Reem
12-29-2023, 06:23 AM
Si Jes?s Gil y Jose Mar?a Garc?a ten?an documental, N??ez no deb?a ser menos. El f?tbol y sus dirigentes habitualmente superan a la ficci?n. El deporte rey narra como pocos espacios de la vida la historia del poder. Nos encontramos ante un ?mbito descarnado de la sociedad, donde se puede percibir lo peor de la condici?n humana, por tanto, constituye un relato curioso a ratos, admirable a otros y entre dantesco y surrealista en su mayor parte. No lo pongan en duda: Laporta, acabe como acabe, también tendr? el suyo (https://www.sport.es/es/temas/joan-laporta-10150).*
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
6784915
La documentalizaci?n constituye en s? mismo un ejercicio que define el resultado que obtendr?s, las fuentes forman parte de la ecuaci?n. Empecemos por la ejecuci?n, porque toda idea, es ejecuci?n en si misma. Ubicar la narrativa en la porter?a de la portera del presidente marca el car?cter c?nico de un ejercicio de calado hist?rico que decide no relatar al personaje por la importancia del cargo, ni tampoco por el de su trayectoria en la instituci?n, sino por un hecho que podr?a parecer anecd?tico.
Los protagonismos y las voces que lo describen y sus ausencias también marcan el guion. Antr?s ejerce de Secretario que solo recuerda lo escrito. Joan Gaspar hace de Joan Gaspar, ese forofo con alma de trilero, que fue el heredero que dirigi? la entidad en el post-nu?ismo desde un “hooliganismo” extremo (https://www.sport.es/es/noticias/barca/gaspart-florentino-dice-cabron-tenerla-95576775). Un personaje que miente m?s que habla, por lo que sus silencios describen m?s la realidad de lo que pas? que sus palabras.
Su gerente, el ac?lito Parera, su hombre de confianza para todo, de esos que una auditor?a demostrar?an que amaba tanto al Barça como le esquilmaba lo que pod?a, hace de leal, solo habla para defender lo defendible y lo indefendible. De la época le quedar? el desafecto por todo lo que suene a catalanismo, a él y, como se ha demostrado, a sus descendientes. El resto, entran a despellejar y descuartizar al protagonista por razones diversas, seguramente muchas merecidas. Joel D?az lo sit?a en el punto c?mico radical propio de La Sotana sin querer trascender m?s que reventar, como lo hizo Alfonso Ar?s en su m?tico programa, pero ambos son humoristas, no documentalistas. La edad y el perfil de la gran mayor?a de los bi?grafos empieza a hacer dudar de su objetiva visi?n del pasado, tanto como ofrece un claro posicionamiento en su visi?n epistemol?gica.
La aparici?n estelar de Jordi Pujol, el gran enemigo p?blico del presidente culé durante gran parte de su trayectoria institucional, no deja de sorprender y, seguramente, es la ?nica pieza que magnifica y ofrece resonancia al ejercicio.
Contraste de opositores
El documento es una ?pera barroca en cuatro actos, que desde la apertura marca el nivel del personaje a partir de su final tr?gico-c?mico-negacionista. Un relato de un individuo inc?modo para la sociedad civil catalana postfranquista, un charnego sin pedigr?, hecho a s? mismo, pero con dinero suficiente para intentar ser relevante socialmente a través de la poltrona del f?tbol, en una época donde el deporte transicionaba por episodios tan grotescos como quijotescos y necesitaba de reyes midas.
N??ez se entiende desde el contraste con sus opositores tanto externos como internos. La construcci?n ap?trida del club es la pura contraposici?n cartesiana del pujolismo sistémico reinante en Catalunya en esa época, que acab? constituyendo en s? mismo un gran contrasentido presidencial para el patri?tico ejercito no armado del pa?s. Un rico aburguesado que nunca consigui? ser alguien en la burgues?a de una ciudad y que siempre quedar? la duda de si utiliz? el Barça para utilizarlo como un caballo de Troya o para aislarse en un castillo de marfil. La gesti?n patrimonial y econ?mica del club se soslaya de forma evidente para dejar en manos del h?bil financiero Tusquets, que se anota en primera persona buena parte de las grandes decisiones tomadas para sanear y estructurar el balance y la cuenta de resultados.
