Reem
02-11-2023, 09:26 AM
El ambient?logo Andreu Escrivà (Valencia, 39 a?os) est? acostumbrado a recibir cr?ticas por divulgar sobre el cambio clim?tico y a que los negacionistas le llamen “calient?logo” y otras voces m?s radicales del ecologismo le tachen de “vivir del cuento clim?tico”. Sin embargo, tras su ?ltimo libro, ‘Contra la sostenibilidad’ (https://arpaeditores.com/collections/andreu-escriva/products/contra-la-sostenibilidad) (Arpa en castellano, y Sembra Llibres en catal?n a partir del 13 de febrero), sus ‘haters’ han guardado un extra?o silencio. “Después de tanto 'greenwashing' y 'ecopostureo' como vemos a diario, en el ambiente flotaba un rechazo hacia esa palabra que nadie se hab?a atrevido a se?alar”, sospecha.
-La he puesto en Google y me han ofrecido desde asfalto hasta ropa sostenible, pasando por armarios, lofts y aerol?neas con esa cualidad. ?Todo eso es sostenible?
-Evidentemente no, pero le ponen esa etiqueta porque creen que as? pueden venderlo mejor. En su origen, el concepto era interesante, pero la palabra est? quemada y ya no significa nada. Ha dejado de ser una br?jula v?lida para guiar la transici?n ecol?gica que debemos afrontar. Hoy, la sostenibilidad es una simple estrategia de marketing, un puro enga?o.
-En su segunda acepci?n, el Diccionario de la RAE define 'sostenible' como “aquello que puede mantenerse durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave da?o al medio ambiente”. ?La RAE miente?
-La RAE refleja la idea que se ha extendido sobre esta palabra, que viene a ser algo as? como: “aquello que causa menos da?o al planeta del que podr?a causarle”. Hombre, eso es como si me dedico a insultar a la gente por la calle y me dan un premio porque al menos no les voy partiendo la cara. No se trata de eso, se trata de salvar el planeta, y ninguno de esos productos ni usos lo consiguen. Anuncian hoteles sostenibles porque lavan las toallas con detergente biodegradable, pero se instalan en espacios protegidos, y ciertos bancos se publicitan como sostenibles porque reciclan el pl?stico de las tarjetas mientras financian a la industria petrolera.
-?Esa palabra ayuda a calmar las conciencias?
-S?, pero no porque la gente sea tonta y quiera enga?arse, sino porque nos han convencido de que esa promesa es real. ?Una chaqueta de algod?n ecol?gico es sostenible si solo la usas una vez y luego la tiras a la basura? Claro que no, pero se vende con esa etiqueta, y quien la compra se siente mejor porque cree que as? ayuda a mejorar el medioambiente. Esa palabra ha sido pervertida por empresas que est?n ganando mucho dinero a costa de la buena voluntad de la gente. Mientras, eludimos el verdadero debate: que nuestro sistema de vida y el capitalismo en general son inherentemente insostenibles.
La sostenibilidad ha sido pervertida por empresas que est?n ganando mucho dinero a costa de la buena voluntad de la gente"
-Eso es m?s dif?cil de cambiar.
-Lo sé, pero no es imposible, y no tenemos alternativa. Por supuesto, muchas de las acciones y mercanc?as que se promocionan como sostenibles son positivas porque reducen su impacto medioambiental, pero eso no es suficiente para hacer frente al reto clim?tico. Debemos ir a la ra?z del problema e impugnar el sistema que hemos creado sobre ese mont?n de energ?a barata que nos dejaron millones de bichos y plantas podridos en el subsuelo y que cada d?a nos muestra con m?s evidencia los l?mites del planeta. Se trata de esto, no de sentirnos felices porque en el s?per hemos elegido un 'brick' reciclable.
-En su libro carga contra el concepto de la econom?a circular. ?Tan malo es?
-Es otra mentira que nos han colado. De entrada, la aspiraci?n de que todos los materiales que usemos tengan un nuevo uso es f?sicamente imposible. M?s que circular, habr?a que hablar de econom?a en espiral, porque siempre vamos a necesitar nuevos imputs de materias y energ?a. De hecho, el 90% de lo que consumimos es de primer uso, no proviene del reciclaje. Pero lo m?s peligroso de ese concepto es que nos hace creer que podemos seguir consumiendo a este ritmo. El 'ceo' de la industria norteamericana del pl?stico de los a?os 90 fue sincero cuando afirm?: “Si convencemos a la gente de que el reciclaje funciona, se despreocupara del pl?stico”. Hoy, infinidad de empresas se han puesto la etiqueta verde porque usan cart?n reciclado mientras ocultan que contaminan el doble para manipularlo.
