Reem
03-04-2024, 02:03 PM
Una de las mayores atracciones del Congreso Mundial de la Telefon?a M?vil -Mobile World Congress (https://www.sport.es/es/temas/mobile-world-congress-1947837)- celebrado la pasada semana en Barcelona, ha sido Ameca, el robot humanoide creado por la empresa inglesa Enginereed Arts, calificado como el "m?s humano del mundo". Da respuestas coherentes, puede mostrar sus expresiones faciales, e incluso hace alardes de espontaneidad, al incorporar la tecnolog?a GPT-4, el mismo modelo de lenguaje de IA que ChatGPT. Sobre el avance de la rob?tica social, los investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, José Ignacio Salas y Javier Lorenzo, han publicado en la plataforma de divulgaci?n cient?fica The Conversation, un art?culo sobre las variables que influyen en la convivencia entre robots y seres humanos y dan las claves de si ser? posible la convivencia "sana y arm?nica" entre robots y personas.
"Digamos que la tecnolog?a est? muy pr?xima, en unos pocos a?os probablemente ya tengamos robots que puedan interactuar con nosotros, haciendo uso de los modelos de lenguaje tipo ChatGPT (https://www.sport.es/es/temas/chatgpt-1838813)de una forma bastante natural, pr?cticamente no nos daremos cuenta de que es un robot, de hecho ya nos pasa con el ChatGPT que incluso le pedimos hasta por favor que nos den una soluci?n o cosas por el estilo, y nos olvidamos que detr?s hay una m?quina".
Dilema de Collingridge
Sin embargo, en la l?nea de una convivencia sana entre humanos y m?quinas, Javier Lorenzo y José Ignacio Salas se?alan un aspecto fundamental a tener en cuenta, que se lleva estudiando desde hace muchos a?os, y es el dilema de control o dilema de Collingridge. "Siempre que aparece una tecnolog?a, al principio es muy dif?cil visualizar lo que ser?an todas sus posibles consecuencias, y a medida que va avanzando y se va implantando esa tecnolog?a, puede ocurrir que aparezcan aspectos no deseables, pero que lleguen a descubrirse en un momento en el que esté tan implantada, que ya vaya a ser dif?cil eliminarla".
El profesor Lorenzo pone como ejemplo las redes sociales (https://www.sport.es/es/temas/redes-sociales-1834977), que cuando aparecieron fueron muy bien recibidas porque permiten compartir experiencias y dem?s, sin embargo, con el tiempo se est?n viendo efectos no deseables, como hostigamiento, acoso..., "y a d?a de hoy es muy dif?cil erradicar las redes sociales". "Hay que tener esto muy presente cuando estamos hablando de la rob?tica social, es decir, van a ser m?quinas que estar?n interactuando con personas en un entorno cercano y habr?a que estudiar muy bien, qué implicaciones puede tener a largo plazo para que sea una convivencia sana y deseable".
Sector servicios
Los investigadores de la ULPGC se?alan como aspecto clave que, de momento, la rob?tica social est? acotada a campos muy concretos como la hosteler?a, museos o congresos. Su potencial en el campo sociosanitario es inmenso, pero se enfrenta a una serie de retos para lograr esa convivencia "sana" y "arm?nica" con los seres humanos.
Los especialistas hacen referencia al libro Affective Computing, de la investigadora del MIT, Rosalind Picard, en el que se plantea como clave para conseguir una interacci?n natural con las m?quinas, que éstas sean capaces de reconocer y entender los sentimientos, e incluso mostrar sentimientos propios. "Este problema est? todav?a abierto, y es una rama de investigaci?n bastante activa en el campo de la biometr?a, donde los investigadores se centran en intentar reconocer emociones a través de gestos, tonos de voz y cualquier otra informaci?n que acompa?e a las palabras". Como ejemplos de lo que se ha logrado hasta ahora en rob?tica social, Salas y Lorenzo apuntan al robot Pepper, actualmente en activo para asistir a ni?os con deficiencias auditivas; o Stevie, un robot (https://www.sport.es/es/temas/robots-1886727)que asisti? en una residencia de ancianos, con muy buena acogida entre los residentes.
Image ID:
99004320
Los investigadores de la ULPGC Javier Lorenzo (i) y José Ignacio Salas.
LP/DLP
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1200
695
Asistente conversacional
Sin embargo, tener un robot en casa, por ejemplo, que asista en las labores cotidianas, est? a?n lejos de lograrse, fundamentalmente por la barrera de la autonom?a. "Lo primero que habr?a que solventar es la autonom?a del robot, la bater?a dura muy poco; y por otro lado, la capacidad f?sica, la fuerza en cuanto a levantar peso". "De momento, lo m?s pr?ximo en el ?mbito sociosanitario ser?a el asistente conversacional, te perciben, hablan contigo, e incluso pueden detectar si una persona mayor que vive sola, por ejemplo, se cae en casa, y pueda ponerse en contacto con el servicio de emergencias".
