Reem
02-10-2023, 10:20 AM
Las redes sociales anunciaron sobre las 20.00 horas de ayer el adi?s de Hilda Siverio (Tenerife, 1971). El ?ltimo cap?tulo de una luchadora infatigable contra el c?ncer desbord? un sinf?n de mensajes de solidaridad que constituyen el mejor envoltorio para una mujer que contagiaba sus ganas por seguir peleando en el peor de todos los escenarios posibles. Tanto silencio no era bueno.
El silencio de los ?ltimos d?as no presagiaba nada bueno. Su legi?n de seguidores –sumaba m?s de medio mill?n en redes sociales– llevaba tiempo esquivando una despedida que lleg? de sopet?n. Fr?a pero no por ello esperada. "Otra triste noticia. Hilda Siverio, una luchadora infatigable, un ejemplo de vida ante la adversidad, nos deja hoy". As? fue c?mo abri? su escueto mensaje José Manuel Berm?dez, alcalde de Santa Cruz de Tenerife, en Facebook sobre las 20:00 horas: Hilda Siverio (Tenerife, 1971) ya no estaba entre nosotros.
Las mismas redes sociales a las que ella se asomaba con una sonrisa de oreja a oreja –Tik Tok, Instagram, #DiariodeHilda– lamentaban el final de una batalla heroica. Una exposici?n muchas veces discutida, pero que Hilda eligi? en libertad para contar su larga batalla contra el c?ncer, enfermedad que le diagnosticaron cuando estaba embarazada de su tercer hijo: dos ni?as y un ni?o es el legado de un ser que supo atrapar a miles de corazones. "Abr?a el Whatssap, buscaba a Hilda y le enviaba unos corazoncitos", abrevia con naturalidad Jessica, también afectada por un c?ncer de pecho, antes de encontrar esos gramos de complicidad que Hilda ten?a con las personas que saben lo duro que es bregar con un veredicto tan abrumador. "Cuando recib?a los suyos (los corazoncitos) respiraba; me tranquilizaba", incide esta aliada.
Seguramente Hilda nunca imagin? que iba a entrar en una espiral tan angustiosa, pero en cuanto los médicos empezaron a hablar de una mutaci?n con un desarrollo de una met?stasis ganglionar de "dif?cil pron?stico", la paciente se arm? de valor y cont? al mundo lo que sent?a. Hablaba, bailaba y, sobre todo, re?a. Hilda Siverio apost? por visibilizar un problema que se viraliz? por su sencillez. "Sus locuras aliviaban a muchas personas, con y sin c?ncer", dice Jessica horas antes de someterse a una de esas sesiones que te dejan "planchada". Su hipn?tico optimismo no hall? muros infranqueables y ella [y las personas que pelearon a su lado] lo sab?a. Ten?a claro que su #DiariodeHilda hac?a m?s bien que mal y que todo era poco para mantener el ?nimo elevado frente a la adversidad.
Su tenacidad para agarrarse a la vida la convirti? en un icono que, como todos, esconde a esas personas que no paran en su intento de buscar cinco pies a un gato. Y es que en m?s de una ocasi?n se difundi? por error, o puede que por querer ser el primero en dar una primicia aunque esta fuera funesta, que Hilda ya hab?a muerto. Por eso cada vez que se anunciaba su partida de forma equivocada las suyas aguardaban la réplica tranquilizadora de su hija mayor en la que, m?s o menos, ven?a a aclarar que su madre estaba malita pero con vida. Anoche no llegaron esas palabras porque el camino ya estaba recorrido. Tanto silencio acumulado no era una buena se?al, pero en medio de ese sigilo se escrib?a un desenlace atroz, igual de abominable que el que se llev? por delante a la joven Elena Huelva (Sevilla, 2002), la influencer que como Hilda Siverio un d?a se propuso plantarle cara al c?ncer con una sonrisa y sin descanso.
Reacciones sobre esta muerte hay para parar un carro, pero en las ?ltimas horas de ayer contactamos con Carmen Bonfante, presidenta de la Asociaci?n de C?ncer de Mama de Tenerife, para pulsar los latidos provocados por la partida de Hilda Siverio."Es una noticia horrorosa que pone el coraz?n en un pu?o a las personas que hemos sufrido esta enfermedad", avanz? sin dejar de lado el mensaje que envi? la fallecida durante a?os. "Eligi? el camino de exponer su caso hasta el final y eso genera posicionamientos enfrentados, pero ella siempre se mostr? segura de sus actos y logr? que un mont?n de mujeres se contagiar?n de su ilusi?n para seguir adelante». Bonfante, por ?ltimo, destac? que esta es una batalla en la que se siente mucha soledad porque los avances son lentos, pero "se va otra luchadora que incrementa la angustia de las que esperan una cura: no nos abandonen, necesitamos investigaci?n".
