Reem
03-08-2024, 10:40 AM
El improductivo meneo del Leipzig al Real Madrid dej? huellas significativas en Vinicius, por su reiterada mala conducta, en Carlo Ancelotti, que se inculp?, y en Modric. La noche en la que el técnico italiano reg? el campo con un pelot?n de centrocampistas de nuevo el gran rezagado fue el croata, el ?nico que puso una pizca de cordura tras ser alistado en el minuto 78. Migajas para un jugador de leyenda que se rebela contra el inevitable destino.
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Modric se resiste a abdicar, se ve con un segundo aire y reniega del maldito edadismo. Camino de los 39 a?os -el 9 de septiembre-, al sempiterno croata los 1.009 partidos oficiales disputados le parecen un r?cano aperitivo. Por ahora, descarta apolillarse en el palaciego f?tbol dorado de alg?n desierto, porque no se ve momificado en la élite.
Para aquel esmirriado cr?o de Zadar con aire de monaguillo el f?tbol ha sido y es el motor de una vida en la que amaneci? con m?s de un desgarro infantil. En pleno conflicto de los Balcanes, el abuelo Luka fue asesinado por un presunto polic?a serbio mientras pastoreaba a sus cabras. El nieto, del mismo nombre y que conviv?a con él, apenas ten?a seis a?os. Una casa familiar en llamas y el parvulario Modric rumbo a un albergue de refugiados.
Con el tiempo, el f?tbol al rescate. Menuda liberaci?n para aquel ni?o que tanto se cobij? con la pelota hasta alistarse en el Dinamo de Zagreb con 16 a?os. De ah? al para?so. Un Bal?n de Oro (2018), dos Mundiales para el olimpo con su Croacia del alma, torneos en los que se dej? el coraz?n en los huesos.
Con 32 a?os en Rusia 2018 lider? a los subcampeones croatas hasta una hist?rica final tras consumir tres pr?rrogas y jugar al menos 90 minutos en seis de los siete partidos. Cuatro a?os y medio después, en Qatar, otros seis duelos ag?nicos. Modric, ya con cinco Copas de Europa en la mochila, no marchita, as? que capitanear? a Croacia en la Eurocopa de este verano. Para este adicto al f?tbol todo es poco.
Modric no solo es un futbolista con encanto por su juego cenital y una técnica exquisita para piropear a la pelota. Pies de seda, pero nunca se aline? con el frac de otras celebridades, siempre mancomunado, fraternal, suda que suda como una regadera. Tan afanoso que, pese a su aparcamiento como reservista, sus apariciones nunca son un chasco, como se evidenci? ante el Leipzig.
Modric, tan tirillas como cuando fue rechazado por esmirriado por el Hajduk Split, se ve Modric. El mayor marr?n para ese tutor “cum laude” que es Ancelotti, que bien sabe lo que es anticipar una retirada. A él le pas? con Fabio Capello y nunca lo entendi? hasta que dio el paso al banquillo como técnico.
Este curso, Modric ha pasado de jugar un 57% de minutos a un 43%, lo que le tiene rumia que rumia. Para su entrenador prevalece el f?tbol de los Bellingham, Valverde, Camavinga y Tchouameni, futbolistas energéticos. A Modric le toca ser aguador de su camarada Kroos, que cumpli? 34 en enero, pero con una carrera con mucha menos suela desgastada -dej? la selecci?n alemana en 2021- y un campo de acci?n m?s reducido.
A Modric le queda matricularse como entrenador para comprender por qué Ancelotti ha sido su Capello. Y, de paso, metabolizar que su ?nico pu?etero enemigo es el maldito tiempo, que vuela y vuela sin remedio. Incluso para elegidos como él.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/opinion/modric-punetero-tiempo-99186245)
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Modric se resiste a abdicar, se ve con un segundo aire y reniega del maldito edadismo. Camino de los 39 a?os -el 9 de septiembre-, al sempiterno croata los 1.009 partidos oficiales disputados le parecen un r?cano aperitivo. Por ahora, descarta apolillarse en el palaciego f?tbol dorado de alg?n desierto, porque no se ve momificado en la élite.
Para aquel esmirriado cr?o de Zadar con aire de monaguillo el f?tbol ha sido y es el motor de una vida en la que amaneci? con m?s de un desgarro infantil. En pleno conflicto de los Balcanes, el abuelo Luka fue asesinado por un presunto polic?a serbio mientras pastoreaba a sus cabras. El nieto, del mismo nombre y que conviv?a con él, apenas ten?a seis a?os. Una casa familiar en llamas y el parvulario Modric rumbo a un albergue de refugiados.
Con el tiempo, el f?tbol al rescate. Menuda liberaci?n para aquel ni?o que tanto se cobij? con la pelota hasta alistarse en el Dinamo de Zagreb con 16 a?os. De ah? al para?so. Un Bal?n de Oro (2018), dos Mundiales para el olimpo con su Croacia del alma, torneos en los que se dej? el coraz?n en los huesos.
Con 32 a?os en Rusia 2018 lider? a los subcampeones croatas hasta una hist?rica final tras consumir tres pr?rrogas y jugar al menos 90 minutos en seis de los siete partidos. Cuatro a?os y medio después, en Qatar, otros seis duelos ag?nicos. Modric, ya con cinco Copas de Europa en la mochila, no marchita, as? que capitanear? a Croacia en la Eurocopa de este verano. Para este adicto al f?tbol todo es poco.
Modric no solo es un futbolista con encanto por su juego cenital y una técnica exquisita para piropear a la pelota. Pies de seda, pero nunca se aline? con el frac de otras celebridades, siempre mancomunado, fraternal, suda que suda como una regadera. Tan afanoso que, pese a su aparcamiento como reservista, sus apariciones nunca son un chasco, como se evidenci? ante el Leipzig.
Modric, tan tirillas como cuando fue rechazado por esmirriado por el Hajduk Split, se ve Modric. El mayor marr?n para ese tutor “cum laude” que es Ancelotti, que bien sabe lo que es anticipar una retirada. A él le pas? con Fabio Capello y nunca lo entendi? hasta que dio el paso al banquillo como técnico.
Este curso, Modric ha pasado de jugar un 57% de minutos a un 43%, lo que le tiene rumia que rumia. Para su entrenador prevalece el f?tbol de los Bellingham, Valverde, Camavinga y Tchouameni, futbolistas energéticos. A Modric le toca ser aguador de su camarada Kroos, que cumpli? 34 en enero, pero con una carrera con mucha menos suela desgastada -dej? la selecci?n alemana en 2021- y un campo de acci?n m?s reducido.
A Modric le queda matricularse como entrenador para comprender por qué Ancelotti ha sido su Capello. Y, de paso, metabolizar que su ?nico pu?etero enemigo es el maldito tiempo, que vuela y vuela sin remedio. Incluso para elegidos como él.
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