Reem
12-14-2023, 11:29 AM
“Acabo de salir de una relaci?n t?xica”, explica Carla a una amiga antes de empezar su clase en la ESO. Se trata de una expresi?n que empleamos habitualmente en los entornos sociales, ?pero sabemos detectarla a tiempo?
Una relaci?n t?xica genera un malestar cr?nico y destroza la vida cotidiana de una pareja. Impide que la persona pueda crecer y expresar libremente su afectividad. En la adolescencia es especialmente preocupante, porque en esta etapa resulta esencial relacionarse con libertad y vivir nuevas experiencias. La adolescencia es un laboratorio para ensayar relaciones afectivas.
En los casos m?s graves, una relaci?n t?xica termina produciendo aislamiento y se convierte en una antesala para los malos tratos. A mayor dependencia, mayor probabilidad de violencia en el futuro de la pareja. La relaci?n se convierte en una especie de c?rcel voluntaria decorada con bonitas im?genes rom?nticas: muchos corazones y lacitos rosas, pero sin libertad para vivir la propia vida.
Se?ales que van creciendo
Existen algunos indicios que pueden ir agrav?ndose conforme avanza la relaci?n en una escalada de toxicidad:
1. Sentimientos de malestar. Cada encuentro se convierte en una discusi?n. Una parte encuentra muy dif?cil hacer aquello que desea o tomar cualquier decisi?n, porque la otra es excesivamente dominante. A pesar de que la relaci?n no funciona, estos problemas se normalizan.
2. Dependencia emocional. La persona dependiente no concibe su vida sin esa pareja o sin esa amistad. Se aferra a la relaci?n, sin imaginar una existencia independiente. Tiene necesidad de este contacto, aunque sea fuente de sufrimiento.
3. Conflictos continuos. Las discusiones se multiplican y la relaci?n acaba dominada por la ira. Cada vez hay mayor dificultad para realizar los deseos propios o para llevar a cabo cualquier actividad. En esta situaci?n, una persona cede la iniciativa en favor de otra, que lleva la batuta. Con el tiempo, se renuncia a muchos h?bitos y también se pierden relaciones con otras amistades y familiares.
4. Falta de comunicaci?n. No existe respeto a las opiniones, ni interés en escuchar. Se ridiculiza y se llega a humillar en p?blico al otro. Por esto, pueden aparecer sentimientos de miedo, inhibiéndose la expresi?n de ideas personales.
5. Mitos de amor rom?ntico y creencias sexistas. Es la parte cognitiva en el caso de las parejas. El amor rom?ntico supone que una persona necesita a otra para ser completa: es el mito de “tu media naranja” o “tu pr?ncipe azul”. No obstante, las creencias sexistas son ideas heredadas, dif?ciles de detectar, presentes en el entorno.
6. Celos y culpabilidad. No hay que confundir los celos con el amor. Los celos no son muestras de afecto ni significan preocupaci?n, solo buscan un control exclusivo. La persona celosa tiene miedo a perder al otro, al que llega a considerar suyo: es su “propiedad”. En realidad, el amor debe basarse en la confianza mutua, en la libertad para relacionarse de forma sana con otras personas, fuera de la pareja, sin miedo y sin culpa. Transmitir culpabilidad es una forma de chantaje emocional.
7. Control (sobre todo tecnol?gico). En una relaci?n t?xica, una parte quiere conocerlo todo sobre la otra: a quién ve, con quién habla. Le revisa el m?vil y conoce sus contrase?as. Vigila todo lo que hace en redes, cada minuto, hasta el m?s m?nimo gesto. Un “me gusta” puede ser un motivo de conflicto. Por el contrario, en una relaci?n equilibrada cada persona tiene un espacio propio.
8. Luz de gas. Consiste en negar siempre lo que la otra persona dice. Se ignoran todas las percepciones, se ponen en duda cosas que ha visto o recuerda, con el pretexto de que son absurdas. Al ser cuestionada de forma tan absoluta, la v?ctima puede llegar a dudar de su salud mental.
9. Violencia psicol?gica. Es la parte m?s invisible y sutil. La manipulaci?n emocional resulta muy dif?cil de detectar desde fuera, por parte del entorno. Sin embargo, implica que la relaci?n ha entrado de lleno en el ?mbito de los malos tratos. Consiste en el aumento, en su intensidad y frecuencia, de todo lo anterior: controlar de forma obsesiva, humillar o desvalorizar permanentemente al otro, consiguiendo que baje su autoestima. Incluso se amenaza con divulgar im?genes ?ntimas en Internet.
10. Violencia f?sica o sexual. En las primeras fases se pueden arrojar objetos, dar portazos, gritar, empujar, pellizcar… Después, se llega a otras agresiones graves, produciendo lesiones que requieren atenci?n médica. La violencia sexual reviste diversas formas. La l?nea roja se cruza cuando no se respetan los derechos personales. Entonces se fuerza o se obliga a realizar actos no deseados, ignorando el consentimiento voluntario.
El bot?n rojo: detectar, parar y afrontar
Apretar el “bot?n rojo” de alerta sirve para que otras personas puedan intervenir y ayudar a tomar conciencia del problema. Es importante detectar una relaci?n t?xica lo antes posible para, a continuaci?n, adoptar una actitud de afrontamiento. Una vez identificadas las conductas disfuncionales, es necesario combatirlas con ayuda profesional.
