con la heredera del municipio de Agulo.
La pareja huy? hacia lo m?s alto de El Cedro, del monteverde que domina el centro de La Gomera, y con una vara de cedro afilada sellaron su amor para siempre con un abrazo que les cost? la vida.
Esta leyenda guanche da nombre al Parque de Garajonay, una selva de laurisilva canaria similar a las que se extend?an hace millones de a?os por el ?rea mediterr?nea y que ocupa casi 4.000 hect?reas de las cumbres gomeras.
El espacio es Patrimonio Mundial desde 1986, cuando la Unesco reconoci? su exuberancia y su alto grado de conservaci?n. En 1981 hab?a logrado ya su catalogaci?n como Parque Nacional y en 1988 fue declarado zona especial de protecci?n para las aves.
Una escapada tur?stica por Agulo no ser?a completa sin una parada en el Mirador de Abrante que ofrece unas vistas incre?bles del pueblo de Agulo, de la costa oeste de La Gomera con Tenerife al fondo.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/pueblo-bonito-the-times-gomera-100493216)
Las calles empedradas de Agulo y sus casitas de cuento guardan los encantos de una de las poblaciones m?s peque?as a la par que m?s antiguas de la isla de La Gomera, a poco m?s de media hora en coche de la capital colombina, habitada desde 1607 por los primeros nobles llegados de Castilla y colonos del norte de Tenerife.
Lo m?s recomendable al llegar a Agulo es dejar el coche para recorrer el casco urbano usando como gu?a los paneles informativos que van desgranando las peculiaridades de este pueblo de poco m?s de 1.000 habitantes.
Sorprende la hermosa iglesia de San Marcos con sus blancas c?pulas, en contraste con el tono rojizo de las tejas de las casas. "En 1607 se erigi? en ese mismo lugar una peque?a ermita", comenta la alcaldesa de Agulo, Rosa Chinea, orgullosa de una poblaci?n de gentes trabajadoras, austeras, sacrificadas y desconfiadas que reciben, sin embargo, con los brazos abiertos al visitante.
Agulo se levanta entre dos valles y presume de unos impresionantes paisajes que cuentan con numerosos caminos para la pr?ctica del senderismo en torno a parajes tan espectaculares como el Monumento Natural de Roque Blanco, unas 27 hect?reas de gran interés ecol?gico donde crecen, entre otras especies, los madro?os.
En Agulo se encuentra también el Centro de Visitantes de Juego de Bolas, donde el viajero recibe informaci?n del impresionante Parque Nacional de Garajonay.
Los Filiichristi de Agulo
Otro de sus atractivos es la Casa natal del Pintor José Aguiar, uno de los referentes de la pintura canaria, un antiguo edificio residencial de la calle de la Seda construido en el siglo XVIII y donde ahora se exhibe una exposici?n dedicada a los Filiichristi de Agulo, una congregaci?n de hombres ermita?os dedicados a las ciencias ocultas, la teosof?a, el esoterismo, la hipnosis, la masoner?a, la brujer?a y la sabidur?a oriental con dotes de adivinaci?n y contacto con los muertos que aspiraban a asentarse en el Parque Nacional de Garajonay.
Agulo, en su tiempo, uno de los pueblos m?s pr?speros de la isla, fue el primero en disponer de agua potable, electricidad y un pescante, un embarcadero de madera que serv?a para facilitar la exportaci?n del pl?tano y el tomate y del que a?n se conservan interesantes vestigios. "Un temporal se lo llev? por delante en 1941", recuerda Rosa Chinea.
El pescante ayud? a muchos gomeros a emigrar en tiempos de penuria y represi?n en una isla caciquil que fue la ?ltima en abandonar el abominable derecho de pernada de los se?ores.
"Fue una puerta de escape durante la postguerra para emigrar a Argentina, Uruguay, Cuba y Venezuela", a?ade la alcaldesa.
Ya en la década de 1960, los gomeros se marcharon al sur de Tenerife para aprovechar el auge del turismo.
Parque Nacional de Garajonay
Declarado Patrimonio Mundial por la Unesco, este parque abarca varios municipios de La Gomera, entre ellos Agulo, donde se encuentra el Centro de Visitantes de Juego de Bolas, puerta de entrada oficial a esta selva tropical.
Los abor?genes veneraban al alto de Garajonay, cuyo nombre surge de la fusi?n de Gara y Jonay, donde se han encontrado numerosos testimonios de aquellos antepasados de origen bereber que proced?an del norte de ?frica.
El pr?ncipe tinerfe?o Jonay se enamor? de la princesa gomera Gara durante la fiesta con la que los guanches celebraban el comienzo de un nuevo a?o.
Esta relaci?n cay? como un jarro de agua fr?a entre las dos familias, enfrentadas, que trataron por todos los medios de separar a los amantes.
Jonay volvi? a la isla del Teide, pero una noche se at? vejigas de animal llenas de aire a la cintura, lo cual le permitir?a flotar, y se lanz? al mar en medio de la oscuridad.
Apenas amanec?a cuando lleg? hasta la costa gomera para reencontrarse con la heredera del municipio de Agulo.
La pareja huy? hacia lo m?s alto de El Cedro, del monteverde que domina el centro de La Gomera, y con una vara de cedro afilada sellaron su amor para siempre con un abrazo que les cost? la vida.
Esta leyenda guanche da nombre al Parque de Garajonay, una selva de laurisilva canaria similar a las que se extend?an hace millones de a?os por el ?rea mediterr?nea y que ocupa casi 4.000 hect?reas de las cumbres gomeras.
El espacio es Patrimonio Mundial desde 1986, cuando la Unesco reconoci? su exuberancia y su alto grado de conservaci?n. En 1981 hab?a logrado ya su catalogaci?n como Parque Nacional y en 1988 fue declarado zona especial de protecci?n para las aves.
Una escapada tur?stica por Agulo no ser?a completa sin una parada en el Mirador de Abrante que ofrece unas vistas incre?bles del pueblo de Agulo, de la costa oeste de La Gomera con Tenerife al fondo.
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