Reem
12-14-2023, 06:59 AM
El 15 de diciembre se cumplir? un a?o de la muerte de Eduardo Pelegr?n (https://www.epe.es/es/cultura/20231213/aniversario-muerte-calpurnio-maestro-discreto-comic-cuttlas-95747236), m?s conocido como Calpurnio, v?deo artista, ilustrador, guionista y dibujante de c?mics conocido por ser el creador de Cuttlas. A pesar de su sencilla apariencia y trazo, este vaquero se ha convertido en uno de los personajes m?s carism?ticos del c?mic espa?ol y ha hecho de su autor uno de los dibujantes m?s importantes de la segunda mitad del siglo XX.
"Para m? Calpurnio est? en la liga de un Chris Ware, de un Micharmut, de un George Herriman… En definitiva, de gente que hace avanzar el lenguaje del c?mic. De hecho, creo que pasar?n muchos a?os hasta que se pueda asimilar todo lo que ha hecho por este arte", explica el cr?tico y experto en c?mics ?lvaro Pons, responsable de El gran libro de Cuttlas, recopilaci?n de las mejores aventuras del personaje, que acaba de ser editado por Reservoir Books. Un volumen de m?s de setecientas p?ginas —elegidas de entre las m?s de dos mil protagonizadas por el personaje—, que es calificado por Pons como "un cat?logo de posibles recursos narrativos de la historieta que nadie m?s ha explorado salvo él".
A principios de los a?os 80, cuando el punk estaba todav?a en apogeo, Calpurnio edit?, junto a su amigo Nacho Villaro, El Japo. En el n?mero uno de este fanzine "expectorante y mucol?tico" apareci? la primera tira de Cuttlas, un personaje realizado con apenas un par de ?valos y cuatro palotes que, por su sencillez, contrastaba tanto con el academicismo de los c?mics convencionales como con el abigarramiento del c?mic underground.
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P?ginas interiores de 'El gran libro de Cuttlas'.
Reservoir Books
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"Cuando se publica por primera vez en El Japo, Cuttlas no es m?s que una parodia del western. Aunque en esas primeras historias hay una intenci?n por provocar, que la gente diga que eso lo puede hacer cualquiera, Calpurnio es consciente de que esa parodia no llega m?s all? y decide buscar m?s. En ese sentido, se da cuenta de que el western es un género que se hibrida con facilidad y que lo que tiene entre las manos es, en realidad, una herramienta de exploraci?n", recuerda ?lvaro Pons.
Lo que comenz? siendo una simple tira de vaqueros protagonizada por Cuttlas, su yegua Rosario, su novia Mabel y su amigo Jim, un negro perseguido por una banda del Ku-Klux-Klan, fue creciendo tanto espacial como conceptualmente. La tira dio paso a la media p?gina y esta a una plancha completa, que no tard? en qued?rsele peque?a a un Calpurnio que necesitaba romper los l?mites del formato para dar rienda suelta a sus inquietudes, entre las que se encontraba la experimentaci?n con el léxico, la gram?tica, la narraci?n secuencia, la teor?a de la relatividad o la f?sica cu?ntica.
"La primera media p?gina de Cuttlas que vi fue en el fanzine Kaspa de Rata de Zaragoza. La le? con gusto, me pareci? ingeniosa, pero no le di muchas m?s vueltas. Pensé que era un ejercicio puntual, no algo que pudiera tener m?s recorrido —recuerda el dibujante Mauro Entrialgo—. Meses m?s tarde, empecé a publicar en el primer Makoki gracias a Ernesto Murillo, que en aquel momento formaba tr?o creativo con Mediavilla y Gallardo, este ?ltimo, director de la revista, en la que también se hab?a empezado a publicar a Cuttlas. Ernesto estaba encantado de publicar a Calpur, pero yo, que ten?a 17 a?os, no entend?a demasiado el entusiasmo por algo con un humor naif, que parec?a demasiado blanco para aquella revista de humor marr?n. Entonces me explic? por qué esa media p?gina funcionaba tan bien: la elecci?n de instantes y las elipsis, la rotundidad expresiva de esa plumilla cl?sica, los tama?os de las vi?etas… A partir de entonces, lo primero que le?a de Makoki era el Cuttlas", relata Entrialgo.