-También se muestra cr?tico con el coche eléctrico. ?Es otro enga?o?
-No, sin duda es un avance sobre el coche de combusti?n en cuanto a la calidad del aire, pero no supone ning?n cambio para la movilidad. Al final, seguimos apostando por el coche privado, que no es un modelo sostenible, y aqu? s? digo a conciencia lo de sostenible. Hagamos un ejercicio: imaginemos que todos los coches que vemos en la calle son eléctricos. ?En qué han cambiado nuestras vidas? El espacio p?blico sigue dedicado al coche, cuando el centro deber?a ser el peat?n. Temo que el coche eléctrico sea un tap?n para poner en marcha el cambio de movilidad que necesitamos. Hace falta m?s transporte p?blico de calidad, no m?s coches eléctricos. Sin embargo, a d?a de hoy los Cercan?as de Valencia o Catalunya son un insulto a la ciudadan?a. Si quiero ir de Valencia a Castell?n, tardo menos y me sale m?s barato en coche que en tren. Esto no lo deber?amos permitir.
"Hace falta m?s transporte p?blico de calidad, no m?s coches eléctricos, pero los Cercan?as de Valencia y Catalunya son hoy un insulto a la ciudadan?a"
-Espa?a quiere apostar fuerte por las renovables, pero usted expresa dudas.
-El futuro es renovable s? o s?. Es m?s, deber?a ser ya nuestro presente. Pero la transici?n ecol?gica que necesitamos va m?s all? de la energ?a e incluye la biodiversidad, los espacios naturales, las costas, la deforestaci?n… Si solo hablamos de energ?a, nos quedaremos cortos. Con este boom de las renovables, nadie est? proponiendo medidas para frenar la demanda de energ?a, ni discutimos sobre cu?nta luz superflua consumimos, ni por qué est? tan mal repartida y unos pueden derrochar litros de fuel en jets privados e iluminaci?n innecesaria y otros no tienen ni para calentarse.
-Luego est? el debate de d?nde se deben instalar las fuentes de renovables. En el medio rural rechazan los macroparques e?licos y solares. ?Qué hacemos?
-Lo que el campo reclama, y con raz?n, es que la ciudad también debe ser productora de energ?as renovables y no solo consumidora. Hay muchos tejados de naves industriales, edificios p?blicos, cementerios y zonas para sombrear que podr?an cubrirse de placas solares. No ser? suficiente y habr? que ponerlas también en el territorio, pero el campo no quiere sentir que es el enchufe de la ciudad. No es admisible que un fondo de inversi?n de Luxemburgo llegue a un pueblo y lo forre de placas sin tener en cuenta las circunstancias de ese lugar y sin que all? retorne ning?n beneficio. Lo que m?s da?a a la lucha contra la emergencia clim?tica es que la gente perciba que la transici?n no es justa y el esfuerzo no es compartido, porque es el terreno abonado para que calen los discursos de ultraderecha que cuestionan el cambio clim?tico. Temo que vayamos a ese escenario.
-Al final, ese ciudadano que recicla los envases, compra productos ecol?gicos y ahorra para tener un coche eléctrico va a pensar que est? haciendo el tonto.
-Sé que hablar de todo esto es inc?modo, pero no quisiera desincentivar las acciones individuales. Al contrario: animo a la gente a reducir su huella ambiental y consumir menos energ?a, menos agua, menos pl?sticos y reciclar. Todo eso es necesario. Pero las acciones individuales no pueden distraernos de las colectivas. Necesitamos ciudadan?a cr?tica que exija transformaciones profundas. El debate no es si uso c?psulas de café reciclables o no, sino por qué permitimos que el café venga en esos envases. Si nos cobran la bolsa en la caja del s?per para reducir el uso de pl?stico, ?c?mo es posible que todo lo que compramos venga en envases plastificados? Reciclemos, por supuesto, pero elevemos la mirada y pensemos sobre el modelo de vida que tenemos.
-Habla de reducir el consumo, pero dicen que eso frena la econom?a.
