Reem
03-22-2024, 07:21 AM
C?mo si se tratara de un 'déjà vu', la convocatoria de elecciones anticipadas al Parlament para el 12 de mayo ha vuelto a poner sobre la mesa una posible candidatura conjunta de PP y Ciutadans. Sin embargo, los antecedentes no son nada alentadores, la tensi?n interna que ha provocado dentro de las filas naranjas bordea la ruptura (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/ciudadanos-bordea-ruptura-interna-negociacion-99762931) y el tiempo ya ha empezado a correr. El 29 de marzo acaba el plazo para comunicar posibles coaliciones ante las juntas electorales y el 8 de abril ya deben quedar formalizadas todas las candidaturas, con sus 135 nombres correspondientes. Antes del movimiento del president Pere Aragonès, las direcciones de ambos partidos ten?an avanzado un acuerdo para las elecciones europeas del 9 de junio. Sin embargo, la convocatoria anticipada en Catalunya ha hecho saltar por los aires el tablero.
Los antecedentes
Se trata de una opci?n que se ha planteado en incontables ocasiones, pero que ha dado exiguos frutos. De hecho, funcion? una sola vez. En julio de 2020, populares y naranjas se presentaron juntos a Euskadi bajo el nombre PP+Cs. La direcci?n de Génova -con Pablo Casado al frente- quedar?a replicar la f?rmula en Galicia, pero Alberto N??ez Feij?o -entonces candidato a la Xunta- lo rechaz?. All?, el PP retuvo su mayor?a absoluta y Cs qued? fuera del hemiciclo. En Euskadi, la suma de ambos qued? lejos de las expectativas: quinta fuerza, seis esca?os y un 6,77% de los votos. Y tampoco pudieron aglutinar todo el voto de la derecha, ya que Vox consigui? representaci?n por primera vez.
La coalici?n no se repiti? en ninguna de las siguientes elecciones auton?mica y, en las municipales de hace un a?o, los populares acabaron haciendo una OPA a Ciutadans, fichando a varios de sus excandidatos y hasta candidatos. Solo unas semanas después, alentados por la victoria estatal y la renuncia de Cs a presentarse, llegaron a pescarle pesos pesados*como Nacho Mart?n Blanco, que lider? la candidatura del PP por Barcelona.
La ley electoral
La principal ventaja de esta alianza,y la raz?n por la que ha estado encima de la mesa en m?ltiples ocasiones, es combatir los efectos de la actual ley electoral y la f?rmula d'Hont, que beneficia a los partidos m?s votados y a los que tienen m?s implantaci?n en las zonas menos pobladas. Catalu?a es la ?nica comunidad aut?noma que no tiene*ley electoral propia. M?s de 40 a?os después, se sigue rigiendo por la LOREG y por el reparto de esca?os del primer Estatuto: 85 para Barcelona, 18 para Tarragona, 17 en Girona y 15 en Lleida. Esto hace que los ciudadanos de Lleida, la provincia menos habitada, estén sobrerrepresentados, porque les corresponden m?s parlamentarios de los que les tocar?a en un reparto absolutamente proporcional.
Ciudadanos y el PP, que son m?s fuertes en las zonas m?s pobladas, proponen un escenario de circunscripci?n ?nica y un sistema de*proporcionalidad absoluta*de 'una persona, un voto'. Pero, de momento, nunca ha habido consenso para hacer esta reforma.
