Reem
02-11-2023, 08:44 AM
Asalariados de la sanidad, maestros, trabajadores de correos, conductores de ferrocarriles, trabajadores de puertos y aeropuertos, profesores de autoescuela… desde el pasado mes de diciembre el Reino Unido vive inmerso en una espiral de huelgas que son a la vez causa y efecto de una profunda crispaci?n social ante el disparado coste de la vida. La reivindicaci?n de aumentos salariales por una inflaci?n que supera el 10% es el nexo que une a los cientos de miles de personas que protestan en este nuevo “invierno del descontento”, el nombre shakesperiano con el que se conoce el periodo que va desde finales de 1978 a principios de 1979, en un contexto muy similar.
M?s informaci?n (Auto)
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Imposible no mirar a aquellos d?as de hace cuatro décadas y establecer un paralelismo con las huelgas que acabaron con el Gobierno laborista de Jim Callaghan. Entonces, como ahora, el motor de las protestas era la petici?n de mayores incrementos salariales en un contexto inflacionista provocado por la crisis del petr?leo de 1973. También como el actual primer ministro, Rishi Sunak, ha puesto de la lucha contra la inflaci?n en el centro de sus pol?ticas, Callaghan trat? de contener el alza de precios ordenando que los aumentos salariales se mantuvieran por debajo del 5%. Y as? estallaron las huelgas.
La primera fue la del gigante automovil?stico Ford, donde el par?n de la producci?n durante semanas forz? a la empresa a aceptar un aumento salarial del 17%. Luego se sumaron los transportistas, que reclamaron un aumento del 40%, y provocaron desabastecimiento de de gasolineras, supermercados y tiendas. Y se a?adieron otros trabajadores de los servicios p?blicos. El Gobierno preparaba planes para declarar el estado de emergencia pero en p?blico, Callaghan negaba la mayor.
"Crisis, ?qué crisis?"
Recién llegado de una cumbre en Guadalupe, en el aeropuerto de Heathrow, un periodista le pregunt? cu?les eran los planes del Ejecutivo ante el caos creciente, a lo que el primer ministro respondi? que no era esa la opini?n que ten?a la gente de la situaci?n. Al d?a siguiente, el diario ‘The Sun’ titul? en portada: “Crisis, ?qué crisis?” Solo meses m?s tarde, el laborista Callaghan perder?a las elecciones frente a Margaret Thatcher. En tres meses de paros, los laboristas cayeron 25 puntos en el apoyo popular frente a los conservadores.
También la primera ministra afront? en su primer mandato el desaf?o de los huelguistas de la miner?a, que sostuvieron el pulso durante casi un a?o y perdieron. La dama de hierro se mostr? inflexible en todo momento e introdujo una dura legislaci?n antisindical que a?n perdura hasta el d?a del hoy y hace casi imposible una huelga general, al excluir los paros de solidaridad o las reivindicaciones de alcance general.
Sunak también ha presentado u proyecto de ley para limitar futuras huelgas. Pero a diferencia de entonces, los brit?nicos se muestran ahora comprensivos con los huelguistas. Y el laborista Keir Starmer espera su momento, con 20 puntos a favor en las encuestas.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/huelgas-reino-unido-invierno-descontento-82811413)
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Imposible no mirar a aquellos d?as de hace cuatro décadas y establecer un paralelismo con las huelgas que acabaron con el Gobierno laborista de Jim Callaghan. Entonces, como ahora, el motor de las protestas era la petici?n de mayores incrementos salariales en un contexto inflacionista provocado por la crisis del petr?leo de 1973. También como el actual primer ministro, Rishi Sunak, ha puesto de la lucha contra la inflaci?n en el centro de sus pol?ticas, Callaghan trat? de contener el alza de precios ordenando que los aumentos salariales se mantuvieran por debajo del 5%. Y as? estallaron las huelgas.
La primera fue la del gigante automovil?stico Ford, donde el par?n de la producci?n durante semanas forz? a la empresa a aceptar un aumento salarial del 17%. Luego se sumaron los transportistas, que reclamaron un aumento del 40%, y provocaron desabastecimiento de de gasolineras, supermercados y tiendas. Y se a?adieron otros trabajadores de los servicios p?blicos. El Gobierno preparaba planes para declarar el estado de emergencia pero en p?blico, Callaghan negaba la mayor.
"Crisis, ?qué crisis?"
Recién llegado de una cumbre en Guadalupe, en el aeropuerto de Heathrow, un periodista le pregunt? cu?les eran los planes del Ejecutivo ante el caos creciente, a lo que el primer ministro respondi? que no era esa la opini?n que ten?a la gente de la situaci?n. Al d?a siguiente, el diario ‘The Sun’ titul? en portada: “Crisis, ?qué crisis?” Solo meses m?s tarde, el laborista Callaghan perder?a las elecciones frente a Margaret Thatcher. En tres meses de paros, los laboristas cayeron 25 puntos en el apoyo popular frente a los conservadores.
También la primera ministra afront? en su primer mandato el desaf?o de los huelguistas de la miner?a, que sostuvieron el pulso durante casi un a?o y perdieron. La dama de hierro se mostr? inflexible en todo momento e introdujo una dura legislaci?n antisindical que a?n perdura hasta el d?a del hoy y hace casi imposible una huelga general, al excluir los paros de solidaridad o las reivindicaciones de alcance general.
Sunak también ha presentado u proyecto de ley para limitar futuras huelgas. Pero a diferencia de entonces, los brit?nicos se muestran ahora comprensivos con los huelguistas. Y el laborista Keir Starmer espera su momento, con 20 puntos a favor en las encuestas.
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