Javier Lorenzo y José Ignacio Salas, investigadores del Instituto Universitario de Sistemas Inteligentes y Aplicaciones Numéricas en Ingenier?a (SIANI), trabajan actualmente en el campo de la sens?rica rob?tica -la percepci?n de las m?quinas-. Colaboran con la Universidad del Pa?s Vasco en un proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovaci?n y Universidades sobre rob?tica social. Mientras que la UPV se encarga de la parte f?sica de los robots, los investigadores de la ULPGC trabajan en la percepci?n, el reconocimiento de emociones en base a la voz, a la expresi?n facial, y en la identificaci?n de las personas.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/tecnologia-habra-feeling-robots-99004625)
"Digamos que la tecnolog?a est? muy pr?xima, en unos pocos a?os probablemente ya tengamos robots que puedan interactuar con nosotros, haciendo uso de los modelos de lenguaje tipo ChatGPT (https://www.sport.es/es/temas/chatgpt-1838813)de una forma bastante natural, pr?cticamente no nos daremos cuenta de que es un robot, de hecho ya nos pasa con el ChatGPT que incluso le pedimos hasta por favor que nos den una soluci?n o cosas por el estilo, y nos olvidamos que detr?s hay una m?quina".
Dilema de Collingridge
Sin embargo, en la l?nea de una convivencia sana entre humanos y m?quinas, Javier Lorenzo y José Ignacio Salas se?alan un aspecto fundamental a tener en cuenta, que se lleva estudiando desde hace muchos a?os, y es el dilema de control o dilema de Collingridge. "Siempre que aparece una tecnolog?a, al principio es muy dif?cil visualizar lo que ser?an todas sus posibles consecuencias, y a medida que va avanzando y se va implantando esa tecnolog?a, puede ocurrir que aparezcan aspectos no deseables, pero que lleguen a descubrirse en un momento en el que esté tan implantada, que ya vaya a ser dif?cil eliminarla".
El profesor Lorenzo pone como ejemplo las redes sociales (https://www.sport.es/es/temas/redes-sociales-1834977), que cuando aparecieron fueron muy bien recibidas porque permiten compartir experiencias y dem?s, sin embargo, con el tiempo se est?n viendo efectos no deseables, como hostigamiento, acoso..., "y a d?a de hoy es muy dif?cil erradicar las redes sociales". "Hay que tener esto muy presente cuando estamos hablando de la rob?tica social, es decir, van a ser m?quinas que estar?n interactuando con personas en un entorno cercano y habr?a que estudiar muy bien, qué implicaciones puede tener a largo plazo para que sea una convivencia sana y deseable".
Sector servicios
Los investigadores de la ULPGC se?alan como aspecto clave que, de momento, la rob?tica social est? acotada a campos muy concretos como la hosteler?a, museos o congresos. Su potencial en el campo sociosanitario es inmenso, pero se enfrenta a una serie de retos para lograr esa convivencia "sana" y "arm?nica" con los seres humanos.
Los especialistas hacen referencia al libro Affective Computing, de la investigadora del MIT, Rosalind Picard, en el que se plantea como clave para conseguir una interacci?n natural con las m?quinas, que éstas sean capaces de reconocer y entender los sentimientos, e incluso mostrar sentimientos propios. "Este problema est? todav?a abierto, y es una rama de investigaci?n bastante activa en el campo de la biometr?a, donde los investigadores se centran en intentar reconocer emociones a través de gestos, tonos de voz y cualquier otra informaci?n que acompa?e a las palabras". Como ejemplos de lo que se ha logrado hasta ahora en rob?tica social, Salas y Lorenzo apuntan al robot Pepper, actualmente en activo para asistir a ni?os con deficiencias auditivas; o Stevie, un robot (https://www.sport.es/es/temas/robots-1886727)que asisti? en una residencia de ancianos, con muy buena acogida entre los residentes.
Image ID:
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Los investigadores de la ULPGC Javier Lorenzo (i) y José Ignacio Salas.
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Asistente conversacional
Sin embargo, tener un robot en casa, por ejemplo, que asista en las labores cotidianas, est? a?n lejos de lograrse, fundamentalmente por la barrera de la autonom?a. "Lo primero que habr?a que solventar es la autonom?a del robot, la bater?a dura muy poco; y por otro lado, la capacidad f?sica, la fuerza en cuanto a levantar peso". "De momento, lo m?s pr?ximo en el ?mbito sociosanitario ser?a el asistente conversacional, te perciben, hablan contigo, e incluso pueden detectar si una persona mayor que vive sola, por ejemplo, se cae en casa, y pueda ponerse en contacto con el servicio de emergencias".
Javier Lorenzo y José Ignacio Salas, investigadores del Instituto Universitario de Sistemas Inteligentes y Aplicaciones Numéricas en Ingenier?a (SIANI), trabajan actualmente en el campo de la sens?rica rob?tica -la percepci?n de las m?quinas-. Colaboran con la Universidad del Pa?s Vasco en un proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovaci?n y Universidades sobre rob?tica social. Mientras que la UPV se encarga de la parte f?sica de los robots, los investigadores de la ULPGC trabajan en la percepci?n, el reconocimiento de emociones en base a la voz, a la expresi?n facial, y en la identificaci?n de las personas.
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