Reem
07-28-2023, 08:29 AM
Los estereotipos de género en el ?mbito laboral resultan ser una realidad que persiste en nuestra sociedad. A pesar de los avances en materia de igualdad de género, a?n existen percepciones arraigadas que sugieren que ciertas profesiones son exclusivas para hombres o mujeres.
Estas percepciones, que son construcciones sociales, limitan las oportunidades y perpet?an la desigualdad de género en el mundo laboral. La noci?n de que hay trabajos “de hombres” o “de mujeres” restringe la libertad de elecci?n y desarrollo profesional de las personas, sin tener en cuenta su capacidad o aptitud para desempe?ar una determinada ocupaci?n.
Es fundamental desafiar estos estereotipos y promover la igualdad de oportunidades en todas las profesiones. La diversidad de género en el ?mbito laboral no solo es un objetivo deseable desde una perspectiva de justicia social, sino que también aporta beneficios tangibles. La inclusi?n de diferentes perspectivas y habilidades en los equipos de trabajo fomenta la innovaci?n y el crecimiento.
Romper con los estereotipos de género en el ?mbito laboral es un desaf?o que requiere el compromiso de toda la sociedad. Es responsabilidad de todos cuestionar y desafiar estas percepciones arraigadas, para construir una sociedad m?s equitativa y justa. Solo as? podr? garantizarse que cada individuo tenga la libertad de elegir y desarrollarse plenamente en el campo laboral de su elecci?n, sin importar su género.
En Deza-Tabeir?s algunas mujeres ya sostienen esta lucha desde hace a?os, sin saberlo ni pretenderlo, ocupando esos puestos o desarrollando esas actividades que tradicionalmente se asociaban a hombres. Es el caso de Cristina Bascuas Pose, pintora, Esther Pintor Tojo, taxista, o Saludina Torres, al frente de una empresa de maquinaria de excavaci?n.
Todas ellas han sido precursoras en sus campos, algunas heredando el oficio de su marido o del entorno, otras por cuestiones completamente ajenas a su pareja. Pero todas han llegado a la conclusi?n, a lo largo de su vida y trayectoria profesional, de que a excepci?n de algunas limitaciones como la fuerza f?sica, que seg?n Bascuas “f?cilmente se puede substituir por ma?a”, no han tenido mayor problema a la hora de desempe?ar sus funciones.
De hecho, son pocas las anécdotas que cuentan en las que los clientes a los que ofrec?an sus servicios cuestionasen su eficiencia en base a su género, lo cual valoran positivamente. En este sentido, el hecho de trabajar dentro de una comunidad de Galicia relativamente peque?a, de donde proceden las protagonistas de este reportaje, ha facilitado en cierta medida que pudiesen incorporarse a un sector predominantemente masculino sin mayor complicaci?n, puesto a menudo los clientes son vecinos y vecinas que ya las conocen. No obstante, esto no resta valor al hecho de que hayan sido pioneras en oficios reservados hasta entonces para los hombres, abriendo as? camino para las nuevas generaciones.
Mujeres que desmontan estereotipos con su trabajo
Esther Pintor Tojo es natural de Vila de Cruces y le quedan a penas 21 meses para jubilarse. Empez? a trabajar como taxista hace unos 24 a?os, al quedarse la licencia de su difunto marido: “cuando se muri? la segu? pagando por si mi hijo quer?a heredarla en alg?n momento, aunque al final eso no sucedi?”. Pintor estuvo un tiempo recuper?ndose de la muerte de su compa?ero, pero una vez recompuesta y aconsejada por un familiar, comenz? a trabajar con el taxi para una mutua. “Ten?a que recoger gente accidentada de esta zona y llevarla al hospital, adem?s me ped?an que el coche fuese lleno para ahorrar kil?metros, por lo que nunca me quedaba sola con los pasajeros”, comenta. Al inicio le daba un poco de miedo, pero pronto se acostumbr?: “mi mayor preocupaci?n era perder, sobre todo antes, cuando no hab?a m?viles ni cobertura”. Con todo, se lleva un muy buen recuerdo de sus a?os como taxista: “conoc?a a gente maravillosa, con algunos de ellos todav?a conservo una buena amistad”. Ella tampoco se encontr? con demasiados prejuicios a la hora de ejercer, pese a ser la primera mujer taxista de Vila de Cruces, pero s? recuerda una anécdota: “los padres de un joven al que fui a recoger no se fiaban de que el chico fuese seguro conmigo porque yo era mujer, y joven”.
https://aglitk.com/clip/c8ab49f0-8fac-4787-a3ed-ae573fde2b8c_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Mujeres que desmontan estereotipos con su trabajo | NEREA COUCEIRO
Cristina Bascuas Pose, natura del O Foxo, A Estrada, trabaja como pintora desde hace unos 14 a?os. Empez? cuando su marido se puso como aut?nomo, después de varios a?os empleada en supermercados y de haber entrado en paro. “Al principio lo hice para echarle una mano, porque necesitaba personal pero contratar a alguien le sal?a muy caro”, dice la estradense. Empez? realizando las tareas m?s sencillas, como arrancar la pintura vieja, proteger los m?rgenes de la pared o dar retoques, pero con el tiempo fue dominando el oficio. “Ahora me subo a andamios, a tejados... no le tengo miedo a nada” se?ala. Bascuas ha desarrollado con los a?os un gran amor por su trabajo: “me permite ser creativa, siempre me gust? el mundo de la decoraci?n y me considero perfeccionista en lo que hago”. Esto le ha permitido ganarse la confianza de los clientes, que se quedan tranquilos al verla, pues “saben que intento dejar todo mejor de lo que me he encontrado, incluso si eso significa limpiar ventanas, persianas, l?mparas... los hombres no suelen pararse en esas cosas” explica. Asimismo, asegura que en su trayectoria en este sector no se ha encontrado prejuicios de género, pero s? reconoce que “cuando estoy en tejados, sobre todo la gente mayor se sorprende”.
