Reem
10-21-2023, 06:35 AM
Cualquiera que haya practicado bicicleta est?tica sabe que antes de atacar la ?ltima escalada hay un tramo plano para tomar fuerzas. La negociaci?n entre el PSOE y Junts para la investidura dePedro S?nchezest? ahora mismo justo ah?: en una pausa, un punto muerto previo a la decisiva fase final. Ambas partes insisten en mostrar confianza y expectativas de acuerdo. Los puentes siguen abiertos a la espera de dedicar las pr?ximas semanas (hay tiempo hasta el 27 de noviembre, momento en el que se convocar?an nuevas elecciones) a intentar llegar a la cima. Ambas partes aseguran no tener prisa para sellar un pacto con el que S?nchez tendr? casi asegurada la reelecci?n, ya que los socialistas dan por hecho que el acuerdo con el resto de formaciones, de Sumar a ERC, pasando por Bildu, el PNV y el BNG, ser? m?s sencillo.
El tramo recorrido ha requerido mucho esfuerzo y se ha basado en consolidar una medida hasta hace muy poco impensable para el PSOE y anhelada por el independentismo: la amnist?a (https://www.sport.es/es/temas/amnistia-1898459) sobre el ‘procés’. Asumida por los socialistas esta compleja decisi?n, Junts pone ahora sobre la mesa dos tramos de escalada exigentes: la figura de un mediador para guiar las negociaciones durante la legislatura y una declaraci?n pol?tica que, en palabras de Carles Puigdemont, plasme el car?cter “hist?rico” del acuerdo y el “reconocimiento nacional” de Catalunya.
Junts alega que ya ha hecho importantes cesiones en la primera fase del recorrido negociador. Sobre todo, entiende que renunciar a la autodeterminaci?n como exigencia previa a la investidura fue un paso notable por parte del ‘expresident’. Una parte no menor del independentismo (incluida la propia formaci?n posconvergente durante la campa?a de las elecciones generales) la han situado como condici?n imprescindible para un pacto con el PSOE que sirviera para reelegir a S?nchez. Siguiendo con este razonamiento, Puigdemont considera que ahora deber?a ser el PSOE el que ponga de su parte.
Los socialistas aseguran que no aceptar?n que una figura internacional arbitre sus relaciones con el independentismo
Las dudas socialistas
Ambas exigencias despiertan much?simas dudas en el entorno de S?nchez. Sobre todo, la del mediador, que Junts quiere que sea una figura extranjera. Algo as? dar?a una imagen de Espa?a como Estado “fallido”, casi una “rep?blica bananera”, explican los colaboradores del presidente en funciones, que aseguran que no lo aceptar?n e insisten en una comisi?n de seguimiento del hipotético acuerdo, formada por dirigentes socialistas y posconvergentes. Se tratar?a de una f?rmula similar a la que S?nchez pact? con Pablo Iglesiascuando ambos firmaron la coalici?n de la pasada legislatura.
El PSOE, de momento, contin?a instalado en el silencio. Han pasado casi tres semanas desde que su l?der fue designado candidato por el Rey y contin?a sin decir nada sobre el desarrollo de las negociaciones de investidura. Ni con Junts, ni con ninguno de los otros partidos. La direcci?n socialista insiste en que la “discreci?n” resulta indispensable para alcanzar un acuerdo que contempla con optimismo, pero al mismo tiempo, ante la posibilidad de que todo se acabe frustrando y haya repetici?n electoral, evita aclarar nada en p?blico.
Los posconvergentes, mientras tanto, leen el momento actual de pausa en el di?logo como algo necesario para que el socialismo espa?ol pueda digerir lo ya alcanzado: la amnist?a. Acumular en poco tiempo todas las exigencias de Junts ser?a complicado para las bases socialistas y buena parte de la opini?n p?blica espa?ola, argumentan.