-La palabra decrecimiento define muy bien lo que debemos hacer, pero genera rechazo en una parte de la sociedad que piensa que es sin?nimo de recesi?n y ruina, y no es as?. Es un error vincular el crecimiento al bienestar y el decrecimiento a la crisis, porque no tienen que ver. Reducir el uso de energ?a y materiales es inapelable porque el planeta no es infinito y no podemos seguir consumiéndolos como hasta ahora. Pero esto no significa vivir peor. ?Realmente nos hacen felices estos niveles de derroche? Reducir el consumo de materiales y energ?a va emparejado a crecer en tiempo dedicado al ocio, la salud, los cuidados y la cultura. Todo depende del modelo de vida que queramos.
"Con el boom de las renovables, nadie est? proponiendo medidas para frenar la demanda de energ?a, ni discutimos sobre cu?nta luz superflua consumimos, ni por qué est? tan mal repartida"
-?Qué le parecen los activistas que se pegan a las paredes de museos e instituciones para alertar de la emergencia clim?tica?
-No puedo evitar que me genere un cierto rechazo visual, sobre todo los que act?an en museos, pero hacen que hablemos de esto. Buscan llamar la atenci?n y lo han conseguido. Lo importante es no quedarnos en esa foto y continuar con el debate.
-?Qué opini?n tiene de Greta Thunberg?
-Reconozco que al principio me incomod?. Puso mucho acento en la brecha generacional y parec?a que el medioambiente solo les preocupaba a los m?s j?venes. En alg?n momento hizo y dijo cosas que quiz? no fueron las m?s adecuadas, aunque ya quisiera yo verme a su edad en esos foros. Luego he seguido su evoluci?n y creo que est? haciendo grandes aportaciones a la lucha clim?tica, sobre todo en los ?ltimos a?os. No solo por arengar a las masas, sino por aglutinar este movimiento. Que haya impulsado un proyecto tan interesante como ‘El libro del clima’ merece todo mi respeto.
-?Las cumbres clim?ticas sirven para algo o habr?a que eliminarlas?
-Desgraciadamente, a d?a de hoy son la mejor herramienta que tenemos para luchar contra la emergencia clim?tica. No est?n consiguiendo su objetivo, pero han servido para mejorar los compromisos medioambientales de los pa?ses. Tienen un grave problema de legitimidad. No pueden convertirse en escaparates de figuras que acuden en jets privados a contar sus pel?culas. En la ?ltima, hab?a ofertas para volar a El Cairo y volver en el d?a. Y la pr?xima la presidir? el 'ceo' de una petrolera. Todo esto es imp?dico. Hay que reformular las cumbres y hacer que sus acuerdos sean vinculantes. Pero no tenemos alternativa. O esto lo arreglamos entre todos, o no tiene soluci?n.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/andreu-escriva-ambientologo-sostenibilidad-hoy-82812372)
-La he puesto en Google y me han ofrecido desde asfalto hasta ropa sostenible, pasando por armarios, lofts y aerol?neas con esa cualidad. ?Todo eso es sostenible?
-Evidentemente no, pero le ponen esa etiqueta porque creen que as? pueden venderlo mejor. En su origen, el concepto era interesante, pero la palabra est? quemada y ya no significa nada. Ha dejado de ser una br?jula v?lida para guiar la transici?n ecol?gica que debemos afrontar. Hoy, la sostenibilidad es una simple estrategia de marketing, un puro enga?o.
-En su segunda acepci?n, el Diccionario de la RAE define 'sostenible' como “aquello que puede mantenerse durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave da?o al medio ambiente”. ?La RAE miente?
-La RAE refleja la idea que se ha extendido sobre esta palabra, que viene a ser algo as? como: “aquello que causa menos da?o al planeta del que podr?a causarle”. Hombre, eso es como si me dedico a insultar a la gente por la calle y me dan un premio porque al menos no les voy partiendo la cara. No se trata de eso, se trata de salvar el planeta, y ninguno de esos productos ni usos lo consiguen. Anuncian hoteles sostenibles porque lavan las toallas con detergente biodegradable, pero se instalan en espacios protegidos, y ciertos bancos se publicitan como sostenibles porque reciclan el pl?stico de las tarjetas mientras financian a la industria petrolera.
-?Esa palabra ayuda a calmar las conciencias?
-S?, pero no porque la gente sea tonta y quiera enga?arse, sino porque nos han convencido de que esa promesa es real. ?Una chaqueta de algod?n ecol?gico es sostenible si solo la usas una vez y luego la tiras a la basura? Claro que no, pero se vende con esa etiqueta, y quien la compra se siente mejor porque cree que as? ayuda a mejorar el medioambiente. Esa palabra ha sido pervertida por empresas que est?n ganando mucho dinero a costa de la buena voluntad de la gente. Mientras, eludimos el verdadero debate: que nuestro sistema de vida y el capitalismo en general son inherentemente insostenibles.