La historia se repetir?a en una batalla de car?cter interno, que también se escribi? por pura confrontaci?n con el cruyffismo m?s tenaz y obsesivo, all? nacen buena parte de los ismos vivos en la actualidad, entre el holandés volador y su secuaz grupo de seguidores m?s acérrimos frente al mini lehendakari. N??ez, el hombre que le trajo para que se convirtiera en el mes?as, fue su satan?s b?blico en el libro del nuevo testamento culé. ?l le ascendi? a los altares, le defendi? en momentos y vicisitudes indefendibles, para después cuestionarlo y ejecutarlo cuando consider? que hab?a traspasado todos los l?mites de lo aguantable, con la consecuente pérdida de la guerra para siempre jam?s con la gran mayor?a de la parroquia de seguidores.*
Su azaroso camino torturado por una presidencia rocambolesca no describen el destino como algo escrito en una obra preestablecida, pero sin desearlo le retratan como el presidente que transicion? a la entidad entre el tardofranquismo y la digitalizaci?n con un bagaje no tan ef?mero y carente de calado como intenta sintetizar (https://www.sport.es/es/noticias/barca/polemicas-persiguieron-nunez-7182015). Demasiados claro oscuros en la pol?tica deportiva, donde los jugadores constituyen una mercanc?a de usar y tirar con el vac?o de una direcci?n deportiva que se ejerci? desde el palco presidencial. Veintidos a?os y 140 t?tulos, de partida, deber?an plantearse desde un desempe?o menos sesgado y demag?gico.
V?deo ID:
4505489
De las secciones, que defendi? e hizo omnipresentes y mayest?ticas, ni se habla. Eso s?, su perfil histri?nico napoleon?stico le hizo convivir en su trayectoria con decisiones y ejecuciones estratégicas poco calculadas que llevaron a extra?os giros deportivos y finales criminales, desde Neeskens, pasando por Maradona y Schuster dentro del campo, o en el banquillo con el a?o de Bobby Robson como pasarela al Vangalismo por oposici?n a Cruyff, con situaciones esperpénticas propias de un sainete de Joan Pera, en sus emocionales y lacrim?genas intervenciones p?blicas en platos de televisi?n en momentos cr?ticos y cruciales.
No hay que olvidar los bramidos que caracterizaban sus t?picas y t?picas reprimendas a la masa social blaugrana, al soci no se’l pot enganyar, representadas en las asambleas para defender su posici?n de patr?n empresarial rancio y poco dispuesto a ser discutido en un ?rgano pseudodemocr?tico. Era un individuo que entend?a la gesti?n desde el yo?smo y en el que la pluralidad de las juntas solo pod?an defenderse desde los estatutos, no desde las decisiones.
En definitiva, una cinta con demasiado estereotipo para tanto metraje m?s apocal?ptico que hist?rico. Porque la historia est? seccionada de forma manique?sta con la voluntad de centrar el relato en los cl?sicos hits de la trayectoria del dirigente, para convertirla en el gag en el que el ser humano que viv?a detr?s del cargo aliment? habitualmente a la persona p?blica que representaba al FC Barcelona. Seguramente la historia y el dato describe mejor la trayectoria del presidente que la pieza audiovisual que le ha hecho volver a ser protagonista de la actualidad. Todo decodificado por alguien no muy fan del Sr. N??ez.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/barca/nunez-portera-documental-3cat-96338922)
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
6784915
La documentalizaci?n constituye en s? mismo un ejercicio que define el resultado que obtendr?s, las fuentes forman parte de la ecuaci?n. Empecemos por la ejecuci?n, porque toda idea, es ejecuci?n en si misma. Ubicar la narrativa en la porter?a de la portera del presidente marca el car?cter c?nico de un ejercicio de calado hist?rico que decide no relatar al personaje por la importancia del cargo, ni tampoco por el de su trayectoria en la instituci?n, sino por un hecho que podr?a parecer anecd?tico.
Los protagonismos y las voces que lo describen y sus ausencias también marcan el guion. Antr?s ejerce de Secretario que solo recuerda lo escrito. Joan Gaspar hace de Joan Gaspar, ese forofo con alma de trilero, que fue el heredero que dirigi? la entidad en el post-nu?ismo desde un “hooliganismo” extremo (https://www.sport.es/es/noticias/barca/gaspart-florentino-dice-cabron-tenerla-95576775). Un personaje que miente m?s que habla, por lo que sus silencios describen m?s la realidad de lo que pas? que sus palabras.
Su gerente, el ac?lito Parera, su hombre de confianza para todo, de esos que una auditor?a demostrar?an que amaba tanto al Barça como le esquilmaba lo que pod?a, hace de leal, solo habla para defender lo defendible y lo indefendible. De la época le quedar? el desafecto por todo lo que suene a catalanismo, a él y, como se ha demostrado, a sus descendientes. El resto, entran a despellejar y descuartizar al protagonista por razones diversas, seguramente muchas merecidas. Joel D?az lo sit?a en el punto c?mico radical propio de La Sotana sin querer trascender m?s que reventar, como lo hizo Alfonso Ar?s en su m?tico programa, pero ambos son humoristas, no documentalistas. La edad y el perfil de la gran mayor?a de los bi?grafos empieza a hacer dudar de su objetiva visi?n del pasado, tanto como ofrece un claro posicionamiento en su visi?n epistemol?gica.
