Reem
12-15-2023, 03:32 PM
"Yo ten?a una vida normal", arranca Maite Carreras, de 64 a?os. "Ten?a un restaurante peque?o en el Empordà (Girona), la ilusi?n de mi vida. Un d?a, cogiendo una olla, sent? como si se rompiera algo dentro de m?. Se me hab?a bajado la matriz", relata esta vecina de Cervià de Ter (Girona). Entonces la operaron pero algo no sali? bien y le caus? incontinencia fecal, que es la incapacidad para controlar la salida de heces del cuerpo. Era el a?o 1998, cuando ella ten?a 40.
Aquello cambi? su vida para siempre. "No ten?a tacto y me lo hac?a encima hasta 30 veces al d?a. Era horroroso". El trauma fue tal, que Maite dej? de trabajar porque no pod?a salir de casa. As? perdi? su restaurante y, como un pez que se muerde la cola, acab? perdiendo la casa porque no pod?a pagarla. A los cuatro a?os, viendo c?mo ning?n médico encontraba soluci?n a lo que le ocurr?a, intent? suicidarse.
Maite perdi? su restaurante y su casa y, tras cuatro a?os con la dolencia, intent? suicidarse
Un 3% de la poblaci?n de entre 20 y 29 a?os y hasta un 15% de los mayores de 70 a?os sufren incontinencia fecal, seg?n la Associaci? d'Infermeria Familiar i Comunitària (Aificc). En Espa?a, advierte la Asociaci?n Incontinencia (Asia), (https://www.asiasuport.org/es/) la padecen entre 2 y 4 millones de personas. Adem?s, hay seis millones que sufren incontinencia urinaria. "Pero nadie habla de esto", denuncian los afectados. Aificc calcula que un tercio de los pacientes con incontinencia anal no lo explican a los profesionales de salud.
Vivir en una ducha
Maite prosigue su relato. "Mi vida diaria era estar sentada dentro de la ducha. Y, cuando me dijeron que no ten?a soluci?n, pensé que no quer?a vivir de esa manera. Pero me cogieron a tiempo". No pod?a ir a ning?n lado. Acud?a al médico "envuelta en bolsas de pl?stico". Lo perdi? todo, dice, "excepto la familia". A los cinco a?os, por fin, los médicos encontraron una soluci?n.
"Me pusieron un neuroestimulador: un aparatito similar a un marcapasos que, cuando tienes que ir al lavabo, te env?a se?ales al cerebro, ya que yo sigo sin tener tacto", cuenta Maite. A partir de ah?, su vida mejor?, aunque a veces puntualmente a?n sufre incontinencia, sobre todo cuando est? muy nerviosa. "A veces no puedo salir de casa, pero lo gestiono bien, puedo hacer una vida pr?cticamente normal", asegura. Adem?s, gracias al neuroestimulador, solo se le "escapa" dos o tres veces al d?a, y "puntualmente".
Los pacientes utilizan neuroestimuladores sacros: un aparato similar a un marcapasos que env?a se?ales al cerebro cuando tienen que ir al lavabo
Ahora echa la vista atr?s y hay un episodio que se le qued? especialmente grabado a fuego de aquellos cinco a?os. "El d?a que vi a mi hijo peque?o llorar porque yo no pod?a salir de casa. Ah? tuve un remordimiento muy grande por haberme intentado quitar la vida. Me arrepent? mucho".
Factores de riesgo
Adem?s de la edad, hay otros factores de riesgo para padecer incontinencia fecal, como la presencia de un estado de salud deteriorado, limitaciones f?sicas generales, diabetes, problemas neurol?gicos, enfermedad pulmonar obstructiva cr?nica o la enfermedad inflamatoria intestinal. La sufren tanto las mujeres como los hombres, y también los ni?os.
El principal tratamiento es la educaci?n y cambios de h?bitos necesarios para disminuir la posibilidad de pérdidas involuntarias de deposiciones. La primera fase, para todos los pacientes, es la de adecuada implementaci?n de dieta, modificar los h?bitos de alimentaci?n y regular el tr?fico intestinal. Otros tratamientos pasan por medicaci?n e incluso la cirug?a reparativa.
Algunos factores de riesgo son un mal estado de salud, diabetes, problemas neurol?gicos, enfermedades pulmonares o la enfermedad inflamatoria intestinal
Los a?os "m?s dif?ciles"
"Tener incontinencia fecal me toc? todas las esferas de mi vida: la social, la familiar, la laboral e incluso la sexual", cuenta por su parte ?ngels Roca, vecina de Cambrils (Tarragona) de 64 a?os y presidenta de la Asociaci?n Incontinencia (Asia). Ella la sufre desde hace 23 a?os, a ra?z del parto de su tercer y ?ltimo hijo. "Fue un parto con f?rceps, traum?tico, dif?cil, que me dej? una incontinencia fecal. Y el que ten?a que ser el momento m?s feliz de mi vida se convirti? en el m?s triste", a?ade. Los 10 a?os siguientes de su vida fueron "los m?s dif?ciles".