Llegar a soluciones sencillas que, de alguna manera, podr?an estar al alcance de todos pero que nadie ha reparado en ellas, es una genialidad"
Ata Lassalle
Editor de Autsaider C?mics
"Llegar a soluciones sencillas que, de alguna manera, podr?an estar al alcance de todos pero que nadie ha reparado en ellas, es una genialidad. Cuando esa soluci?n sencilla se aporta en un medio como el c?mic, tan vinculado al “inevitable” esfuerzo, sacrificio y dedicaci?n, no deja de tener algo de provocaci?n, hasta el punto de que, probablemente, propicie un cataclismo en algunos creadores y en sus fieles seguidores, los cuales ven en la entrega de su vida a la causa del tebeo parte del valor de la obra", comenta Ata Lassalle, editor de Autsaider C?mics, sello que tiene en cat?logo t?tulos como Primavera para Madrid de Magius, galardonado con el Premio Nacional de C?mic 2021, o Ronson de César Sebasti?n, uno de los c?mics revelaci?n de esta temporada. A pesar de este buen criterio editorial, Lassalle reconoce que, en su momento, la decisi?n de apostar por la obra de Calpurnio no era algo sencillo.
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Calpurnio y su personaje.
David Poliakoff
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"Me resulta dif?cil trasladarme a esa época, pero dir?a que, dentro del c?mic underground, la creatividad y la ruptura de esquemas, lejos de ser un riesgo, eran y son un est?mulo. La transgresi?n formal pod?a incomodar en todo caso a los puristas del tebeo, a los cl?sicos de mente m?s cuadriculada, cosa que en ese momento posiblemente causara en los editores de Cuttlas, cuya vocaci?n comercial nunca fue muy ambiciosa, cierto regocijo m?s que un vértigo. Otra cosa es si hablamos de un editor convencional que, en su caso, no es que fuera un riesgo, sino que era implanteable".
La consagraci?n
Tras su paso por Makoki, El v?bora y otras revistas de c?mic, en la década de los 90 Cuttlas encontr? acomodo en las p?ginas de cabeceras de prensa convencional como El peque?o Pa?s o El Pa?s de las Tentaciones, donde fue descubierto por una nueva generaci?n de lectores.
"Conoc? a Cuttlas de ni?a, no recuerdo exactamente el momento, pero seguro que fue en El Peque?o Pa?s. Me llam? la atenci?n, pero no le di importancia al estilo. Mucha gente tiende a pensar que a m?s realismo, m?s dificultad, pero ser capaz de dejar un c?mic en su m?nima expresi?n y que funcione, me parece infinitamente m?s dif?cil. Nadie dibuja mejor una pistola que Calpurnio, pero no me quiero ni imaginar la de veces que tuvo que escuchar eso de 'mi hijo podr?a hacer eso'", afirma Grillante, ilustradora y dibujante de c?mics, y ?lvaro Pons le da la raz?n.
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P?ginas interiores de 'El gran libro de Cuttlas'.
Reservoir Books
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"Cuttlas parec?a estar hecho por un ni?o de tres a?os, pero, al leerlo, comprobabas que no era tan sencillo. Cuando ves al personaje te das cuenta de cu?ndo est? contento, cu?ndo est? feliz, cu?ndo se r?e, cu?ndo se cabrea… Transmitir esas emociones con solo dos c?rculos y unos palitos es complej?simo y, cuando ve?as a Calpur dibujar, te dabas cuenta de esa dificultad. Hac?a un Cuttlas y luego lo borraba porque dec?a que no estaba bien. Lo volv?a a dibujar, lo volv?a a borrar y, después de diez veces, consegu?a la expresi?n que quer?a. Cuando te lo ense?aba, efectivamente, el personaje estaba riendo, contento, feliz o lo que quisiera expresar en ese momento".
Como si se tratase de la conquista del Oeste, poco a poco Cuttlas fue explorando nuevos territorios en los que ya no era necesario dar explicaciones sobre el mayor o menor academicismo de su dibujo. "La primera vez que fui consciente de las historietas de Cuttlas fue en El Pa?s de las Tentaciones, suplemento cultural y referente posmoderno. Ese marco legitimaba las historietas de Calpurnio, no porque pudiera haber dudas de su pulso creativo en sinton?a con su humor surrealista, sino por el hecho mismo de que se trataba de una publicaci?n pionera de tendencias culturales", comenta la cr?tica y experta en c?mic Elisa McCausland, que coloca a Calpurnio a la altura de uno de los artistas espa?oles m?s internacionales de esa época: "Como Mariscal, Calpurnio legitim? el trazo naif, infantil, como forma de expresi?n art?stica con componentes ir?nicos y cr?ticos".
