Reem
02-14-2023, 10:00 AM
Faltan cinco meses para que se cumpla el cincuentenario del parque nacional de las Tablas de Daimiel y la creaci?n de una zona de reserva integral de aves acu?ticas dentro del humedal del que toma el nombre. Parece buen momento para determinar si la situaci?n del humedal ha mejorado en estos cincuenta a?os. La respuesta es dram?tica: el humedal de las Tablas pr?ticamente ya no existe. En este sentido, el parque nacional ha sido un rotundo fracaso.
Greenpeace ha denunciado que el humedal ya no existe "como fen?meno natural surgido del encuentro y acumulaci?n en llano del agua superficial y subterr?nea", ni como "sistema capaz de crear un h?bitat te?ricamente protegido de fauna y flora", el mismo que lo hizo merecedor no solo de ser parque nacional, sino también Reserva de la Biosfera, incluirlo en el convenio Ramsar y formar parte de la Red Natura.
"Ni las lluvias de diciembre de 2022, que tuvieron en alerta a la provincia de Ciudad Real durante d?as, lograron que la superficie inundada superase a principios de a?o el 15% con respecto a la superficie inundable", resalta Greenpeace.
Tampoco ha funcionado el trasvase de emergencia iniciado el pasado mes de agosto utilizando el periodo de pruebas de la llamada tuber?a manchega. Ni la puesta en marcha, "una vez m?s", de los pozos de sequ?a hace dos meses. Estos tres "parches" (as? los define el colectivo conservacionista) no han funcionado.
https://www.aglitk.com/clip/059af206-9621-48df-a0d6-05f7de41d7e3_16-9-aspect-ratio_default_0_x520y857.jpg Medidor de profundidad del agua junto a la Laguna Permanente de las Tablas de Daimiel el 29 enero de 2023. | Datadista
"Mucho tiene que llover para cambiar la situaci?n del Parque, que lleva a?os convertido en "una maqueta a gran escala a la que se le echa agua de forma artificial para mantener la humedad m?nima que evite que la turba bajo el suelo entre en combusti?n, como ocurri? en 2009, o que los ecosistemas desaparezcan por completo en los periodos m?s secos", critica la ONG.
"Transfusiones de agua in extremis"
El humedal comenz? a morir en 1956, con la ley sobre saneamiento y colonizaci?n de los terrenos de los m?rgenes de los r?os Cigüela y Z?ncara, que convirti? terrenos incultos, pantanosos o encharcadizos, en regad?o. Su declaraci?n como parque nacional, el 30 de julio de 1973, no ha mejorado de nada.
"La laguna permanente es ahora una sucesi?n de zonas encharcadas en las que se acumulan las aves, y el agua ni siquiera llega a los medidores de profundidad, totalmente al aire sobre el suelo seco", alerta Greenpeace. Si el subsuelo de las Tablas no ha vuelto a arder es porque se hacen "transfusiones de agua in extremis para humectar la turbera", relata el colectivo conservacionista.
El plan rector del parque nacional fij? en 2017 un "objetivo m?nimo de inundaci?n" de "1.400 hect?reas a comienzos de primavera y 600 hect?reas a finales de verano". El m?ximo se estableci? en 2.200 hect?reas, aunque la Confederaci?n Hidrogr?fica del Guadiana (CHG) maneja un total inundable de 1.735 hect?reas.
Son cifras a a?os luz de las actuales. Las descargas artificiales de agua efectuadas desde la primavera de 2020 no han logrado que la superficie inundada pase de las 340 hect?reas: el suelo seco durante meses y la evaporaci?n se tragaron r?pidamente el l?quido.
https://www.aglitk.com/clip/00cd0851-67d3-45c7-b81a-2f276aa48999_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Laguna Permanente de las Tablas de Daimiel el 29 de enero de 2023. | Datadista
S?, sirvieron, reconoce Greenpeace, "para humectar el cauce del Guadiana", y "evitar que la turba se contraiga por falta de humedad, se creen grietas en el suelo por las que entre ox?geno, y la oxidaci?n provoque una temperatura superior a 200 grados que genere chispas que incendien las turberas".