Antes de aquello, ?ngels ten?a un trabajo que la "realizaba": era relaciones p?blicas de restaurantes y discotecas, algo que comportaba una "vida social muy intensa". Cuando volvi? al trabajo tras el tercer parto, ella era incapaz de "verbalizar" lo que le pasaba. "Pero, cuando me ocurr?a, ten?a que irme porque ol?a mal. Ten?a ansiedad al pensar si me pasar?a en la siguiente reuni?n o acto", recuerda. Suced?a "en cualquier momento del d?a", asegura. "Sin notarlo. Es muy invalidante".
?ngels acab? dejando el trabajo, abandon? toda su vida social e incluso se mud?, junto a toda su familia, de municipio. "Arrastré a mi familia con mi problema. No sé si lo hice bien. Porque lo peor de todo fue la vida familiar. Para que la gente no les dijera a mis hijos que su madre ol?a mal, dejé de ir a todo lo importante para ellos, como los actos de final de curso. Me perd? lo mejor de ellos. Los primeros pasos de mi hijo peque?o... No iba al parque con él, no iba a la escuela", dice ?ngels.
Suced?a "en cualquier momento del d?a", asegura una paciente. "Sin notarlo. Es muy invalidante"
También afect? a su vida sexual porque, por "mucha confianza" que hubiera, ella misma se "invalidaba". "Te avergüenzas, no quieres practicar sexo porque sabes que, en un momento dado, en cualquier relajaci?n, te lo haces encima", confiesa.
Seg?n datos de Asia, un 25% de la gente con incontinencia fecal ha dejado de viajar, un 27% ha dejado de practicar sexo y m?s de un 65% no hablan del tema ni con su familia.
"Enfermeras: os necesitamos"
A los 10 a?os de haberlo probado "casi todo", los médicos comenzaron a probar con ?ngels la "neuromodulaci?n sacra", que consiste en la implantaci?n del mismo aparatito que utiliza Maite. "Te lo colocan en la nalga del culo y est? conectado con un cable en la ra?z sacra", explica. A ella le ha dado "calidad de vida" ("puedo montar en bicicleta", ejemplifica), mientras antes su vida "depend?a de un lavabo".
Ahora tiene tres nietos y asegura que no se pierde "nada de ellos". Recupera as? el tiempo que no pudo pasar con sus hijos. ?ngels acaba reivindicando el papel de las enfermeras: "Las necesitamos a nuestro lado. A veces, con una pregunta sistem?tica -?tienes incontinencia?- nos pueden ayudar. Son las m?s pr?ximas, quienes nos dan m?s confianza y con quienes tenemos menos vergüenza".
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/afectadas-incontinencia-fecal-dana-vida-95885765)
Aquello cambi? su vida para siempre. "No ten?a tacto y me lo hac?a encima hasta 30 veces al d?a. Era horroroso". El trauma fue tal, que Maite dej? de trabajar porque no pod?a salir de casa. As? perdi? su restaurante y, como un pez que se muerde la cola, acab? perdiendo la casa porque no pod?a pagarla. A los cuatro a?os, viendo c?mo ning?n médico encontraba soluci?n a lo que le ocurr?a, intent? suicidarse.
Maite perdi? su restaurante y su casa y, tras cuatro a?os con la dolencia, intent? suicidarse
Un 3% de la poblaci?n de entre 20 y 29 a?os y hasta un 15% de los mayores de 70 a?os sufren incontinencia fecal, seg?n la Associaci? d'Infermeria Familiar i Comunitària (Aificc). En Espa?a, advierte la Asociaci?n Incontinencia (Asia), (https://www.asiasuport.org/es/) la padecen entre 2 y 4 millones de personas. Adem?s, hay seis millones que sufren incontinencia urinaria. "Pero nadie habla de esto", denuncian los afectados. Aificc calcula que un tercio de los pacientes con incontinencia anal no lo explican a los profesionales de salud.
Vivir en una ducha
Maite prosigue su relato. "Mi vida diaria era estar sentada dentro de la ducha. Y, cuando me dijeron que no ten?a soluci?n, pensé que no quer?a vivir de esa manera. Pero me cogieron a tiempo". No pod?a ir a ning?n lado. Acud?a al médico "envuelta en bolsas de pl?stico". Lo perdi? todo, dice, "excepto la familia". A los cinco a?os, por fin, los médicos encontraron una soluci?n.
"Me pusieron un neuroestimulador: un aparatito similar a un marcapasos que, cuando tienes que ir al lavabo, te env?a se?ales al cerebro, ya que yo sigo sin tener tacto", cuenta Maite. A partir de ah?, su vida mejor?, aunque a veces puntualmente a?n sufre incontinencia, sobre todo cuando est? muy nerviosa. "A veces no puedo salir de casa, pero lo gestiono bien, puedo hacer una vida pr?cticamente normal", asegura. Adem?s, gracias al neuroestimulador, solo se le "escapa" dos o tres veces al d?a, y "puntualmente".