Insuficientemente valorado
A pesar de la revoluci?n estética y conceptual que Cuttlas y Calpurnio supusieron para el c?mic, es un hecho que, a d?a de hoy, ni el personaje ni su autor han sido lo suficientemente valorados en Espa?a o internacionalmente.
Cuttlas no se ha valorado lo suficiente, pero eso es algo que se produce muy habitualmente con obras de densidad autoral que son capaces, al mismo tiempo, de tener tir?n popular"
Mauro Entrialgo
Autor de c?mic
"La mayor?a de la gente le tiene mucho cari?o a su trabajo porque todos lo hemos disfrutado en alg?n momento, pero quiz?s su estilo, junto con que era algo que pod?a leer todo el mundo gratis mientras ibas en el bus o el metro en el 20 Minutos, hizo que no se le diera el reconocimiento que merec?a", explica Grillante, cuya opini?n es compartida por Mauro Entrialgo: "Cuttlas no se ha valorado lo suficiente, pero eso es algo que se produce muy habitualmente con obras de densidad autoral que son capaces, al mismo tiempo, de tener tir?n popular. En cualquier caso, tengo la impresi?n de que, precisamente esa falta de valoraci?n, otorga a los autores como Calpur una libertad creativa que la presi?n de un aplauso de la alta cultura a tiempo real habr?a coartado".
"Calpurnio jam?s se dio importancia ni le dio importancia a lo que estaba haciendo. Se lo pasaba bien con ello y eso era lo importante. Nunca se preocup? demasiado de publicar su trabajo en otros pa?ses. Pensaba que el personaje no se iba a entender en el extranjero, y yo le dec?a: 'Al contrario, tu tebeo es el m?s inteligible en cualquier idioma'. De hecho, las pocas veces que se movieron ediciones internacionales, Cuttlas se public? en el Sh?kan Morning de K?dansha en Jap?n y ahora va a salir una edici?n en chino", adelanta ?lvaro Pons, que en varias ocasiones lleg? a escribir que Cuttlas era una de las obras m?s importantes del c?mic espa?ol. "Cuando Calpur lo le?a, lo agradec?a, pero me respond?a que no me iba a pagar una comida por escribir cosas como esas. Era extraordinariamente humilde y, en su opini?n, hab?a muchos otros mucho mejores que él, por mucho que yo le dijera que no hab?a nadie que estuviera haciendo lo que él hac?a", concluye Pons.
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Portada de 'El gran libro de Cuttlas'.
Reservoir Books
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أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/calpurnio-maestro-discreto-comic-espanol-95821158)
"Para m? Calpurnio est? en la liga de un Chris Ware, de un Micharmut, de un George Herriman… En definitiva, de gente que hace avanzar el lenguaje del c?mic. De hecho, creo que pasar?n muchos a?os hasta que se pueda asimilar todo lo que ha hecho por este arte", explica el cr?tico y experto en c?mics ?lvaro Pons, responsable de El gran libro de Cuttlas, recopilaci?n de las mejores aventuras del personaje, que acaba de ser editado por Reservoir Books. Un volumen de m?s de setecientas p?ginas —elegidas de entre las m?s de dos mil protagonizadas por el personaje—, que es calificado por Pons como "un cat?logo de posibles recursos narrativos de la historieta que nadie m?s ha explorado salvo él".
A principios de los a?os 80, cuando el punk estaba todav?a en apogeo, Calpurnio edit?, junto a su amigo Nacho Villaro, El Japo. En el n?mero uno de este fanzine "expectorante y mucol?tico" apareci? la primera tira de Cuttlas, un personaje realizado con apenas un par de ?valos y cuatro palotes que, por su sencillez, contrastaba tanto con el academicismo de los c?mics convencionales como con el abigarramiento del c?mic underground.
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P?ginas interiores de 'El gran libro de Cuttlas'.
Reservoir Books
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"Cuando se publica por primera vez en El Japo, Cuttlas no es m?s que una parodia del western. Aunque en esas primeras historias hay una intenci?n por provocar, que la gente diga que eso lo puede hacer cualquiera, Calpurnio es consciente de que esa parodia no llega m?s all? y decide buscar m?s. En ese sentido, se da cuenta de que el western es un género que se hibrida con facilidad y que lo que tiene entre las manos es, en realidad, una herramienta de exploraci?n", recuerda ?lvaro Pons.
