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ãÔÇåÏÉ ÇáäÓÎÉ ßÇãáÉ : Los supervivientes reviven el infierno de Angrois: "Aquello fue el silencio de la mue


Reem
02-15-2023, 08:27 AM
Un juicio que es como “abrir una herida” y que te “echen sal” encima. Una superviviente del tr?gico descarrilamiento ferroviario ocurrido el 24 de julio de 2013 en Angrois describi? ayer de esta forma tan gr?fica y dolorosa lo que est? suponiendo este macroproceso para las v?ctimas. Tras concluir la fase penal que centr? las sesiones de los ?ltimos cuatro meses, esta semana arranc? la civil, que durar? hasta junio y que es precisamente la que dar? voz a los viajeros que resultaron heridos y a los familiares de aquellos que lamentablemente no pueden contarlo porque dejaron all? su vida. El “infierno” vivido aquella tarde v?spera del D?a de Galicia en el interior de los vagones, el dolor que lo impregn? todo y las terribles consecuencias f?sicas y psicol?gicas causadas por el siniestro se revivieron en la jornada de ayer, en la que declararon ocho pasajeros que sobrevivieron al accidente, as? como familiares y compa?eros de trabajo –siete testigos m?s– de varios de ellos. Todos, coincidieron, subieron a aquel tren confiando en que era el medio de transporte m?s “seguro” y acabaron viviendo un “sufrimiento indescriptible” que una joven viajera lleg? a definir, entre l?grimas, como “el silencio de la muerte”. Otra no se puede quitar de la cabeza el “grito atronador” de una madre llamando y buscando a su hijo de solo dos a?os. Los relatos escuchados en la sala de vistas de la Cidade da Cultura emocionaron a la jueza que, ya en los primeros testimonios, tuvo que sacar el pa?uelo para secar las l?grimas.

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Tras la primera parte del juicio centrada en dilucidar las presuntas responsabilidades penales del maquinista y el exdirectivo de Adif acusados, la fase que empieza ahora y que se prolongar? otros cuatro meses m?s es clave de cara a la responsabilidad civil, cuesti?n nada balad? en un proceso como éste en el que la petici?n para resarcir econ?micamente a las v?ctimas asciende a 57 millones de euros. Ya con la emisi?n de la vista en streaming limitada ?nicamente a los medios de comunicaci?n, para proteger los derechos y la intimidad de los perjudicados –los que salen identificados y con foto en este art?culo autorizaron a FARO a divulgar sus datos y su imagen–, los primeros testimonios que se escucharon en la sala fueron los de una pasajera entonces septuagenaria y su hija, que comparecieron por videoconferencia. La mujer viajaba aquel 24 de julio con dos hermanas y otro familiar desde Madrid con destino a Galicia para asistir al entierro de la mayor de ellas. “Lo que viv? no se lo deseo a nadie; fue horrible, horrible, horrible de verdad”, manifest?.

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Esta viajera que pese a su edad no sab?a lo que era “tomarse una pastilla” y que necesitaba de toda la fuerza posible para cuidar a su marido enfermo pas? a ser, a ra?z de las severas lesiones sufridas en el descarrilamiento, una persona dependiente. “Ahora no soy nada”, se lamenta esta v?ctima, que a?n recuerda hoy como el tren “cogi? velocidad” antes de volcar. Las secuelas fueron terribles, cuenta también su hija, que subi? a su madre en aquel tren pensando que era el medio “m?s r?pido, c?modo y seguro”, creencia que se vino abajo cuando recibi? la llamada telef?nica que les alert? del siniestro. “Son? el teléfono, pensé que era mi madre, pero escuché a una persona gritar y decir ‘se han matado, poner la televisi?n, se han matado’ [...] Cuando sal? de mi casa [de camino a Santiago] no sab?a c?mo estaba mi madre”, dijo. Esta testigo –que como el resto coincidi? en que ninguna de las aseguradoras ni de Renfe (QBE) ni de Adif (Allianz) les llam? para interesarse por el estado de los afectados– narr? de forma demoledora c?mo le llegaron a exigir los “billetes” para acreditar que su madre y los familiares con los que viajaba hab?an sido v?ctimas del accidente. Unos billetes que tuvo que recuperar de entre las pertenencias de todos los heridos y fallecidos colocadas en un pabell?n donde “se sent?a la tragedia”. Incidi? asimismo en que los tr?mites burocr?ticos supusieron “mucho papel y muchos paseos”. “Siempre hac?a falta algo m?s...”, describi? sobre el duro proceso.