"Los parches se suceden ante el evidente abandono de un humedal que depend?a de un acu?fero declarado sobreexplotado en 1987 de forma provisional y de forma definitiva en 1994, pero al que esa declaraci?n no le ha sido suficiente", destaca.*
"Apa?os transitorios"
Los derechos de extracci?n doblan y hasta triplican en algunos casos la capacidad de regeneraci?n del agua subterr?nea por el ciclo natural. La declaraci?n de ‘sobreexplotaci?n’ obliga a limitar el agua extra?da, "pero la falta de caudal?metros y su manipulaci?n impide un control efectivo. Eso sin contar con los pozos ilegales", se lamenta Greenpeace.
"No hay agua que palie el problema como no llueva a c?ntaros. El resto de las soluciones acaban pareciendo apa?os transitorios en espera de otro periodo de lluvias prolongado e intenso para no afrontar la ?nica soluci?n: reducir dr?sticamente las extracciones para regad?o que desconectaron el acu?fero de la superficie", detalla.
Los informes de seguimiento de la CHG son la cr?nica de un espacio natural moribundo. En junio de 2019, la superficie inundada alcanzaba las 600 hect?reas. En noviembre de ese a?o se qued? en 86 hect?reas. En marzo de 2020, en lugar de haber mejorado durante el oto?o e invierno, el ?rea encharcada era de 73 hect?reas. El 1 de octubre de 2021 quedaban 21 hect?reas inundadas.
https://www.aglitk.com/clip/55159b79-17ff-4406-8706-1c94fb33081f_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Gr?fico de la sobreexplotaci?n de los acu?feros en la demarcaci?n del Guadiana. | Greenpeace / CHG
Entre las causas del deterioro del humedal Greenpeace destaca "el regad?o, la reconversi?n del vi?edo y la extracci?n masiva de agua subterr?nea", que provocaron "una carrera de perforaciones que modificaron el sistema natural".
A la escasez de agua se une su contaminaci?n, que hace a?os afecta a la fauna. En las aves se detectaron contaminantes propios de vertidos industriales y urbanos, como selenio y mercurio, procedentes plaguicidas organoclorados y de las aguas residuales vertidas a los r?os Cigüela y Guadiana desde las depuradoras.
También se acumulan en las aguas nitratos llegados por escorrent?a desde terrenos agr?colas cercanos, poniendo algunas zonas en riesgo de eutrofizaci?n. Asimismo se detect? la ingesta de semillas de siembra con plaguicidas por las aves.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/medio-ambiente/tablas-daimiel-trance-desaparicion-82943990)
Greenpeace ha denunciado que el humedal ya no existe "como fen?meno natural surgido del encuentro y acumulaci?n en llano del agua superficial y subterr?nea", ni como "sistema capaz de crear un h?bitat te?ricamente protegido de fauna y flora", el mismo que lo hizo merecedor no solo de ser parque nacional, sino también Reserva de la Biosfera, incluirlo en el convenio Ramsar y formar parte de la Red Natura.
"Ni las lluvias de diciembre de 2022, que tuvieron en alerta a la provincia de Ciudad Real durante d?as, lograron que la superficie inundada superase a principios de a?o el 15% con respecto a la superficie inundable", resalta Greenpeace.
Tampoco ha funcionado el trasvase de emergencia iniciado el pasado mes de agosto utilizando el periodo de pruebas de la llamada tuber?a manchega. Ni la puesta en marcha, "una vez m?s", de los pozos de sequ?a hace dos meses. Estos tres "parches" (as? los define el colectivo conservacionista) no han funcionado.
https://www.aglitk.com/clip/059af206-9621-48df-a0d6-05f7de41d7e3_16-9-aspect-ratio_default_0_x520y857.jpg Medidor de profundidad del agua junto a la Laguna Permanente de las Tablas de Daimiel el 29 enero de 2023. | Datadista
"Mucho tiene que llover para cambiar la situaci?n del Parque, que lleva a?os convertido en "una maqueta a gran escala a la que se le echa agua de forma artificial para mantener la humedad m?nima que evite que la turba bajo el suelo entre en combusti?n, como ocurri? en 2009, o que los ecosistemas desaparezcan por completo en los periodos m?s secos", critica la ONG.