La sostenibilidad ha sido pervertida por empresas que est?n ganando mucho dinero a costa de la buena voluntad de la gente"
-Eso es m?s dif?cil de cambiar.
-Lo sé, pero no es imposible, y no tenemos alternativa. Por supuesto, muchas de las acciones y mercanc?as que se promocionan como sostenibles son positivas porque reducen su impacto medioambiental, pero eso no es suficiente para hacer frente al reto clim?tico. Debemos ir a la ra?z del problema e impugnar el sistema que hemos creado sobre ese mont?n de energ?a barata que nos dejaron millones de bichos y plantas podridos en el subsuelo y que cada d?a nos muestra con m?s evidencia los l?mites del planeta. Se trata de esto, no de sentirnos felices porque en el s?per hemos elegido un 'brick' reciclable.
-En su libro carga contra el concepto de la econom?a circular. ?Tan malo es?
-Es otra mentira que nos han colado. De entrada, la aspiraci?n de que todos los materiales que usemos tengan un nuevo uso es f?sicamente imposible. M?s que circular, habr?a que hablar de econom?a en espiral, porque siempre vamos a necesitar nuevos imputs de materias y energ?a. De hecho, el 90% de lo que consumimos es de primer uso, no proviene del reciclaje. Pero lo m?s peligroso de ese concepto es que nos hace creer que podemos seguir consumiendo a este ritmo. El 'ceo' de la industria norteamericana del pl?stico de los a?os 90 fue sincero cuando afirm?: “Si convencemos a la gente de que el reciclaje funciona, se despreocupara del pl?stico”. Hoy, infinidad de empresas se han puesto la etiqueta verde porque usan cart?n reciclado mientras ocultan que contaminan el doble para manipularlo.
-También se muestra cr?tico con el coche eléctrico. ?Es otro enga?o?
-No, sin duda es un avance sobre el coche de combusti?n en cuanto a la calidad del aire, pero no supone ning?n cambio para la movilidad. Al final, seguimos apostando por el coche privado, que no es un modelo sostenible, y aqu? s? digo a conciencia lo de sostenible. Hagamos un ejercicio: imaginemos que todos los coches que vemos en la calle son eléctricos. ?En qué han cambiado nuestras vidas? El espacio p?blico sigue dedicado al coche, cuando el centro deber?a ser el peat?n. Temo que el coche eléctrico sea un tap?n para poner en marcha el cambio de movilidad que necesitamos. Hace falta m?s transporte p?blico de calidad, no m?s coches eléctricos. Sin embargo, a d?a de hoy los Cercan?as de Valencia o Catalunya son un insulto a la ciudadan?a. Si quiero ir de Valencia a Castell?n, tardo menos y me sale m?s barato en coche que en tren. Esto no lo deber?amos permitir.
"Hace falta m?s transporte p?blico de calidad, no m?s coches eléctricos, pero los Cercan?as de Valencia y Catalunya son hoy un insulto a la ciudadan?a"
-Espa?a quiere apostar fuerte por las renovables, pero usted expresa dudas.
-El futuro es renovable s? o s?. Es m?s, deber?a ser ya nuestro presente. Pero la transici?n ecol?gica que necesitamos va m?s all? de la energ?a e incluye la biodiversidad, los espacios naturales, las costas, la deforestaci?n… Si solo hablamos de energ?a, nos quedaremos cortos. Con este boom de las renovables, nadie est? proponiendo medidas para frenar la demanda de energ?a, ni discutimos sobre cu?nta luz superflua consumimos, ni por qué est? tan mal repartida y unos pueden derrochar litros de fuel en jets privados e iluminaci?n innecesaria y otros no tienen ni para calentarse.
-Luego est? el debate de d?nde se deben instalar las fuentes de renovables. En el medio rural rechazan los macroparques e?licos y solares. ?Qué hacemos?