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Traumatismo

Otra de las hermanas que iban a ese entierro, que también result? con heridas, entre ellas un traumatismo en la cabeza, falleci? cinco meses después del siniestro por un derrame cerebral. “Durante casi una hora no supe si mi madre y sus familiares estaban vivos”, declar? ayer la hija de esta pasajera sobre el d?a del accidente. Indic? que su madre le cont?, sobre lo ocurrido, que el tren, al dar una curva, empez? a ir “muy deprisa”. “Nunca volvi? a ser como era antes, le cambi? el car?cter. Ten?a la sensaci?n de que se le ca?an las cosas encima, le qued? esa obsesi?n hasta que falleci?”, rememor?.

“Son? el teléfono y escuché gritos: ?se han matado, poner la televisi?n, se han matado!”

El accidente de Angrois dej? 80 muertos y 144 heridos. Otra de las supervivientes es una mujer que cogi? el Alvia en Madrid y que iba a A Coru?a para encontrarse con tres amigas con las que iba a pasar unos d?as de vacaciones. “Yo me sub? a ese tren con 35 a?os llena de vitalidad y me bajé siendo una persona enferma”, afirm? tajante para evidenciar las secuelas f?sicas y psicol?gicas que diez a?os después a?n arrastra. “Los a?os que me han quitado de vida no hay dinero que lo pague...”.

El testimonio de esta mujer fue terrible. Ella iba sentada en su asiento y el vag?n empez? a “retumbar” como si de un “terremoto” se tratase. Fue consciente de lo que iba a pasar y recuerda que pens?: “No me puedo creer que vayamos a tener un accidente”. “Me agarré al asiento con mis manos y todo mi cuerpo y sal? disparada como un proyectil”, cont?. Tras la violencia del impacto, a?adi?, sinti? “el silencio de la muerte”. Rescatada de all? por un polic?a, esta pasajera hizo una reflexi?n con la que quiso dejar claro que, junto al sufrimiento de quienes vivieron en primera persona el descarrilamiento, est? también el de sus familiares que pasaron horas de angustia tras recibir la noticia del siniestro: “Mis padres tienen un trauma del que a d?a de hoy a?n no se recuperaron”.

Llamadas y mensajes

Otra mujer que compareci? ayer hab?a cogido el Alvia en Ourense con su hijo, entonces de solo dos a?os y tres meses de edad. Muy afectada como el resto de testigos por tener que rememorar lo sucedido, cont? que cuando el tren descarril? “yo volé hacia un lado y mi ni?o hacia otro”. Después todo su af?n era buscar al menor que, como ella, necesit? y a?n necesita tratamiento de fisioterapia. “Yo empecé a trabajar a los 15 d?as del accidente, pero lo tuve que hacer con dolor y dopada, si no perd?a el empleo”, afirm?. Junto a esta pasajera, declar? su marido, que iba a ir a buscarla a la estaci?n cuando recibi? una escueta llamada telef?nica de su esposa desde el vag?n. “Me dijo que el ni?o estaba sangrando, que el tren estaba ardiendo... Y colg?”, dijo el hombre. Un amigo lo llev? a Santiago para reencontrarse con ella y su hijo. “A d?a de hoy mi mujer no logr? superar psicol?gicamente lo vivido y el ni?o era muy peque?o y le hemos ocultado todo lo relativo al accidente...”, relat?.

Otra viajera que iba también hacia a A Coru?a hab?a cogido el tren ese 24 de julio con motivo del entierro de su madrina. Su percepci?n –describi? a las preguntas del abogado de la asociaci?n Apafas que fue quien propuso a todos los testigos que comparecieron ayer– es que el tren empez? a ir “r?pido, r?pido, r?pido, muy r?pido”. “Pensé ‘nos vamos’ y a continuaci?n ya volcamos y descarril?”, manifest?. Tiene muchos “lapsus” de la tragedia vivida aquella tarde en el interior del vag?n, pero hay un recuerdo que una década después todav?a tiene intacto. En la parada anterior, cuenta, se hab?an subido una madre y su bebé de dos a?os. “Recuerdo el grito atronador de esa madre llamando a su hijo. ‘Mi hijo, mi hijo, mi hijo’. Y después todo se volvi? oscuro, fue horrible”, afirm?.