Cr?ticas sin recorrido
Al mismo tiempo, Puigdemont ha logrado algo decisivo para el soberanismo: que apenas haya ruido en contra de su voluntad de acuerdo con el PSOE. Las cr?ticas de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), los mensajes en las redes sociales de los sectores m?s radicales del independentismo e incluso las voces m?s unilateralistas y beligerantes de Junts apenas han hecho mella. Puigdemont se siente tan avalado que ni la resoluci?n del Parlament firmada por Junts y ERC para poner sobre la mesa la autodeterminaci?n ya mismo, ni tampoco un eventual mandato del Consell de la Rep?blica para bloquear las conversaciones han tenido ni tendr?n efectos pr?cticos sobre las negociaciones, explican sus colaboradores.
Pero Junts no se mueve de sus dos exigencias pendientes. Respecto al mediador, el partido independentista est? dispuesto a que el PSOE lo denomine como considere oportuno y que nombre una comisi?n de seguimiento, pero no quiere ceder en la idea de que una personalidad o entidad “neutral” y de fuera del Estado tome nota de los avances que pueda haber en los pr?ximos a?os.
El “reconocimiento y respeto a la legitimidad democr?tica del independentismo”, seg?n las palabras del ‘expresident’ el 5 de septiembre, es también vital para los posconvergentes. Primero, para desmarcarse de la estrategia de ERC, que consideran equivocada porque no ha logrado avances en el meollo del conflicto. Segundo, para dar trascendencia “hist?rica” al camino que se quiere emprender en los pr?ximos a?os para “resolver el conflicto”. Aqu?, explican en Junts, har? falta que tanto S?nchez como Puigdemont repasen cada palabra, en el ?ltimo repecho antes del hipotético acuerdo.
El c?lculo electoral
Las expectativas de pacto son altas, pero en el partido independentista recuerdan que, a diferencia de lo que sucede con Sumar, Bildu o incluso ERC, solo Junts puede permitirse forzar la repetici?n electoral y no la descarta, porque cree que no le supondr?a un desgaste en votos. Al contrario.
Aun as?, resulta muy significativo que los posconvergentes hayan asumido que la ley de amnist?a no estar? aprobada antes de la investidura y también que el catal?n probablemente tampoco logre el estatus oficial en las instituciones europeas antes de ese momento. Eran dos condiciones muy firmes en agosto por parte de los portavoces de Puigdemont, para hacer ver que ellos “cobran por adelantado”. Ahora esa contundencia ya no existe, en beneficio del acuerdo final.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/mediador-estatus-catalunya-complican-pacto-93611207)
El tramo recorrido ha requerido mucho esfuerzo y se ha basado en consolidar una medida hasta hace muy poco impensable para el PSOE y anhelada por el independentismo: la amnist?a (https://www.sport.es/es/temas/amnistia-1898459) sobre el ‘procés’. Asumida por los socialistas esta compleja decisi?n, Junts pone ahora sobre la mesa dos tramos de escalada exigentes: la figura de un mediador para guiar las negociaciones durante la legislatura y una declaraci?n pol?tica que, en palabras de Carles Puigdemont, plasme el car?cter “hist?rico” del acuerdo y el “reconocimiento nacional” de Catalunya.
Junts alega que ya ha hecho importantes cesiones en la primera fase del recorrido negociador. Sobre todo, entiende que renunciar a la autodeterminaci?n como exigencia previa a la investidura fue un paso notable por parte del ‘expresident’. Una parte no menor del independentismo (incluida la propia formaci?n posconvergente durante la campa?a de las elecciones generales) la han situado como condici?n imprescindible para un pacto con el PSOE que sirviera para reelegir a S?nchez. Siguiendo con este razonamiento, Puigdemont considera que ahora deber?a ser el PSOE el que ponga de su parte.
