Reem
02-13-2023, 09:02 AM
Doma de caballos aplicada a canes. Es la filosof?a que aplica el moa?és*Samuel Silva Pidre*para mejorar el comportamiento de los peludos, pero también de sus due?os. Desde su empresa Manada y vida,*practica la psicolog?a con el objetivo de lograr la m?xima conexi?n posible entre el animal y el gu?a. “Es una fase previa a la educaci?n o el adiestramiento. Primero, hay que saber d?nde est?n la resistencia y los miedos. Buscamos amansar al perro y desarrollar su tolerancia hacia cualquier tipo de est?mulo, es decir, sociabilizaci?n. Se trata de una metodolog?a particular que he ido evolucionando desde 2007 trabajando con burros o caballos”, explica a este diario horas antes de comenzar una sesi?n grupal en As Avenidas, donde se re?nen en torno a dos decenas de personas y mascotas los viernes –también acuden a Vialia o el parque de Castrelos para cambiar de ambientes y generar situaciones reales–.
La clase dura unas dos horas: de 18.00 a 20.00. El primer objetivo es bajar el nivel de activaci?n de los perros con caricias y cerca del resto de participantes, llegados de diferentes puntos de la urbe y el ?rea, incluso de Pontevedra ciudad. “Les ayuda a drenar la energ?a”, anota Samuel. M?s tarde, se cruzan caminando para observar sus reacciones y analizar soluciones en caso de conductas erradas. “Solemos terminar paseando todos en manada”, a?ade. Indica que se trata de sesiones “muy did?cticas” a un coste “muy asequible”. Deja claro que siempre se trabaja con correa y que esta actividad est? “enfocada totalmente hacia las personas”. “Me centro mucho en que sean ellas las que aprendan. Y no usamos comida para recompensar, s? alabanzas y gestos. El mejor premio tiene que venir del gu?a”, apostilla.
Hay gente que se lo toma como una actividad semanal que le permite pasar tiempo de calidad con su perro; otra acude a Samuel, que también ofrece sesiones privadas, para reconducir situaciones preocupantes de los peludos: actitudes reactivas con animales y personas, miedo a pasar tiempo solos o destrozos en el hogar. Es el caso de Jennifer Pérez, due?a de Robin –cruce de*american stanford*con*shar pei–, participantes de las sesiones grupales. “Lo adopté cuando ten?a dos a?os. El segundo d?a en casa, iba a bajarlo del sof? y me ense?? los dientes. Busqué soluciones y encontré a Samuel. Lo llamé llorando a las 11 de la noche para que me ayudara. Para m?, era importante que el perro no ganara la primera batalla. Luego, descubrimos que hab?a sido maltratado, hasta ten?a una lesi?n en la columna. Era imposible pasearlo sin que me diera tirones y destrozaba la casa. La relaci?n con mi pareja y los ni?os se estaba complicando”, recuerda.
https://www.aglitk.com/clip/8e20cea1-9d63-4e55-831d-750d341d80ae_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Samuel Silva Pidre. | MARTA G. BREA
Asegura que ya vio cambios en la primera sesi?n con Samuel. “Era capaz de sentarlo sin que se moviese y que caminase sin tirones. Nos ense?? a mantener la calma: yo soy una persona nerviosa y se lo transmit?a a él. Ahora, Robin est? totalmente integrado y nuestro v?nculo ha mejorado mucho. No tiene ni un gesto malo. La situaci?n casi me supera, pero sab?a que llegar?a hasta el final para lograr el objetivo. Si no fuera por Samuel, mi perro no estar?a conmigo en casa. En las clases grupales, seguimos trabajando; para m?, es una rutina semanal y estoy en contacto con gente que me entiende. Se ha formado una familia”, anota Jennifer antes de citar otro caso de éxito: “?l nos ayud? a que la perra que vive con mi madre se adaptase a la silla de ruedas después de que le amputasen la pierna”.