Cs, enfrentado por la f?rmula
?Integraci?n o coalici?n?*Este ha sido siempre el eterno debate y lo vuelve a ser esta vez. "La integraci?n es impensable", defend?a p?blicamente este martes el l?der de Cs en Catalunya, Carlos Carrizosa, reduciendo la posible alianza entre los dos partidos a una coalici?n, que en el PP descartan por completo. Dos d?as después, la direcci?n nacional le desautoriz?. Sin nombrarlo, pero tampoco sin dejar dudas de contra quién iban los dardos, el secretario general de la formaci?n, Adri?n V?zquez, invit? este jueves a Carrizosa a "dejar de mirarse el ombligo (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/adrian-vazquez-avisa-carrizosa-ombligo-frente-amplio-99768537)". "Es normal que la gente se ponga nerviosa y quiera definir en los medios los marcos de una negociaci?n en la que no est?, pero eso da?a la negociaci?n", espet? el jueves en un desayuno informativo. Un mensaje que daba a entender que los puentes con Génova no estaban rotos y que la decisi?n final -la que fuera- se tomar? en Madrid.
En Ciutadans, saben que su marca est? muy debilitada y que, si se quieren presentar y tener alguna posibilidad, las posiciones no pueden ser de m?ximos como otras veces. Cuando los naranjas iban por delante de la carrera electoral nunca quisieron esta alianza y, cuando la propon?an, planteaban ampliarla con el PSC para no quedar encasillados en la derecha. Pero sea como sea, el hecho de que se evidencien las diferencias internas, en un partido al que las encuestas dan casi por muerto, le deja muy tocado. No solo en la negociaci?n con los populares, que también, sino sobre todo en caso de que no hubiera acuerdo.
Diferencias entre catalanas y europeas
Diversas fuentes apuntan que la uni?n entre PP y Cs estaba "muy avanzada" de cara a las elecciones europeas, antes de que Pere Aragonès apretara el bot?n y disolviera la C?mara. Hace cinco a?os, los naranjas obtuvieron el 12% de los votos y hasta 7 diputados, no tan lejos de los 12 del PP. Ahora las perspectivas para cada uno son muy diferentes, pero en el caso del Parlamento Europeo, el funcionamiento es diferente al del resto de citas: hay circunscripci?n ?nica -no por provincias- y los escogidos no est?n obligados a formar parte del mismo grupo parlamentario. Esto facilitar?a un entendimiento entre PP y Cs en estos comicios que no ser?a reproducible en el Parlament. Especialmente, por el segundo punto. Fuentes populares ven imposible que las primeras espadas de Ciutadans siguieran la disciplina de partido y creen que "en dos d?as estar?an en el grupo mixto".
"No sé quién quiere esta alianza", se pregunta el mismo dirigente del PP catal?n, que recuerda que la situaci?n electoral en la que se encuentras ambas formaciones ha cambiado por completo, con los de Carrizosa al borde de la desaparici?n y su partido con el viento en popa. As? lo apuntan varios dirigentes conservadores consultados, que no ven "rentabilidad electoral" en esta operaci?n. Creen que una uni?n con Ciutadans "ya no suma nada" y que solo tiene sentido en términos de imaginario pol?tico, entendiéndolo como la "uni?n del constitucionalismo".
El factor Alejandro Fern?ndez
De momento, sin embargo, la negociaci?n entre las dos formaciones est? sirviendo a Génova para no hablar del elefante en la habitaci?n: quién ser? el candidato a la Generalitat. La direcci?n nacional del PP apostaba por relevar a Alejandro Fern?ndez como presidente del partido -y, en consecuencia, como cabeza de lista-, pero la convocatoria anticipada de elecciones ha enturbiado el plan. Una parte de la c?pula considera que no hay tiempo para hacer el cambio, m?s a?n cuando no hay una alternativa clara, mientras otros consideran que el relevo no puede esperar m?s. Y, una semana después del anuncio, siguen deshojando la margarita.