Lo que comenz? siendo una simple tira de vaqueros protagonizada por Cuttlas, su yegua Rosario, su novia Mabel y su amigo Jim, un negro perseguido por una banda del Ku-Klux-Klan, fue creciendo tanto espacial como conceptualmente. La tira dio paso a la media p?gina y esta a una plancha completa, que no tard? en qued?rsele peque?a a un Calpurnio que necesitaba romper los l?mites del formato para dar rienda suelta a sus inquietudes, entre las que se encontraba la experimentaci?n con el léxico, la gram?tica, la narraci?n secuencia, la teor?a de la relatividad o la f?sica cu?ntica.
"La primera media p?gina de Cuttlas que vi fue en el fanzine Kaspa de Rata de Zaragoza. La le? con gusto, me pareci? ingeniosa, pero no le di muchas m?s vueltas. Pensé que era un ejercicio puntual, no algo que pudiera tener m?s recorrido —recuerda el dibujante Mauro Entrialgo—. Meses m?s tarde, empecé a publicar en el primer Makoki gracias a Ernesto Murillo, que en aquel momento formaba tr?o creativo con Mediavilla y Gallardo, este ?ltimo, director de la revista, en la que también se hab?a empezado a publicar a Cuttlas. Ernesto estaba encantado de publicar a Calpur, pero yo, que ten?a 17 a?os, no entend?a demasiado el entusiasmo por algo con un humor naif, que parec?a demasiado blanco para aquella revista de humor marr?n. Entonces me explic? por qué esa media p?gina funcionaba tan bien: la elecci?n de instantes y las elipsis, la rotundidad expresiva de esa plumilla cl?sica, los tama?os de las vi?etas… A partir de entonces, lo primero que le?a de Makoki era el Cuttlas", relata Entrialgo.
Llegar a soluciones sencillas que, de alguna manera, podr?an estar al alcance de todos pero que nadie ha reparado en ellas, es una genialidad"
Ata Lassalle
Editor de Autsaider C?mics
"Llegar a soluciones sencillas que, de alguna manera, podr?an estar al alcance de todos pero que nadie ha reparado en ellas, es una genialidad. Cuando esa soluci?n sencilla se aporta en un medio como el c?mic, tan vinculado al “inevitable” esfuerzo, sacrificio y dedicaci?n, no deja de tener algo de provocaci?n, hasta el punto de que, probablemente, propicie un cataclismo en algunos creadores y en sus fieles seguidores, los cuales ven en la entrega de su vida a la causa del tebeo parte del valor de la obra", comenta Ata Lassalle, editor de Autsaider C?mics, sello que tiene en cat?logo t?tulos como Primavera para Madrid de Magius, galardonado con el Premio Nacional de C?mic 2021, o Ronson de César Sebasti?n, uno de los c?mics revelaci?n de esta temporada. A pesar de este buen criterio editorial, Lassalle reconoce que, en su momento, la decisi?n de apostar por la obra de Calpurnio no era algo sencillo.
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Calpurnio y su personaje.
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"Me resulta dif?cil trasladarme a esa época, pero dir?a que, dentro del c?mic underground, la creatividad y la ruptura de esquemas, lejos de ser un riesgo, eran y son un est?mulo. La transgresi?n formal pod?a incomodar en todo caso a los puristas del tebeo, a los cl?sicos de mente m?s cuadriculada, cosa que en ese momento posiblemente causara en los editores de Cuttlas, cuya vocaci?n comercial nunca fue muy ambiciosa, cierto regocijo m?s que un vértigo. Otra cosa es si hablamos de un editor convencional que, en su caso, no es que fuera un riesgo, sino que era implanteable".
La consagraci?n
Tras su paso por Makoki, El v?bora y otras revistas de c?mic, en la década de los 90 Cuttlas encontr? acomodo en las p?ginas de cabeceras de prensa convencional como El peque?o Pa?s o El Pa?s de las Tentaciones, donde fue descubierto por una nueva generaci?n de lectores.
"Conoc? a Cuttlas de ni?a, no recuerdo exactamente el momento, pero seguro que fue en El Peque?o Pa?s. Me llam? la atenci?n, pero no le di importancia al estilo. Mucha gente tiende a pensar que a m?s realismo, m?s dificultad, pero ser capaz de dejar un c?mic en su m?nima expresi?n y que funcione, me parece infinitamente m?s dif?cil. Nadie dibuja mejor una pistola que Calpurnio, pero no me quiero ni imaginar la de veces que tuvo que escuchar eso de 'mi hijo podr?a hacer eso'", afirma Grillante, ilustradora y dibujante de c?mics, y ?lvaro Pons le da la raz?n.