Marina Tojal*también recurri? a Samuel para mejorar la conducta de Julie, una perra de agua espa?ola. “Tuvimos un problem?n gordo cuando cumpli? un a?o: empez? con ansiedad por separaci?n cuando falleci? mi otro perro, Rocco. Comenz? a quedarse sola en casa al ir yo a trabajar. Poco a poco, la situaci?n iba a peor. Jadeaba, ladraba much?simo, comi? el cable de la televisi?n… Decid? llevarla conmigo: le habilité un espacio bien preparado en el maletero del coche, que es amplio. El primer d?a, estuvo durmiendo tranquilamente y muy c?moda; el segundo, se puso m?s nerviosa, salt? la reja que hab?a colocado y comi? parte del techo del veh?culo. Fue en ese momento cuando llamé a Samuel, que lo conoc? por una amiga. ?l fue mi gran suerte, le estoy muy agradecida: es un gran psic?logo canino y humano”, reconoce.
https://www.aglitk.com/clip/7549608c-ff94-4ea2-9926-c58381ebe775_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Samuel, con sombrero, y los participantes de la ?ltima sesi?n, en As Avenidas. | MARTA G. BREA
Julie y Marina siguen en el proceso para mejorar el comportamiento. “Samuel me hizo ver que el problema de los perros, en ocasiones, parte de los due?os. Soy muy activa y los nervios por el disgusto del fallecimiento de Rocco se los trasladaba a la perra. Me dijo que, primero, ten?a que liberar yo la tensi?n. Hace mucha labor con los due?os y manda deberes. Adem?s, habla de forma clara y transmite siempre en positivo”, detalla, a la vez que pone en valor la importancia de comunicarse con el animal a través de los gestos y la correa, no la palabra: “Si le hablas, nota tu debilidad”. “Ahora, mi perra es otra, pero continuamos trabajando en las clases grupales y por nuestra cuenta: bajamos y subimos escalones y bordillos, camina hacia atr?s... Cuando se queda en casa, lo hace dentro de un transport?n grande; en un futuro, veremos si puede quedar m?s libre”, manifiesta.
Al igual que Marina y Jennifer, Suso ?lvarez contact? con Samuel para mejorar el proceder de su perra Lana, mestiza de*malinois*con mast?n. “Viv?a en el monte desde que era cachorra y no hab?a socializado cuando la adopté, con casi un a?o. Actuaba de forma reactiva con motos, personas o perros”, explica. Acuden a clases individuales y grupales para ponerle soluci?n: “Me gusta relacionarme con gente con los mismos problemas”.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/doma-psicologia-perros-82900460)
La clase dura unas dos horas: de 18.00 a 20.00. El primer objetivo es bajar el nivel de activaci?n de los perros con caricias y cerca del resto de participantes, llegados de diferentes puntos de la urbe y el ?rea, incluso de Pontevedra ciudad. “Les ayuda a drenar la energ?a”, anota Samuel. M?s tarde, se cruzan caminando para observar sus reacciones y analizar soluciones en caso de conductas erradas. “Solemos terminar paseando todos en manada”, a?ade. Indica que se trata de sesiones “muy did?cticas” a un coste “muy asequible”. Deja claro que siempre se trabaja con correa y que esta actividad est? “enfocada totalmente hacia las personas”. “Me centro mucho en que sean ellas las que aprendan. Y no usamos comida para recompensar, s? alabanzas y gestos. El mejor premio tiene que venir del gu?a”, apostilla.
Hay gente que se lo toma como una actividad semanal que le permite pasar tiempo de calidad con su perro; otra acude a Samuel, que también ofrece sesiones privadas, para reconducir situaciones preocupantes de los peludos: actitudes reactivas con animales y personas, miedo a pasar tiempo solos o destrozos en el hogar. Es el caso de Jennifer Pérez, due?a de Robin –cruce de*american stanford*con*shar pei–, participantes de las sesiones grupales. “Lo adopté cuando ten?a dos a?os. El segundo d?a en casa, iba a bajarlo del sof? y me ense?? los dientes. Busqué soluciones y encontré a Samuel. Lo llamé llorando a las 11 de la noche para que me ayudara. Para m?, era importante que el perro no ganara la primera batalla. Luego, descubrimos que hab?a sido maltratado, hasta ten?a una lesi?n en la columna. Era imposible pasearlo sin que me diera tirones y destrozaba la casa. La relaci?n con mi pareja y los ni?os se estaba complicando”, recuerda.
