Reem
11-20-2023, 10:10 AM
El bilba?no de 61 a?os Fernando Grande-Marlaska ya ten?a la confirmaci?n en el cargo dada por el presidente Pedro S?nchez desde la ma?ana del pasado s?bado, apuntan fuentes gubernamentales, cuando llov?an todo tipo de conjeturas sobre su sustituci?n.
Las arrojaban, entre otros, sus principales opositores: los sindicatos policiales m?s pr?ximos a la derecha y la ultraderecha, que le manifiestan una gran hostilidad pese a los incrementos de hasta un 36% de media en el salario de polic?as y guardias civiles a lo largo de la pasada legislatura.
El juez de la Audiencia Nacional encandil? a S?nchez en un encuentro en Madrid en 2018, antes de la moci?n de censura contra Mariano Rajoy, cuando el l?der socalista buscaba una figura para encabezar el cartel electoral para la alcad?a de Madrid. Esa ficha principal en el tablero de S?nchez ha aguantado a lo largo de la pasada legislatura varias ofensivas de la oposici?n, siendo la originada por la tragedia de la valla de Melilla la que le puso contra las cuerdas y le granje? enemigos no solo en las c?maras, también en el lado izquierdo del Consejo de Ministros.
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Pero a lo largo de estos ?ltimos a?os tan convulsos S?nchez ha optado siempre por mantener estable hasta donde ha podido la arquitectura de seguridad de su gobierno. Las ?nicas excepciones -los ceses y dimisiones en las direcciones del CNI y de la Guardia Civil- han venido provocadas por circunstancias internas y no por decisi?n pol?tica del Ejecutivo.
El ministro manda hoy un colectivo de 156.453 efectivos, 74.458 polic?as nacionales y 81.995 guardias civiles. Es la mayor plantilla policial del Estado en su historia, y se encuentra sometida a una intensa acci?n de propaganda de la derecha y la ultraderecha en la actual crispaci?n pol?tica, hasta el punto de que Interior ha emplezado a sancionar a agentes en activo por violar con insultos y expresiones p?blicas el principio de neutralidad pol?tica.
El hombre que gobierna tal cantidad de funcionarios clave hab?a fijado una relaci?n directa con el presidente desde los momentos duros de la pandemia (https://www.sport.es/es/temas/coronavirus-43443), con la coordinaci?n de diversos programas especiales de seguridad y restricci?n de movimiento de la poblaci?n, y fue también el alfil pol?tico que m?s expuso S?nchez a la erosi?n en la aplicaci?n del fin de la dispersi?n de los presos etarras, tras obetener el Ejecutivo el apoyo parlamentario de EH Bildu.
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Crisis migratoria
Lainmigraci?n es ahora el flanco clave en la gesti?n de Interior. El momento de la renovaci?n coge a Marlaska en plena fase final de la crisis migratoria de Canarias, ya la m?s grande hist?ricamente al haber rebasado la cifra de 31.000 de la oleada humana sobre las islas que absorbi? las energ?as de Interior en 2006, gobernando José Luis Rodr?guez Zapatero.
La renovaci?n de Marlaska se explica también por, entre otras claves, el conjunto de relaciones internacionales -dos de ellas incluso en el terreno personal- que ha desplegado con los responsables de la seguridad de Marruecos, Mauritania, Senegal, Gambia, as? como con los de socios europeos clave como Francia e Italia. Interior se ha consagrado bajo su mandato en uno de los que m?s intensas relaciones internacionales directas mantiene con hom?logos del exterior.
Esa cuesti?n de fondo y permanente en Interior que es la inmigraci?n, con millares de africanos llamando a las puertas de Espa?a, se alterna en la agenda del ministro con otra urgente y coyuntural: la gesti?n de la seguridad del programa de movilizaciones que despliegan PP y Vox contra la amnist?a (https://www.sport.es/es/temas/ley-de-amnistia-1887142) y contra S?nchez. Especialmente la represi?n de las movilizaciones m?s violentas, en la calle Ferraz de Madrid, domicilio de la sede federal socialista, mientras estas se mantengan. En ese punto convulso de la ciudad de Madrid, el nombre de Marlaska es el m?s insultado por los manifestantes después del de S?nchez.
Hay también una crisis permanente en materia de seguridad con la violencia de género, flanco que le ha granjeado al titular de Interior fuertes presiones del ala izquierda del Ejecutivo, tan intensas o m?s que las que le ha provoc? la crisis migratoria. Es previsible que a lo largo de 2024 el ministro anuncie nuevas medidas de refuerzo y personal, pese al incremento de las plantillas de Polic?a Nacional y Guardia Civil dedicadas a este frente en un 48,5%.