“Tengo lapsus, pero recuerdo el grito atronador de una madre llamando a su hijo”

Esta viajera también pudo contactar telef?nicamente desde el interior del tren con su familia, concretamente con su marido, que la estaba esperando. “Me enteré del accidente por ese mensaje de WhatsApp”, confirm? el hombre, citado en el proceso como testigo. Ese mensaje dec?a que se hab?a producido un accidente junto a una demoledora frase: “No sé si saldré viva”. “Tras recibirlo yo ya no fui capaz de contactar telef?nicamente con ella; el tiempo que estuve sin saber c?mo estaba se me hizo eterno”, confiesa este familiar, describiendo que, a ra?z del descarrilamiento ferroviario, su esposa se volvi? una persona “desconfiada”, “siempre en alerta” y “con muchos miedos”.

LIDIA SANMART?N NOVO Y MAR?A JOS? NOVO - Empleada de banca (con su madre) que viajaba a Fene a las fiestas patronales

https://aglitk.com/clip/9314d99c-759a-4599-a49c-a948b31aeff8_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Lidia Sanmart?n Novo y Mar?a José Novo. | X?an ?lvarez
"Cuando subo a un transporte p?blico solo busco la ventanilla de socorro y el martillo"

Lidia Sanmart?n es una empleada de banca que iba en tren de Madrid a Ferrol, para luego desplazarse a Fene a las fiestas patronales. Pero no lleg?. “En la curva noté el frenado e intenté agarrarme con todas las fuerzas. Recuerdo el terror, pero por suerte perd?a la conciencia a ratos”, relat? a la jueza en su comparecencia.

La testigo, que autoriz? a FARO DE VIGO a publicar su nombre y foto, sigue sufriendo las secuelas. Estuvo a punto de morir. Un polic?a le dio la mano, a?n dentro del vag?n, hasta que logr? salir. Apenas pod?a respirar. Lo primero que hizo fue pedir que avisaran a sus padres de que estaba viva. Ya en el hospital, suplic? para que no la dejaran morir. “Me dije, aguanta y respira”, asegur? ayer en su declaraci?n.

Evita conducir el coche fuera de A Coru?a, tiene miedo, y siente p?nico al usar el transporte p?blico. “Cuando subo a un autob?s solo busco la ventanilla de socorro y el martillo. En un autob?s articulado, como los de A Coru?a, cada vez que hay un giro a la izquierda pienso que va a volcar. Ya sé que no. Pero los trenes tampoco descarrilaban... y descarril?”, cont?.

Su expectativas vitales se hundieron. “Seguiré con tratamiento fisioterapéutico y psicol?gico toda mi vida”. Y su carrera profesional como agente comercial de banca se trunc?, limitada como ha quedado para desplazarse tanto a pie como en cualquier veh?culo. Estuvo 16 meses de baja y otros doce con rehabilitaci?n. “Reclamo lo que corresponde y ninguna cantidad va a suplir la salud que ten?a en 2013”, dijo en relaci?n a la indemnizaci?n. “Solo quer?a recuperar mi vida, la vida que ten?a con 31 a?os”.

Su madre, Mar?a José Novo, declar? después, motivo por el que la jueza reprendi? al abogado de Apafas, que la propuso, por hacerle pasar por el dolor que sinti? hace m?s de nueva a?os cuando pensaba que hab?a perdido a Lidia.

Evita conducir el coche fuera de A Coru?a, tiene miedo, y siente p?nico al usar el transporte p?blico. “Cuando subo a un autob?s solo busco la ventanilla de socorro y el martillo. En un autob?s articulado, como los de A Coru?a, cada vez que hay un giro a la izquierda pienso que va a volcar. Ya sé que no. Pero los trenes tampoco descarrilaban... y descarril?”, cont?.

Su expectativas vitales se hundieron. “Seguiré con tratamiento fisioterapéutico y psicol?gico toda mi vida”. Y su carrera profesional como agente comercial de banca se trunc?, limitada como ha quedado para desplazarse tanto a pie como en cualquier veh?culo. Estuvo 16 meses de baja y otros doce con rehabilitaci?n. “Reclamo lo que corresponde y ninguna cantidad va a suplir la salud que ten?a en 2013”, dijo en relaci?n a la indemnizaci?n. “Solo quer?a recuperar mi vida, la vida que ten?a con 31 a?os”.

Su madre, Mar?a José Novo, declar? después, motivo por el que la jueza reprendi? al abogado de Apafas, que la propuso, por hacerle pasar por el dolor que sinti? hace m?s de nueva a?os cuando pensaba que hab?a perdido a Lidia.