"Nos daba mucha paz"
Las personas que conocieron de cerca el drama de Hilda Siverio lo tienen claro. "Ten?a un im?n, era un ser que concentraba muy buenas vibraciones a su alrededor" confiesa Jessica sobre una mujer que muchas veces se convert?a en el foco de atenci?n de los pacientes que coincid?an con ella en un pasillo del hospital. "Nos daba mucha paz y, sobre todo, sab?a si necesitabas recibir un abrazo", destaca sobre el buen fondo que destilaba la tinerfe?a. Algunos de sus allegados cuentan que las ?ltimas dos semanas han sido "complicadas" pero, a su vez, quieren destacar "todo lo que nos dio" cuando la enfermedad estaba desatada. Sus "benditos disparates" es otra de las facetas que subrayan de forma machacona para defender la valent?a con la que Hilda hablaba de lo que le pasaba y c?mo iba evolucionando un diagn?stico que anoche confirm? los peores pron?sticos. "Gracias por tanta lucha", repiten. | J. D.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/hilda-siverio-gracias-lucha-82763903)
El silencio de los ?ltimos d?as no presagiaba nada bueno. Su legi?n de seguidores –sumaba m?s de medio mill?n en redes sociales– llevaba tiempo esquivando una despedida que lleg? de sopet?n. Fr?a pero no por ello esperada. "Otra triste noticia. Hilda Siverio, una luchadora infatigable, un ejemplo de vida ante la adversidad, nos deja hoy". As? fue c?mo abri? su escueto mensaje José Manuel Berm?dez, alcalde de Santa Cruz de Tenerife, en Facebook sobre las 20:00 horas: Hilda Siverio (Tenerife, 1971) ya no estaba entre nosotros.
Las mismas redes sociales a las que ella se asomaba con una sonrisa de oreja a oreja –Tik Tok, Instagram, #DiariodeHilda– lamentaban el final de una batalla heroica. Una exposici?n muchas veces discutida, pero que Hilda eligi? en libertad para contar su larga batalla contra el c?ncer, enfermedad que le diagnosticaron cuando estaba embarazada de su tercer hijo: dos ni?as y un ni?o es el legado de un ser que supo atrapar a miles de corazones. "Abr?a el Whatssap, buscaba a Hilda y le enviaba unos corazoncitos", abrevia con naturalidad Jessica, también afectada por un c?ncer de pecho, antes de encontrar esos gramos de complicidad que Hilda ten?a con las personas que saben lo duro que es bregar con un veredicto tan abrumador. "Cuando recib?a los suyos (los corazoncitos) respiraba; me tranquilizaba", incide esta aliada.
Seguramente Hilda nunca imagin? que iba a entrar en una espiral tan angustiosa, pero en cuanto los médicos empezaron a hablar de una mutaci?n con un desarrollo de una met?stasis ganglionar de "dif?cil pron?stico", la paciente se arm? de valor y cont? al mundo lo que sent?a. Hablaba, bailaba y, sobre todo, re?a. Hilda Siverio apost? por visibilizar un problema que se viraliz? por su sencillez. "Sus locuras aliviaban a muchas personas, con y sin c?ncer", dice Jessica horas antes de someterse a una de esas sesiones que te dejan "planchada". Su hipn?tico optimismo no hall? muros infranqueables y ella [y las personas que pelearon a su lado] lo sab?a. Ten?a claro que su #DiariodeHilda hac?a m?s bien que mal y que todo era poco para mantener el ?nimo elevado frente a la adversidad.
Su tenacidad para agarrarse a la vida la convirti? en un icono que, como todos, esconde a esas personas que no paran en su intento de buscar cinco pies a un gato. Y es que en m?s de una ocasi?n se difundi? por error, o puede que por querer ser el primero en dar una primicia aunque esta fuera funesta, que Hilda ya hab?a muerto. Por eso cada vez que se anunciaba su partida de forma equivocada las suyas aguardaban la réplica tranquilizadora de su hija mayor en la que, m?s o menos, ven?a a aclarar que su madre estaba malita pero con vida. Anoche no llegaron esas palabras porque el camino ya estaba recorrido. Tanto silencio acumulado no era una buena se?al, pero en medio de ese sigilo se escrib?a un desenlace atroz, igual de abominable que el que se llev? por delante a la joven Elena Huelva (Sevilla, 2002), la influencer que como Hilda Siverio un d?a se propuso plantarle cara al c?ncer con una sonrisa y sin descanso.
Reacciones sobre esta muerte hay para parar un carro, pero en las ?ltimas horas de ayer contactamos con Carmen Bonfante, presidenta de la Asociaci?n de C?ncer de Mama de Tenerife, para pulsar los latidos provocados por la partida de Hilda Siverio."Es una noticia horrorosa que pone el coraz?n en un pu?o a las personas que hemos sufrido esta enfermedad", avanz? sin dejar de lado el mensaje que envi? la fallecida durante a?os. "Eligi? el camino de exponer su caso hasta el final y eso genera posicionamientos enfrentados, pero ella siempre se mostr? segura de sus actos y logr? que un mont?n de mujeres se contagiar?n de su ilusi?n para seguir adelante». Bonfante, por ?ltimo, destac? que esta es una batalla en la que se siente mucha soledad porque los avances son lentos, pero "se va otra luchadora que incrementa la angustia de las que esperan una cura: no nos abandonen, necesitamos investigaci?n".
"Nos daba mucha paz"
Las personas que conocieron de cerca el drama de Hilda Siverio lo tienen claro. "Ten?a un im?n, era un ser que concentraba muy buenas vibraciones a su alrededor" confiesa Jessica sobre una mujer que muchas veces se convert?a en el foco de atenci?n de los pacientes que coincid?an con ella en un pasillo del hospital. "Nos daba mucha paz y, sobre todo, sab?a si necesitabas recibir un abrazo", destaca sobre el buen fondo que destilaba la tinerfe?a. Algunos de sus allegados cuentan que las ?ltimas dos semanas han sido "complicadas" pero, a su vez, quieren destacar "todo lo que nos dio" cuando la enfermedad estaba desatada. Sus "benditos disparates" es otra de las facetas que subrayan de forma machacona para defender la valent?a con la que Hilda hablaba de lo que le pasaba y c?mo iba evolucionando un diagn?stico que anoche confirm? los peores pron?sticos. "Gracias por tanta lucha", repiten. | J. D.
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