Marlaska, que mantiene a las fuerzas a su cargo en alerta 4 reforzada antiterrorista, tiene pendiente dar continuidad a la Direcci?n General de la Guardia Civil, donde va a confirmar a uno de sus hombres de confianza, Leonardo Marcos, al que tuvo que mover desde Protecci?n Civil para tapar el hueco que se le abri? con la salida de Mar?a G?mez y, posteriormente y en muy breve plazo, de Mercedes Gonz?lez. En la Guardia Civil tiene también Marlaska pendiente calmar las aguas removidas no solo por su principal sindicato, Jucil, también por sucesivas crisis con mandos (coroneles Corb? y Pérez de los Cobos) y una polémica cesi?n de competencias policiales en Navarra.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/marlaska-ministro-interior-inmigracion-violencia-genero-94853790)
Las arrojaban, entre otros, sus principales opositores: los sindicatos policiales m?s pr?ximos a la derecha y la ultraderecha, que le manifiestan una gran hostilidad pese a los incrementos de hasta un 36% de media en el salario de polic?as y guardias civiles a lo largo de la pasada legislatura.
El juez de la Audiencia Nacional encandil? a S?nchez en un encuentro en Madrid en 2018, antes de la moci?n de censura contra Mariano Rajoy, cuando el l?der socalista buscaba una figura para encabezar el cartel electoral para la alcad?a de Madrid. Esa ficha principal en el tablero de S?nchez ha aguantado a lo largo de la pasada legislatura varias ofensivas de la oposici?n, siendo la originada por la tragedia de la valla de Melilla la que le puso contra las cuerdas y le granje? enemigos no solo en las c?maras, también en el lado izquierdo del Consejo de Ministros.
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El ministro manda hoy un colectivo de 156.453 efectivos, 74.458 polic?as nacionales y 81.995 guardias civiles. Es la mayor plantilla policial del Estado en su historia, y se encuentra sometida a una intensa acci?n de propaganda de la derecha y la ultraderecha en la actual crispaci?n pol?tica, hasta el punto de que Interior ha emplezado a sancionar a agentes en activo por violar con insultos y expresiones p?blicas el principio de neutralidad pol?tica.
El hombre que gobierna tal cantidad de funcionarios clave hab?a fijado una relaci?n directa con el presidente desde los momentos duros de la pandemia (https://www.sport.es/es/temas/coronavirus-43443), con la coordinaci?n de diversos programas especiales de seguridad y restricci?n de movimiento de la poblaci?n, y fue también el alfil pol?tico que m?s expuso S?nchez a la erosi?n en la aplicaci?n del fin de la dispersi?n de los presos etarras, tras obetener el Ejecutivo el apoyo parlamentario de EH Bildu.
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Lainmigraci?n es ahora el flanco clave en la gesti?n de Interior. El momento de la renovaci?n coge a Marlaska en plena fase final de la crisis migratoria de Canarias, ya la m?s grande hist?ricamente al haber rebasado la cifra de 31.000 de la oleada humana sobre las islas que absorbi? las energ?as de Interior en 2006, gobernando José Luis Rodr?guez Zapatero.
La renovaci?n de Marlaska se explica también por, entre otras claves, el conjunto de relaciones internacionales -dos de ellas incluso en el terreno personal- que ha desplegado con los responsables de la seguridad de Marruecos, Mauritania, Senegal, Gambia, as? como con los de socios europeos clave como Francia e Italia. Interior se ha consagrado bajo su mandato en uno de los que m?s intensas relaciones internacionales directas mantiene con hom?logos del exterior.
Esa cuesti?n de fondo y permanente en Interior que es la inmigraci?n, con millares de africanos llamando a las puertas de Espa?a, se alterna en la agenda del ministro con otra urgente y coyuntural: la gesti?n de la seguridad del programa de movilizaciones que despliegan PP y Vox contra la amnist?a (https://www.sport.es/es/temas/ley-de-amnistia-1887142) y contra S?nchez. Especialmente la represi?n de las movilizaciones m?s violentas, en la calle Ferraz de Madrid, domicilio de la sede federal socialista, mientras estas se mantengan. En ese punto convulso de la ciudad de Madrid, el nombre de Marlaska es el m?s insultado por los manifestantes después del de S?nchez.
Hay también una crisis permanente en materia de seguridad con la violencia de género, flanco que le ha granjeado al titular de Interior fuertes presiones del ala izquierda del Ejecutivo, tan intensas o m?s que las que le ha provoc? la crisis migratoria. Es previsible que a lo largo de 2024 el ministro anuncie nuevas medidas de refuerzo y personal, pese al incremento de las plantillas de Polic?a Nacional y Guardia Civil dedicadas a este frente en un 48,5%.
Marlaska, que mantiene a las fuerzas a su cargo en alerta 4 reforzada antiterrorista, tiene pendiente dar continuidad a la Direcci?n General de la Guardia Civil, donde va a confirmar a uno de sus hombres de confianza, Leonardo Marcos, al que tuvo que mover desde Protecci?n Civil para tapar el hueco que se le abri? con la salida de Mar?a G?mez y, posteriormente y en muy breve plazo, de Mercedes Gonz?lez. En la Guardia Civil tiene también Marlaska pendiente calmar las aguas removidas no solo por su principal sindicato, Jucil, también por sucesivas crisis con mandos (coroneles Corb? y Pérez de los Cobos) y una polémica cesi?n de competencias policiales en Navarra.
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