-Lo que el campo reclama, y con raz?n, es que la ciudad también debe ser productora de energ?as renovables y no solo consumidora. Hay muchos tejados de naves industriales, edificios p?blicos, cementerios y zonas para sombrear que podr?an cubrirse de placas solares. No ser? suficiente y habr? que ponerlas también en el territorio, pero el campo no quiere sentir que es el enchufe de la ciudad. No es admisible que un fondo de inversi?n de Luxemburgo llegue a un pueblo y lo forre de placas sin tener en cuenta las circunstancias de ese lugar y sin que all? retorne ning?n beneficio. Lo que m?s da?a a la lucha contra la emergencia clim?tica es que la gente perciba que la transici?n no es justa y el esfuerzo no es compartido, porque es el terreno abonado para que calen los discursos de ultraderecha que cuestionan el cambio clim?tico. Temo que vayamos a ese escenario.
-Al final, ese ciudadano que recicla los envases, compra productos ecol?gicos y ahorra para tener un coche eléctrico va a pensar que est? haciendo el tonto.
-Sé que hablar de todo esto es inc?modo, pero no quisiera desincentivar las acciones individuales. Al contrario: animo a la gente a reducir su huella ambiental y consumir menos energ?a, menos agua, menos pl?sticos y reciclar. Todo eso es necesario. Pero las acciones individuales no pueden distraernos de las colectivas. Necesitamos ciudadan?a cr?tica que exija transformaciones profundas. El debate no es si uso c?psulas de café reciclables o no, sino por qué permitimos que el café venga en esos envases. Si nos cobran la bolsa en la caja del s?per para reducir el uso de pl?stico, ?c?mo es posible que todo lo que compramos venga en envases plastificados? Reciclemos, por supuesto, pero elevemos la mirada y pensemos sobre el modelo de vida que tenemos.
-Habla de reducir el consumo, pero dicen que eso frena la econom?a.
-La palabra decrecimiento define muy bien lo que debemos hacer, pero genera rechazo en una parte de la sociedad que piensa que es sin?nimo de recesi?n y ruina, y no es as?. Es un error vincular el crecimiento al bienestar y el decrecimiento a la crisis, porque no tienen que ver. Reducir el uso de energ?a y materiales es inapelable porque el planeta no es infinito y no podemos seguir consumiéndolos como hasta ahora. Pero esto no significa vivir peor. ?Realmente nos hacen felices estos niveles de derroche? Reducir el consumo de materiales y energ?a va emparejado a crecer en tiempo dedicado al ocio, la salud, los cuidados y la cultura. Todo depende del modelo de vida que queramos.
"Con el boom de las renovables, nadie est? proponiendo medidas para frenar la demanda de energ?a, ni discutimos sobre cu?nta luz superflua consumimos, ni por qué est? tan mal repartida"
-?Qué le parecen los activistas que se pegan a las paredes de museos e instituciones para alertar de la emergencia clim?tica?
-No puedo evitar que me genere un cierto rechazo visual, sobre todo los que act?an en museos, pero hacen que hablemos de esto. Buscan llamar la atenci?n y lo han conseguido. Lo importante es no quedarnos en esa foto y continuar con el debate.
-?Qué opini?n tiene de Greta Thunberg?
-Reconozco que al principio me incomod?. Puso mucho acento en la brecha generacional y parec?a que el medioambiente solo les preocupaba a los m?s j?venes. En alg?n momento hizo y dijo cosas que quiz? no fueron las m?s adecuadas, aunque ya quisiera yo verme a su edad en esos foros. Luego he seguido su evoluci?n y creo que est? haciendo grandes aportaciones a la lucha clim?tica, sobre todo en los ?ltimos a?os. No solo por arengar a las masas, sino por aglutinar este movimiento. Que haya impulsado un proyecto tan interesante como ‘El libro del clima’ merece todo mi respeto.
-?Las cumbres clim?ticas sirven para algo o habr?a que eliminarlas?
-Desgraciadamente, a d?a de hoy son la mejor herramienta que tenemos para luchar contra la emergencia clim?tica. No est?n consiguiendo su objetivo, pero han servido para mejorar los compromisos medioambientales de los pa?ses. Tienen un grave problema de legitimidad. No pueden convertirse en escaparates de figuras que acuden en jets privados a contar sus pel?culas. En la ?ltima, hab?a ofertas para volar a El Cairo y volver en el d?a. Y la pr?xima la presidir? el 'ceo' de una petrolera. Todo esto es imp?dico. Hay que reformular las cumbres y hacer que sus acuerdos sean vinculantes. Pero no tenemos alternativa. O esto lo arreglamos entre todos, o no tiene soluci?n.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/andreu-escriva-ambientologo-sostenibilidad-hoy-82812372)