"Alejandro es un buen candidato, pero no hace de presidente del partido", se lamenta un cargo del PP en Catalunya. Este es, de hecho, el reproche que m?s le hacen internamente. Sin embargo, la alternativa no est? clara. Los nombres de Dolors Montserrat, Manu Reyes o Nacho Mart?n Blanco est?n encima de la mesa, pero Fern?ndez se ha hecho fuerte en los ?ltimos d?as ante el silencio de Génova y ha conseguido reunir el apoyo de las entidades constitucionalistas. Algunos dirigentes del PP Catal?n -enfrentados con Alejandro desde hace meses- restan importancia a estos apoyos, trat?ndolo de "bluf" y subrayando que "son cuatro", pero algunas voces m?s alejadas de la disputa le ven "cada vez m?s fuerte". Lo que es seguro es que la decisi?n puede desatar una nueva crisis interna.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/pp-cs-enesimo-forjar-lista-99813659)
Los antecedentes
Se trata de una opci?n que se ha planteado en incontables ocasiones, pero que ha dado exiguos frutos. De hecho, funcion? una sola vez. En julio de 2020, populares y naranjas se presentaron juntos a Euskadi bajo el nombre PP+Cs. La direcci?n de Génova -con Pablo Casado al frente- quedar?a replicar la f?rmula en Galicia, pero Alberto N??ez Feij?o -entonces candidato a la Xunta- lo rechaz?. All?, el PP retuvo su mayor?a absoluta y Cs qued? fuera del hemiciclo. En Euskadi, la suma de ambos qued? lejos de las expectativas: quinta fuerza, seis esca?os y un 6,77% de los votos. Y tampoco pudieron aglutinar todo el voto de la derecha, ya que Vox consigui? representaci?n por primera vez.
La coalici?n no se repiti? en ninguna de las siguientes elecciones auton?mica y, en las municipales de hace un a?o, los populares acabaron haciendo una OPA a Ciutadans, fichando a varios de sus excandidatos y hasta candidatos. Solo unas semanas después, alentados por la victoria estatal y la renuncia de Cs a presentarse, llegaron a pescarle pesos pesados*como Nacho Mart?n Blanco, que lider? la candidatura del PP por Barcelona.
La ley electoral
La principal ventaja de esta alianza,y la raz?n por la que ha estado encima de la mesa en m?ltiples ocasiones, es combatir los efectos de la actual ley electoral y la f?rmula d'Hont, que beneficia a los partidos m?s votados y a los que tienen m?s implantaci?n en las zonas menos pobladas. Catalu?a es la ?nica comunidad aut?noma que no tiene*ley electoral propia. M?s de 40 a?os después, se sigue rigiendo por la LOREG y por el reparto de esca?os del primer Estatuto: 85 para Barcelona, 18 para Tarragona, 17 en Girona y 15 en Lleida. Esto hace que los ciudadanos de Lleida, la provincia menos habitada, estén sobrerrepresentados, porque les corresponden m?s parlamentarios de los que les tocar?a en un reparto absolutamente proporcional.
Ciudadanos y el PP, que son m?s fuertes en las zonas m?s pobladas, proponen un escenario de circunscripci?n ?nica y un sistema de*proporcionalidad absoluta*de 'una persona, un voto'. Pero, de momento, nunca ha habido consenso para hacer esta reforma.
Cs, enfrentado por la f?rmula
?Integraci?n o coalici?n?*Este ha sido siempre el eterno debate y lo vuelve a ser esta vez. "La integraci?n es impensable", defend?a p?blicamente este martes el l?der de Cs en Catalunya, Carlos Carrizosa, reduciendo la posible alianza entre los dos partidos a una coalici?n, que en el PP descartan por completo. Dos d?as después, la direcci?n nacional le desautoriz?. Sin nombrarlo, pero tampoco sin dejar dudas de contra quién iban los dardos, el secretario general de la formaci?n, Adri?n V?zquez, invit? este jueves a Carrizosa a "dejar de mirarse el ombligo (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/adrian-vazquez-avisa-carrizosa-ombligo-frente-amplio-99768537)". "Es normal que la gente se ponga nerviosa y quiera definir en los medios los marcos de una negociaci?n en la que no est?, pero eso da?a la negociaci?n", espet? el jueves en un desayuno informativo. Un mensaje que daba a entender que los puentes con Génova no estaban rotos y que la decisi?n final -la que fuera- se tomar? en Madrid.