La aparici?n estelar de Jordi Pujol, el gran enemigo p?blico del presidente culé durante gran parte de su trayectoria institucional, no deja de sorprender y, seguramente, es la ?nica pieza que magnifica y ofrece resonancia al ejercicio.
Contraste de opositores
El documento es una ?pera barroca en cuatro actos, que desde la apertura marca el nivel del personaje a partir de su final tr?gico-c?mico-negacionista. Un relato de un individuo inc?modo para la sociedad civil catalana postfranquista, un charnego sin pedigr?, hecho a s? mismo, pero con dinero suficiente para intentar ser relevante socialmente a través de la poltrona del f?tbol, en una época donde el deporte transicionaba por episodios tan grotescos como quijotescos y necesitaba de reyes midas.
N??ez se entiende desde el contraste con sus opositores tanto externos como internos. La construcci?n ap?trida del club es la pura contraposici?n cartesiana del pujolismo sistémico reinante en Catalunya en esa época, que acab? constituyendo en s? mismo un gran contrasentido presidencial para el patri?tico ejercito no armado del pa?s. Un rico aburguesado que nunca consigui? ser alguien en la burgues?a de una ciudad y que siempre quedar? la duda de si utiliz? el Barça para utilizarlo como un caballo de Troya o para aislarse en un castillo de marfil. La gesti?n patrimonial y econ?mica del club se soslaya de forma evidente para dejar en manos del h?bil financiero Tusquets, que se anota en primera persona buena parte de las grandes decisiones tomadas para sanear y estructurar el balance y la cuenta de resultados.
La historia se repetir?a en una batalla de car?cter interno, que también se escribi? por pura confrontaci?n con el cruyffismo m?s tenaz y obsesivo, all? nacen buena parte de los ismos vivos en la actualidad, entre el holandés volador y su secuaz grupo de seguidores m?s acérrimos frente al mini lehendakari. N??ez, el hombre que le trajo para que se convirtiera en el mes?as, fue su satan?s b?blico en el libro del nuevo testamento culé. ?l le ascendi? a los altares, le defendi? en momentos y vicisitudes indefendibles, para después cuestionarlo y ejecutarlo cuando consider? que hab?a traspasado todos los l?mites de lo aguantable, con la consecuente pérdida de la guerra para siempre jam?s con la gran mayor?a de la parroquia de seguidores.*
Su azaroso camino torturado por una presidencia rocambolesca no describen el destino como algo escrito en una obra preestablecida, pero sin desearlo le retratan como el presidente que transicion? a la entidad entre el tardofranquismo y la digitalizaci?n con un bagaje no tan ef?mero y carente de calado como intenta sintetizar (https://www.sport.es/es/noticias/barca/polemicas-persiguieron-nunez-7182015). Demasiados claro oscuros en la pol?tica deportiva, donde los jugadores constituyen una mercanc?a de usar y tirar con el vac?o de una direcci?n deportiva que se ejerci? desde el palco presidencial. Veintidos a?os y 140 t?tulos, de partida, deber?an plantearse desde un desempe?o menos sesgado y demag?gico.
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De las secciones, que defendi? e hizo omnipresentes y mayest?ticas, ni se habla. Eso s?, su perfil histri?nico napoleon?stico le hizo convivir en su trayectoria con decisiones y ejecuciones estratégicas poco calculadas que llevaron a extra?os giros deportivos y finales criminales, desde Neeskens, pasando por Maradona y Schuster dentro del campo, o en el banquillo con el a?o de Bobby Robson como pasarela al Vangalismo por oposici?n a Cruyff, con situaciones esperpénticas propias de un sainete de Joan Pera, en sus emocionales y lacrim?genas intervenciones p?blicas en platos de televisi?n en momentos cr?ticos y cruciales.
No hay que olvidar los bramidos que caracterizaban sus t?picas y t?picas reprimendas a la masa social blaugrana, al soci no se’l pot enganyar, representadas en las asambleas para defender su posici?n de patr?n empresarial rancio y poco dispuesto a ser discutido en un ?rgano pseudodemocr?tico. Era un individuo que entend?a la gesti?n desde el yo?smo y en el que la pluralidad de las juntas solo pod?an defenderse desde los estatutos, no desde las decisiones.
En definitiva, una cinta con demasiado estereotipo para tanto metraje m?s apocal?ptico que hist?rico. Porque la historia est? seccionada de forma manique?sta con la voluntad de centrar el relato en los cl?sicos hits de la trayectoria del dirigente, para convertirla en el gag en el que el ser humano que viv?a detr?s del cargo aliment? habitualmente a la persona p?blica que representaba al FC Barcelona. Seguramente la historia y el dato describe mejor la trayectoria del presidente que la pieza audiovisual que le ha hecho volver a ser protagonista de la actualidad. Todo decodificado por alguien no muy fan del Sr. N??ez.
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