Los socialistas aseguran que no aceptar?n que una figura internacional arbitre sus relaciones con el independentismo
Las dudas socialistas
Ambas exigencias despiertan much?simas dudas en el entorno de S?nchez. Sobre todo, la del mediador, que Junts quiere que sea una figura extranjera. Algo as? dar?a una imagen de Espa?a como Estado “fallido”, casi una “rep?blica bananera”, explican los colaboradores del presidente en funciones, que aseguran que no lo aceptar?n e insisten en una comisi?n de seguimiento del hipotético acuerdo, formada por dirigentes socialistas y posconvergentes. Se tratar?a de una f?rmula similar a la que S?nchez pact? con Pablo Iglesiascuando ambos firmaron la coalici?n de la pasada legislatura.
El PSOE, de momento, contin?a instalado en el silencio. Han pasado casi tres semanas desde que su l?der fue designado candidato por el Rey y contin?a sin decir nada sobre el desarrollo de las negociaciones de investidura. Ni con Junts, ni con ninguno de los otros partidos. La direcci?n socialista insiste en que la “discreci?n” resulta indispensable para alcanzar un acuerdo que contempla con optimismo, pero al mismo tiempo, ante la posibilidad de que todo se acabe frustrando y haya repetici?n electoral, evita aclarar nada en p?blico.
Los posconvergentes, mientras tanto, leen el momento actual de pausa en el di?logo como algo necesario para que el socialismo espa?ol pueda digerir lo ya alcanzado: la amnist?a. Acumular en poco tiempo todas las exigencias de Junts ser?a complicado para las bases socialistas y buena parte de la opini?n p?blica espa?ola, argumentan.
Cr?ticas sin recorrido
Al mismo tiempo, Puigdemont ha logrado algo decisivo para el soberanismo: que apenas haya ruido en contra de su voluntad de acuerdo con el PSOE. Las cr?ticas de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), los mensajes en las redes sociales de los sectores m?s radicales del independentismo e incluso las voces m?s unilateralistas y beligerantes de Junts apenas han hecho mella. Puigdemont se siente tan avalado que ni la resoluci?n del Parlament firmada por Junts y ERC para poner sobre la mesa la autodeterminaci?n ya mismo, ni tampoco un eventual mandato del Consell de la Rep?blica para bloquear las conversaciones han tenido ni tendr?n efectos pr?cticos sobre las negociaciones, explican sus colaboradores.
Pero Junts no se mueve de sus dos exigencias pendientes. Respecto al mediador, el partido independentista est? dispuesto a que el PSOE lo denomine como considere oportuno y que nombre una comisi?n de seguimiento, pero no quiere ceder en la idea de que una personalidad o entidad “neutral” y de fuera del Estado tome nota de los avances que pueda haber en los pr?ximos a?os.
El “reconocimiento y respeto a la legitimidad democr?tica del independentismo”, seg?n las palabras del ‘expresident’ el 5 de septiembre, es también vital para los posconvergentes. Primero, para desmarcarse de la estrategia de ERC, que consideran equivocada porque no ha logrado avances en el meollo del conflicto. Segundo, para dar trascendencia “hist?rica” al camino que se quiere emprender en los pr?ximos a?os para “resolver el conflicto”. Aqu?, explican en Junts, har? falta que tanto S?nchez como Puigdemont repasen cada palabra, en el ?ltimo repecho antes del hipotético acuerdo.
El c?lculo electoral
Las expectativas de pacto son altas, pero en el partido independentista recuerdan que, a diferencia de lo que sucede con Sumar, Bildu o incluso ERC, solo Junts puede permitirse forzar la repetici?n electoral y no la descarta, porque cree que no le supondr?a un desgaste en votos. Al contrario.
Aun as?, resulta muy significativo que los posconvergentes hayan asumido que la ley de amnist?a no estar? aprobada antes de la investidura y también que el catal?n probablemente tampoco logre el estatus oficial en las instituciones europeas antes de ese momento. Eran dos condiciones muy firmes en agosto por parte de los portavoces de Puigdemont, para hacer ver que ellos “cobran por adelantado”. Ahora esa contundencia ya no existe, en beneficio del acuerdo final.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/mediador-estatus-catalunya-complican-pacto-93611207)