"Transfusiones de agua in extremis"
El humedal comenz? a morir en 1956, con la ley sobre saneamiento y colonizaci?n de los terrenos de los m?rgenes de los r?os Cigüela y Z?ncara, que convirti? terrenos incultos, pantanosos o encharcadizos, en regad?o. Su declaraci?n como parque nacional, el 30 de julio de 1973, no ha mejorado de nada.
"La laguna permanente es ahora una sucesi?n de zonas encharcadas en las que se acumulan las aves, y el agua ni siquiera llega a los medidores de profundidad, totalmente al aire sobre el suelo seco", alerta Greenpeace. Si el subsuelo de las Tablas no ha vuelto a arder es porque se hacen "transfusiones de agua in extremis para humectar la turbera", relata el colectivo conservacionista.
El plan rector del parque nacional fij? en 2017 un "objetivo m?nimo de inundaci?n" de "1.400 hect?reas a comienzos de primavera y 600 hect?reas a finales de verano". El m?ximo se estableci? en 2.200 hect?reas, aunque la Confederaci?n Hidrogr?fica del Guadiana (CHG) maneja un total inundable de 1.735 hect?reas.
Son cifras a a?os luz de las actuales. Las descargas artificiales de agua efectuadas desde la primavera de 2020 no han logrado que la superficie inundada pase de las 340 hect?reas: el suelo seco durante meses y la evaporaci?n se tragaron r?pidamente el l?quido.
https://www.aglitk.com/clip/00cd0851-67d3-45c7-b81a-2f276aa48999_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Laguna Permanente de las Tablas de Daimiel el 29 de enero de 2023. | Datadista
S?, sirvieron, reconoce Greenpeace, "para humectar el cauce del Guadiana", y "evitar que la turba se contraiga por falta de humedad, se creen grietas en el suelo por las que entre ox?geno, y la oxidaci?n provoque una temperatura superior a 200 grados que genere chispas que incendien las turberas".
"Los parches se suceden ante el evidente abandono de un humedal que depend?a de un acu?fero declarado sobreexplotado en 1987 de forma provisional y de forma definitiva en 1994, pero al que esa declaraci?n no le ha sido suficiente", destaca.*
"Apa?os transitorios"
Los derechos de extracci?n doblan y hasta triplican en algunos casos la capacidad de regeneraci?n del agua subterr?nea por el ciclo natural. La declaraci?n de ‘sobreexplotaci?n’ obliga a limitar el agua extra?da, "pero la falta de caudal?metros y su manipulaci?n impide un control efectivo. Eso sin contar con los pozos ilegales", se lamenta Greenpeace.
"No hay agua que palie el problema como no llueva a c?ntaros. El resto de las soluciones acaban pareciendo apa?os transitorios en espera de otro periodo de lluvias prolongado e intenso para no afrontar la ?nica soluci?n: reducir dr?sticamente las extracciones para regad?o que desconectaron el acu?fero de la superficie", detalla.
Los informes de seguimiento de la CHG son la cr?nica de un espacio natural moribundo. En junio de 2019, la superficie inundada alcanzaba las 600 hect?reas. En noviembre de ese a?o se qued? en 86 hect?reas. En marzo de 2020, en lugar de haber mejorado durante el oto?o e invierno, el ?rea encharcada era de 73 hect?reas. El 1 de octubre de 2021 quedaban 21 hect?reas inundadas.
https://www.aglitk.com/clip/55159b79-17ff-4406-8706-1c94fb33081f_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Gr?fico de la sobreexplotaci?n de los acu?feros en la demarcaci?n del Guadiana. | Greenpeace / CHG
Entre las causas del deterioro del humedal Greenpeace destaca "el regad?o, la reconversi?n del vi?edo y la extracci?n masiva de agua subterr?nea", que provocaron "una carrera de perforaciones que modificaron el sistema natural".
A la escasez de agua se une su contaminaci?n, que hace a?os afecta a la fauna. En las aves se detectaron contaminantes propios de vertidos industriales y urbanos, como selenio y mercurio, procedentes plaguicidas organoclorados y de las aguas residuales vertidas a los r?os Cigüela y Guadiana desde las depuradoras.
También se acumulan en las aguas nitratos llegados por escorrent?a desde terrenos agr?colas cercanos, poniendo algunas zonas en riesgo de eutrofizaci?n. Asimismo se detect? la ingesta de semillas de siembra con plaguicidas por las aves.
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