La persona con dependencia emocional debe cambiar sus creencias err?neas por ideas m?s racionales y desarrollar estrategias de comunicaci?n asertiva. El objetivo es que la persona se sienta respetada en sus derechos, hable con su propia voz y pueda vivir, en todo momento, la vida que desea. En resumen, debe adquirir habilidades de autocuidado.
https://counter.theconversation.com/content/209149/count.gif?distributor=republish-lightbox-advanced
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/diez-senales-detectar-relaciones-toxicas-adolescentes-95825793)
Una relaci?n t?xica genera un malestar cr?nico y destroza la vida cotidiana de una pareja. Impide que la persona pueda crecer y expresar libremente su afectividad. En la adolescencia es especialmente preocupante, porque en esta etapa resulta esencial relacionarse con libertad y vivir nuevas experiencias. La adolescencia es un laboratorio para ensayar relaciones afectivas.
En los casos m?s graves, una relaci?n t?xica termina produciendo aislamiento y se convierte en una antesala para los malos tratos. A mayor dependencia, mayor probabilidad de violencia en el futuro de la pareja. La relaci?n se convierte en una especie de c?rcel voluntaria decorada con bonitas im?genes rom?nticas: muchos corazones y lacitos rosas, pero sin libertad para vivir la propia vida.
Se?ales que van creciendo
Existen algunos indicios que pueden ir agrav?ndose conforme avanza la relaci?n en una escalada de toxicidad:
1. Sentimientos de malestar. Cada encuentro se convierte en una discusi?n. Una parte encuentra muy dif?cil hacer aquello que desea o tomar cualquier decisi?n, porque la otra es excesivamente dominante. A pesar de que la relaci?n no funciona, estos problemas se normalizan.
2. Dependencia emocional. La persona dependiente no concibe su vida sin esa pareja o sin esa amistad. Se aferra a la relaci?n, sin imaginar una existencia independiente. Tiene necesidad de este contacto, aunque sea fuente de sufrimiento.
3. Conflictos continuos. Las discusiones se multiplican y la relaci?n acaba dominada por la ira. Cada vez hay mayor dificultad para realizar los deseos propios o para llevar a cabo cualquier actividad. En esta situaci?n, una persona cede la iniciativa en favor de otra, que lleva la batuta. Con el tiempo, se renuncia a muchos h?bitos y también se pierden relaciones con otras amistades y familiares.
4. Falta de comunicaci?n. No existe respeto a las opiniones, ni interés en escuchar. Se ridiculiza y se llega a humillar en p?blico al otro. Por esto, pueden aparecer sentimientos de miedo, inhibiéndose la expresi?n de ideas personales.
5. Mitos de amor rom?ntico y creencias sexistas. Es la parte cognitiva en el caso de las parejas. El amor rom?ntico supone que una persona necesita a otra para ser completa: es el mito de “tu media naranja” o “tu pr?ncipe azul”. No obstante, las creencias sexistas son ideas heredadas, dif?ciles de detectar, presentes en el entorno.
6. Celos y culpabilidad. No hay que confundir los celos con el amor. Los celos no son muestras de afecto ni significan preocupaci?n, solo buscan un control exclusivo. La persona celosa tiene miedo a perder al otro, al que llega a considerar suyo: es su “propiedad”. En realidad, el amor debe basarse en la confianza mutua, en la libertad para relacionarse de forma sana con otras personas, fuera de la pareja, sin miedo y sin culpa. Transmitir culpabilidad es una forma de chantaje emocional.
7. Control (sobre todo tecnol?gico). En una relaci?n t?xica, una parte quiere conocerlo todo sobre la otra: a quién ve, con quién habla. Le revisa el m?vil y conoce sus contrase?as. Vigila todo lo que hace en redes, cada minuto, hasta el m?s m?nimo gesto. Un “me gusta” puede ser un motivo de conflicto. Por el contrario, en una relaci?n equilibrada cada persona tiene un espacio propio.
8. Luz de gas. Consiste en negar siempre lo que la otra persona dice. Se ignoran todas las percepciones, se ponen en duda cosas que ha visto o recuerda, con el pretexto de que son absurdas. Al ser cuestionada de forma tan absoluta, la v?ctima puede llegar a dudar de su salud mental.
9. Violencia psicol?gica. Es la parte m?s invisible y sutil. La manipulaci?n emocional resulta muy dif?cil de detectar desde fuera, por parte del entorno. Sin embargo, implica que la relaci?n ha entrado de lleno en el ?mbito de los malos tratos. Consiste en el aumento, en su intensidad y frecuencia, de todo lo anterior: controlar de forma obsesiva, humillar o desvalorizar permanentemente al otro, consiguiendo que baje su autoestima. Incluso se amenaza con divulgar im?genes ?ntimas en Internet.
10. Violencia f?sica o sexual. En las primeras fases se pueden arrojar objetos, dar portazos, gritar, empujar, pellizcar… Después, se llega a otras agresiones graves, produciendo lesiones que requieren atenci?n médica. La violencia sexual reviste diversas formas. La l?nea roja se cruza cuando no se respetan los derechos personales. Entonces se fuerza o se obliga a realizar actos no deseados, ignorando el consentimiento voluntario.
El bot?n rojo: detectar, parar y afrontar
Apretar el “bot?n rojo” de alerta sirve para que otras personas puedan intervenir y ayudar a tomar conciencia del problema. Es importante detectar una relaci?n t?xica lo antes posible para, a continuaci?n, adoptar una actitud de afrontamiento. Una vez identificadas las conductas disfuncionales, es necesario combatirlas con ayuda profesional.
La persona con dependencia emocional debe cambiar sus creencias err?neas por ideas m?s racionales y desarrollar estrategias de comunicaci?n asertiva. El objetivo es que la persona se sienta respetada en sus derechos, hable con su propia voz y pueda vivir, en todo momento, la vida que desea. En resumen, debe adquirir habilidades de autocuidado.
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