Los pacientes utilizan neuroestimuladores sacros: un aparato similar a un marcapasos que env?a se?ales al cerebro cuando tienen que ir al lavabo
Ahora echa la vista atr?s y hay un episodio que se le qued? especialmente grabado a fuego de aquellos cinco a?os. "El d?a que vi a mi hijo peque?o llorar porque yo no pod?a salir de casa. Ah? tuve un remordimiento muy grande por haberme intentado quitar la vida. Me arrepent? mucho".
Factores de riesgo
Adem?s de la edad, hay otros factores de riesgo para padecer incontinencia fecal, como la presencia de un estado de salud deteriorado, limitaciones f?sicas generales, diabetes, problemas neurol?gicos, enfermedad pulmonar obstructiva cr?nica o la enfermedad inflamatoria intestinal. La sufren tanto las mujeres como los hombres, y también los ni?os.
El principal tratamiento es la educaci?n y cambios de h?bitos necesarios para disminuir la posibilidad de pérdidas involuntarias de deposiciones. La primera fase, para todos los pacientes, es la de adecuada implementaci?n de dieta, modificar los h?bitos de alimentaci?n y regular el tr?fico intestinal. Otros tratamientos pasan por medicaci?n e incluso la cirug?a reparativa.
Algunos factores de riesgo son un mal estado de salud, diabetes, problemas neurol?gicos, enfermedades pulmonares o la enfermedad inflamatoria intestinal
Los a?os "m?s dif?ciles"
"Tener incontinencia fecal me toc? todas las esferas de mi vida: la social, la familiar, la laboral e incluso la sexual", cuenta por su parte ?ngels Roca, vecina de Cambrils (Tarragona) de 64 a?os y presidenta de la Asociaci?n Incontinencia (Asia). Ella la sufre desde hace 23 a?os, a ra?z del parto de su tercer y ?ltimo hijo. "Fue un parto con f?rceps, traum?tico, dif?cil, que me dej? una incontinencia fecal. Y el que ten?a que ser el momento m?s feliz de mi vida se convirti? en el m?s triste", a?ade. Los 10 a?os siguientes de su vida fueron "los m?s dif?ciles".
Antes de aquello, ?ngels ten?a un trabajo que la "realizaba": era relaciones p?blicas de restaurantes y discotecas, algo que comportaba una "vida social muy intensa". Cuando volvi? al trabajo tras el tercer parto, ella era incapaz de "verbalizar" lo que le pasaba. "Pero, cuando me ocurr?a, ten?a que irme porque ol?a mal. Ten?a ansiedad al pensar si me pasar?a en la siguiente reuni?n o acto", recuerda. Suced?a "en cualquier momento del d?a", asegura. "Sin notarlo. Es muy invalidante".
?ngels acab? dejando el trabajo, abandon? toda su vida social e incluso se mud?, junto a toda su familia, de municipio. "Arrastré a mi familia con mi problema. No sé si lo hice bien. Porque lo peor de todo fue la vida familiar. Para que la gente no les dijera a mis hijos que su madre ol?a mal, dejé de ir a todo lo importante para ellos, como los actos de final de curso. Me perd? lo mejor de ellos. Los primeros pasos de mi hijo peque?o... No iba al parque con él, no iba a la escuela", dice ?ngels.
Suced?a "en cualquier momento del d?a", asegura una paciente. "Sin notarlo. Es muy invalidante"
También afect? a su vida sexual porque, por "mucha confianza" que hubiera, ella misma se "invalidaba". "Te avergüenzas, no quieres practicar sexo porque sabes que, en un momento dado, en cualquier relajaci?n, te lo haces encima", confiesa.
Seg?n datos de Asia, un 25% de la gente con incontinencia fecal ha dejado de viajar, un 27% ha dejado de practicar sexo y m?s de un 65% no hablan del tema ni con su familia.
"Enfermeras: os necesitamos"
A los 10 a?os de haberlo probado "casi todo", los médicos comenzaron a probar con ?ngels la "neuromodulaci?n sacra", que consiste en la implantaci?n del mismo aparatito que utiliza Maite. "Te lo colocan en la nalga del culo y est? conectado con un cable en la ra?z sacra", explica. A ella le ha dado "calidad de vida" ("puedo montar en bicicleta", ejemplifica), mientras antes su vida "depend?a de un lavabo".
Ahora tiene tres nietos y asegura que no se pierde "nada de ellos". Recupera as? el tiempo que no pudo pasar con sus hijos. ?ngels acaba reivindicando el papel de las enfermeras: "Las necesitamos a nuestro lado. A veces, con una pregunta sistem?tica -?tienes incontinencia?- nos pueden ayudar. Son las m?s pr?ximas, quienes nos dan m?s confianza y con quienes tenemos menos vergüenza".
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/afectadas-incontinencia-fecal-dana-vida-95885765)