En Ciutadans, saben que su marca est? muy debilitada y que, si se quieren presentar y tener alguna posibilidad, las posiciones no pueden ser de m?ximos como otras veces. Cuando los naranjas iban por delante de la carrera electoral nunca quisieron esta alianza y, cuando la propon?an, planteaban ampliarla con el PSC para no quedar encasillados en la derecha. Pero sea como sea, el hecho de que se evidencien las diferencias internas, en un partido al que las encuestas dan casi por muerto, le deja muy tocado. No solo en la negociaci?n con los populares, que también, sino sobre todo en caso de que no hubiera acuerdo.
Diferencias entre catalanas y europeas
Diversas fuentes apuntan que la uni?n entre PP y Cs estaba "muy avanzada" de cara a las elecciones europeas, antes de que Pere Aragonès apretara el bot?n y disolviera la C?mara. Hace cinco a?os, los naranjas obtuvieron el 12% de los votos y hasta 7 diputados, no tan lejos de los 12 del PP. Ahora las perspectivas para cada uno son muy diferentes, pero en el caso del Parlamento Europeo, el funcionamiento es diferente al del resto de citas: hay circunscripci?n ?nica -no por provincias- y los escogidos no est?n obligados a formar parte del mismo grupo parlamentario. Esto facilitar?a un entendimiento entre PP y Cs en estos comicios que no ser?a reproducible en el Parlament. Especialmente, por el segundo punto. Fuentes populares ven imposible que las primeras espadas de Ciutadans siguieran la disciplina de partido y creen que "en dos d?as estar?an en el grupo mixto".
"No sé quién quiere esta alianza", se pregunta el mismo dirigente del PP catal?n, que recuerda que la situaci?n electoral en la que se encuentras ambas formaciones ha cambiado por completo, con los de Carrizosa al borde de la desaparici?n y su partido con el viento en popa. As? lo apuntan varios dirigentes conservadores consultados, que no ven "rentabilidad electoral" en esta operaci?n. Creen que una uni?n con Ciutadans "ya no suma nada" y que solo tiene sentido en términos de imaginario pol?tico, entendiéndolo como la "uni?n del constitucionalismo".
El factor Alejandro Fern?ndez
De momento, sin embargo, la negociaci?n entre las dos formaciones est? sirviendo a Génova para no hablar del elefante en la habitaci?n: quién ser? el candidato a la Generalitat. La direcci?n nacional del PP apostaba por relevar a Alejandro Fern?ndez como presidente del partido -y, en consecuencia, como cabeza de lista-, pero la convocatoria anticipada de elecciones ha enturbiado el plan. Una parte de la c?pula considera que no hay tiempo para hacer el cambio, m?s a?n cuando no hay una alternativa clara, mientras otros consideran que el relevo no puede esperar m?s. Y, una semana después del anuncio, siguen deshojando la margarita.
"Alejandro es un buen candidato, pero no hace de presidente del partido", se lamenta un cargo del PP en Catalunya. Este es, de hecho, el reproche que m?s le hacen internamente. Sin embargo, la alternativa no est? clara. Los nombres de Dolors Montserrat, Manu Reyes o Nacho Mart?n Blanco est?n encima de la mesa, pero Fern?ndez se ha hecho fuerte en los ?ltimos d?as ante el silencio de Génova y ha conseguido reunir el apoyo de las entidades constitucionalistas. Algunos dirigentes del PP Catal?n -enfrentados con Alejandro desde hace meses- restan importancia a estos apoyos, trat?ndolo de "bluf" y subrayando que "son cuatro", pero algunas voces m?s alejadas de la disputa le ven "cada vez m?s fuerte". Lo que es seguro es que la decisi?n puede desatar una nueva crisis interna.
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