Reem
02-07-2023, 09:56 PM
Todos los informativos han coincidido: el rescate de la ni?a Nur, atrapada, pero felizmente viva, bajo toneladas de cemento y hormig?n de un edificio de la localidad siria de Jindires, ha sido la imagen, el resumen de esta tragedia que en forma de terremoto ha devastado Turqu?a y Siria (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/terremoto-turquia-siria-7-4-magnitud-82547823).
Los ojos de Nur nos miraban a través de la pantalla. No sabemos lo que deb?a pensar en ese momento esta ni?a. Sabemos lo que piensa la tele eligiendo ese instante: conseguir un impacto emocional y elevarlo a categor?a. Sinceramente, en esta ocasi?n no se lo reprocho. Creo en la buena intenci?n de esta elecci?n. Y sobre todo creo en la utilidad y la potencia de este rescate de Nur como s?ntesis de una brizna de esperanza ante una hecatombe terrible.
Toda tragedia enfocada por la tele adquiere dimensi?nes de impacto an?mico si hay ni?os. El 2 de septiembre de 2015 en una playa de las costas de Turqu?a, tendido en la orilla, apareci? el cuerpo de un ni?o. Se llamaba Aylan. También era sirio, de origen kurdo. Ten?a tres a?os de edad. Aquella imagen televisiva dio la vuelta al mundo. Muri? Aylan, y muri? su hermanito mayor, de cinco a?os, Galip, y muri? su madre Rehan. Hu?an, en un bote, de la guerra Siria. Aylan, tendido en el suave vaivén de las olas en la orilla, fue un golpe televisivo que nos impact? en el coraz?n, y en el cerebro, de todoslos televidentes.
Pero no siempre la tele ha sabido tratar con respeto, con sensibilidad, con delicadeza, a los ni?os inmersos en una tragedia. El 13 de noviembre de 1985, Omayra, una ni?a de trece a?os de edad qued? atrapada en una ciénaga, un enorme socav?n de agua y lodo producido tras la erupci?n del volc?n colombiano Nevado del Ruiz. Solo le sobresal?a la cabeza. El resto de su cuerpo estaba hundido. Y estuvo as? tres d?as. Muri?. La tele trat? a Omayra de forma reprochable y vil. Mantuvieron su agon?a en pantalla, enfocando su cabeza constantemente durante los tres d?as, recre?ndose en primeros planos que mostraban c?mo iba subiendo lentamente el agua, hasta que le cubri? la boca y la nariz. Aquello fue un ejercicio televisivo muy indigno, muy canalla, muy mezquino.
En Vitoria vive una notable escritora, Toti Mart?nez de Lezea, autora de una delicada y divertida colecci?n de aventuras protagonizadas por una ni?a que también se llama Nur. Los ojos de la ni?a Nur rescatada en Siria quiz? los lean alg?n d?a.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/television/critica-monegal-ojos-nur-82637586)
Los ojos de Nur nos miraban a través de la pantalla. No sabemos lo que deb?a pensar en ese momento esta ni?a. Sabemos lo que piensa la tele eligiendo ese instante: conseguir un impacto emocional y elevarlo a categor?a. Sinceramente, en esta ocasi?n no se lo reprocho. Creo en la buena intenci?n de esta elecci?n. Y sobre todo creo en la utilidad y la potencia de este rescate de Nur como s?ntesis de una brizna de esperanza ante una hecatombe terrible.
Toda tragedia enfocada por la tele adquiere dimensi?nes de impacto an?mico si hay ni?os. El 2 de septiembre de 2015 en una playa de las costas de Turqu?a, tendido en la orilla, apareci? el cuerpo de un ni?o. Se llamaba Aylan. También era sirio, de origen kurdo. Ten?a tres a?os de edad. Aquella imagen televisiva dio la vuelta al mundo. Muri? Aylan, y muri? su hermanito mayor, de cinco a?os, Galip, y muri? su madre Rehan. Hu?an, en un bote, de la guerra Siria. Aylan, tendido en el suave vaivén de las olas en la orilla, fue un golpe televisivo que nos impact? en el coraz?n, y en el cerebro, de todoslos televidentes.
Pero no siempre la tele ha sabido tratar con respeto, con sensibilidad, con delicadeza, a los ni?os inmersos en una tragedia. El 13 de noviembre de 1985, Omayra, una ni?a de trece a?os de edad qued? atrapada en una ciénaga, un enorme socav?n de agua y lodo producido tras la erupci?n del volc?n colombiano Nevado del Ruiz. Solo le sobresal?a la cabeza. El resto de su cuerpo estaba hundido. Y estuvo as? tres d?as. Muri?. La tele trat? a Omayra de forma reprochable y vil. Mantuvieron su agon?a en pantalla, enfocando su cabeza constantemente durante los tres d?as, recre?ndose en primeros planos que mostraban c?mo iba subiendo lentamente el agua, hasta que le cubri? la boca y la nariz. Aquello fue un ejercicio televisivo muy indigno, muy canalla, muy mezquino.
En Vitoria vive una notable escritora, Toti Mart?nez de Lezea, autora de una delicada y divertida colecci?n de aventuras protagonizadas por una ni?a que también se llama Nur. Los ojos de la ni?a Nur rescatada en Siria quiz? los lean alg?n d?a.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/television/critica-monegal-ojos-nur-82637586)