https://www.aglitk.com/clip/8e20cea1-9d63-4e55-831d-750d341d80ae_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Samuel Silva Pidre. | MARTA G. BREA
Asegura que ya vio cambios en la primera sesi?n con Samuel. “Era capaz de sentarlo sin que se moviese y que caminase sin tirones. Nos ense?? a mantener la calma: yo soy una persona nerviosa y se lo transmit?a a él. Ahora, Robin est? totalmente integrado y nuestro v?nculo ha mejorado mucho. No tiene ni un gesto malo. La situaci?n casi me supera, pero sab?a que llegar?a hasta el final para lograr el objetivo. Si no fuera por Samuel, mi perro no estar?a conmigo en casa. En las clases grupales, seguimos trabajando; para m?, es una rutina semanal y estoy en contacto con gente que me entiende. Se ha formado una familia”, anota Jennifer antes de citar otro caso de éxito: “?l nos ayud? a que la perra que vive con mi madre se adaptase a la silla de ruedas después de que le amputasen la pierna”.
Marina Tojal*también recurri? a Samuel para mejorar la conducta de Julie, una perra de agua espa?ola. “Tuvimos un problem?n gordo cuando cumpli? un a?o: empez? con ansiedad por separaci?n cuando falleci? mi otro perro, Rocco. Comenz? a quedarse sola en casa al ir yo a trabajar. Poco a poco, la situaci?n iba a peor. Jadeaba, ladraba much?simo, comi? el cable de la televisi?n… Decid? llevarla conmigo: le habilité un espacio bien preparado en el maletero del coche, que es amplio. El primer d?a, estuvo durmiendo tranquilamente y muy c?moda; el segundo, se puso m?s nerviosa, salt? la reja que hab?a colocado y comi? parte del techo del veh?culo. Fue en ese momento cuando llamé a Samuel, que lo conoc? por una amiga. ?l fue mi gran suerte, le estoy muy agradecida: es un gran psic?logo canino y humano”, reconoce.
https://www.aglitk.com/clip/7549608c-ff94-4ea2-9926-c58381ebe775_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Samuel, con sombrero, y los participantes de la ?ltima sesi?n, en As Avenidas. | MARTA G. BREA
Julie y Marina siguen en el proceso para mejorar el comportamiento. “Samuel me hizo ver que el problema de los perros, en ocasiones, parte de los due?os. Soy muy activa y los nervios por el disgusto del fallecimiento de Rocco se los trasladaba a la perra. Me dijo que, primero, ten?a que liberar yo la tensi?n. Hace mucha labor con los due?os y manda deberes. Adem?s, habla de forma clara y transmite siempre en positivo”, detalla, a la vez que pone en valor la importancia de comunicarse con el animal a través de los gestos y la correa, no la palabra: “Si le hablas, nota tu debilidad”. “Ahora, mi perra es otra, pero continuamos trabajando en las clases grupales y por nuestra cuenta: bajamos y subimos escalones y bordillos, camina hacia atr?s... Cuando se queda en casa, lo hace dentro de un transport?n grande; en un futuro, veremos si puede quedar m?s libre”, manifiesta.
Al igual que Marina y Jennifer, Suso ?lvarez contact? con Samuel para mejorar el proceder de su perra Lana, mestiza de*malinois*con mast?n. “Viv?a en el monte desde que era cachorra y no hab?a socializado cuando la adopté, con casi un a?o. Actuaba de forma reactiva con motos, personas o perros”, explica. Acuden a clases individuales y grupales para ponerle soluci?n: “Me gusta relacionarme con gente con los mismos problemas”.
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