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P?ginas interiores de 'El gran libro de Cuttlas'.
Reservoir Books
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"Cuttlas parec?a estar hecho por un ni?o de tres a?os, pero, al leerlo, comprobabas que no era tan sencillo. Cuando ves al personaje te das cuenta de cu?ndo est? contento, cu?ndo est? feliz, cu?ndo se r?e, cu?ndo se cabrea… Transmitir esas emociones con solo dos c?rculos y unos palitos es complej?simo y, cuando ve?as a Calpur dibujar, te dabas cuenta de esa dificultad. Hac?a un Cuttlas y luego lo borraba porque dec?a que no estaba bien. Lo volv?a a dibujar, lo volv?a a borrar y, después de diez veces, consegu?a la expresi?n que quer?a. Cuando te lo ense?aba, efectivamente, el personaje estaba riendo, contento, feliz o lo que quisiera expresar en ese momento".
Como si se tratase de la conquista del Oeste, poco a poco Cuttlas fue explorando nuevos territorios en los que ya no era necesario dar explicaciones sobre el mayor o menor academicismo de su dibujo. "La primera vez que fui consciente de las historietas de Cuttlas fue en El Pa?s de las Tentaciones, suplemento cultural y referente posmoderno. Ese marco legitimaba las historietas de Calpurnio, no porque pudiera haber dudas de su pulso creativo en sinton?a con su humor surrealista, sino por el hecho mismo de que se trataba de una publicaci?n pionera de tendencias culturales", comenta la cr?tica y experta en c?mic Elisa McCausland, que coloca a Calpurnio a la altura de uno de los artistas espa?oles m?s internacionales de esa época: "Como Mariscal, Calpurnio legitim? el trazo naif, infantil, como forma de expresi?n art?stica con componentes ir?nicos y cr?ticos".
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A pesar de la revoluci?n estética y conceptual que Cuttlas y Calpurnio supusieron para el c?mic, es un hecho que, a d?a de hoy, ni el personaje ni su autor han sido lo suficientemente valorados en Espa?a o internacionalmente.
Cuttlas no se ha valorado lo suficiente, pero eso es algo que se produce muy habitualmente con obras de densidad autoral que son capaces, al mismo tiempo, de tener tir?n popular"
Mauro Entrialgo
Autor de c?mic
"La mayor?a de la gente le tiene mucho cari?o a su trabajo porque todos lo hemos disfrutado en alg?n momento, pero quiz?s su estilo, junto con que era algo que pod?a leer todo el mundo gratis mientras ibas en el bus o el metro en el 20 Minutos, hizo que no se le diera el reconocimiento que merec?a", explica Grillante, cuya opini?n es compartida por Mauro Entrialgo: "Cuttlas no se ha valorado lo suficiente, pero eso es algo que se produce muy habitualmente con obras de densidad autoral que son capaces, al mismo tiempo, de tener tir?n popular. En cualquier caso, tengo la impresi?n de que, precisamente esa falta de valoraci?n, otorga a los autores como Calpur una libertad creativa que la presi?n de un aplauso de la alta cultura a tiempo real habr?a coartado".
"Calpurnio jam?s se dio importancia ni le dio importancia a lo que estaba haciendo. Se lo pasaba bien con ello y eso era lo importante. Nunca se preocup? demasiado de publicar su trabajo en otros pa?ses. Pensaba que el personaje no se iba a entender en el extranjero, y yo le dec?a: 'Al contrario, tu tebeo es el m?s inteligible en cualquier idioma'. De hecho, las pocas veces que se movieron ediciones internacionales, Cuttlas se public? en el Sh?kan Morning de K?dansha en Jap?n y ahora va a salir una edici?n en chino", adelanta ?lvaro Pons, que en varias ocasiones lleg? a escribir que Cuttlas era una de las obras m?s importantes del c?mic espa?ol. "Cuando Calpur lo le?a, lo agradec?a, pero me respond?a que no me iba a pagar una comida por escribir cosas como esas. Era extraordinariamente humilde y, en su opini?n, hab?a muchos otros mucho mejores que él, por mucho que yo le dijera que no hab?a nadie que estuviera haciendo lo que él hac?a", concluye Pons.
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Portada de 'El gran libro de Cuttlas'.
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