JOS? MANUEL V?ZQUEZ Y HERMINIA FILGUEIRAS - Matrimonio que regresaba de Madrid de conocer a un nieto recién nacido

https://aglitk.com/clip/0c378c64-5d13-4be0-92c4-b9a0975af1f1_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg José Manuel V?zquez y Herminia Filgueiras. | Xo?n ?lvarez
“Es ofensivo que me ofrecieran 5.000 euros de indemnizaci?n si renunciaba a todo”

El matrimonio conformado por José Manuel V?zquez y Herminia Filgueiras regresaban de Madrid tras conocer a un nieto recién nacido. Los dos autorizaron a FARO DE VIGO a publicar su relato y su imagen. El marido recuerda bastante bien los instantes previos al accidente. Ve?a a dos ni?os jugando el pasillo cuando se percat? de que una maleta sali? volando e iba a caerles encima. Era a consecuencia del frenazo del tren.

“En ese momento me quedé sin conocimiento”. Cuando lo recuper? no se pod?a mover. “Ped? socorro, pero la gente iba avanzando como zombies y no me hac?a caso. La gente sal?a como pod?a y no miraba para nadie. Llamaba a mi mujer, pero no contestaba”, expuso José Manuel V?zquez en el juicio. Luego se dio cuenta de que estaba precisamente sentado encima de ella.

Por sus lesiones sigue con tratamiento y yendo al psic?logo y al psiquiatra. Desde entonces ha perdido memoria y la de vergüenza llorar.

A preguntas de su abogado asegur? que ni por parte de Renfe ni de Adif contactaron con él para interesarse por su salud y que QBE, la aseguradora de Renfe, les ofreci? una compensaci?n por el seguro del viaje. “Me ofrecieron una indemnizaci?n de 5.000 euros si renunciaba a todo. Me pareci? aquello de lo m?s ofensivo”, censur?.

Herminia Filgueiras también sigue a tratamiento. Ahora en un fisioterapeuta particular tras decidir el Sergas que ya no le correspond?a.

También perdi? el conocimiento con el golpe del accidente. “Cuando lo recuperé le dije a mi marido que no pod?a respirar porque estaba encima m?a”, dijo.

“Mi marido no deja de hablar del accidente y estoy muy cansada. No ha sido capaz de superarlo a d?a de hoy”, sostuvo en otro momento a preguntas del abogado.

CRIST?BAL GONZ?LEZ - Militar retirado que hac?a el Camino de Santiago

https://aglitk.com/clip/d2575cbe-2184-412a-8980-c9739265d96c_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Crist?bal Gonz?lez. | Xo?n ?lvarez
Crist?bal Gonz?lez, el presidente de la asociaci?n Apafas de perjudicados por el accidente del tren Alvia, revel? en el juicio que se reuni? con el maquinista Francisco Garz?n, uno de los dos procesados. Preguntado por la defensa del conductor, intent? relatar c?mo hab?a sido el contenido, pero la jueza cort? el interrogatorio, argumentando que no era pertinente en esta fase del juicio y que adem?s era parte de la acusaci?n contra Francisco Garz?n.

El presidente de Apafas se subi? al tren en Puebla de Sanabria para asistir a las fiestas del Ap?stol. Ven?a recorriendo el Camino de Santiago en bicicleta. A?n la tiene embalada y “llena de sangre”, asegur?.

“La gente lo ha olvidado. Nosotros lo seguimos recordando y sufriendo. No hay un d?a desde aquel 24 de julio de 2013 que no te acuerdes un poquito de aquel accidente. El mismo terremoto de Turqu?a pues vuelves a vivir el accidente. Es una pesadilla”, dijo.

Militar retirado, describi? el “caos” y el “verdadero infierno” en que se convirti? el barrio de Angrois después de descarrilar el convoy en la curva, a pocos kil?metros de la estaci?n compostelana.

“Te golpean hierros, cristales... el sufrimiento es indescriptible, muy dif?cil de narrar”, advirti?. En este sentido, contrast? las sensaciones de “confianza” y “relax” con que se mont? en el tren con el “verdadero infierno” en que se convirti? su vida después.

En cualquier caso, junto a un polic?a, un bombero y otra persona, seg?n record?, trat? de ayudar “a quienes estaban sumergidos en hierros, llantos, gritos de dolor, de socorro...”.

Sostuvo que la “herida” sigue abierta, pidi? que no se demore m?s la conclusi?n del juicio y censur? las “insignificantes e insuficientes” indemnizaciones.



ÃßËÑ... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/supervivientes-reviven-infierno-angrois-silencio-82988270)

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