Saly Torres tiene 52 a?os y lleva conduciendo una excavadora como profesi?n desde los 16. Natural de Callobre, desde peque?a empez? a adentrarse en el mundo de la maquinaria pesada, a través de la empresa familiar que regentaba su padre. Cuando le lleg? la hora de decidir qué oficio iba a escoger, ella lo ten?a claro, quer?a seguir con el negocio y meterse de lleno en el sector. Su selecci?n podr?a haberse encontrado con la negativa de sus padres, pues “por aquel entonces, siendo mujer y tan joven, no era f?cil que lo aceptasen”. No obstante, cont? con todo el apoyo de sus progenitores. Desde entonces y hasta ahora ha desempe?ado este empleo y reconoce que: “nunca tuve ning?n problema, siempre me sent? apreciada y respetada trabajando con hombres”. Si bien s? admite que al principio, cuando era m?s joven: “me amedrentaba m?s, o si hab?a dos palas y una la conduc?a un hombre y otra yo, se dirig?an primero a él, pero con los a?os y la experiencia esas cosas se van puliendo”, comparte. Lo que m?s le gusta de su profesi?n es “ver el resultado final de las obras en las que trabajo, sobre todo los jardines”. Saly, junto a una de sus hermanas que conduce un cami?n, y a su cu?ado, lleva ahora el negocio familiar.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/mujeres-desmontan-estereotipos-trabajo-90414557)
Estas percepciones, que son construcciones sociales, limitan las oportunidades y perpet?an la desigualdad de género en el mundo laboral. La noci?n de que hay trabajos “de hombres” o “de mujeres” restringe la libertad de elecci?n y desarrollo profesional de las personas, sin tener en cuenta su capacidad o aptitud para desempe?ar una determinada ocupaci?n.
Es fundamental desafiar estos estereotipos y promover la igualdad de oportunidades en todas las profesiones. La diversidad de género en el ?mbito laboral no solo es un objetivo deseable desde una perspectiva de justicia social, sino que también aporta beneficios tangibles. La inclusi?n de diferentes perspectivas y habilidades en los equipos de trabajo fomenta la innovaci?n y el crecimiento.
Romper con los estereotipos de género en el ?mbito laboral es un desaf?o que requiere el compromiso de toda la sociedad. Es responsabilidad de todos cuestionar y desafiar estas percepciones arraigadas, para construir una sociedad m?s equitativa y justa. Solo as? podr? garantizarse que cada individuo tenga la libertad de elegir y desarrollarse plenamente en el campo laboral de su elecci?n, sin importar su género.
En Deza-Tabeir?s algunas mujeres ya sostienen esta lucha desde hace a?os, sin saberlo ni pretenderlo, ocupando esos puestos o desarrollando esas actividades que tradicionalmente se asociaban a hombres. Es el caso de Cristina Bascuas Pose, pintora, Esther Pintor Tojo, taxista, o Saludina Torres, al frente de una empresa de maquinaria de excavaci?n.
Todas ellas han sido precursoras en sus campos, algunas heredando el oficio de su marido o del entorno, otras por cuestiones completamente ajenas a su pareja. Pero todas han llegado a la conclusi?n, a lo largo de su vida y trayectoria profesional, de que a excepci?n de algunas limitaciones como la fuerza f?sica, que seg?n Bascuas “f?cilmente se puede substituir por ma?a”, no han tenido mayor problema a la hora de desempe?ar sus funciones.
De hecho, son pocas las anécdotas que cuentan en las que los clientes a los que ofrec?an sus servicios cuestionasen su eficiencia en base a su género, lo cual valoran positivamente. En este sentido, el hecho de trabajar dentro de una comunidad de Galicia relativamente peque?a, de donde proceden las protagonistas de este reportaje, ha facilitado en cierta medida que pudiesen incorporarse a un sector predominantemente masculino sin mayor complicaci?n, puesto a menudo los clientes son vecinos y vecinas que ya las conocen. No obstante, esto no resta valor al hecho de que hayan sido pioneras en oficios reservados hasta entonces para los hombres, abriendo as? camino para las nuevas generaciones.
Mujeres que desmontan estereotipos con su trabajo
Esther Pintor Tojo es natural de Vila de Cruces y le quedan a penas 21 meses para jubilarse. Empez? a trabajar como taxista hace unos 24 a?os, al quedarse la licencia de su difunto marido: “cuando se muri? la segu? pagando por si mi hijo quer?a heredarla en alg?n momento, aunque al final eso no sucedi?”. Pintor estuvo un tiempo recuper?ndose de la muerte de su compa?ero, pero una vez recompuesta y aconsejada por un familiar, comenz? a trabajar con el taxi para una mutua. “Ten?a que recoger gente accidentada de esta zona y llevarla al hospital, adem?s me ped?an que el coche fuese lleno para ahorrar kil?metros, por lo que nunca me quedaba sola con los pasajeros”, comenta. Al inicio le daba un poco de miedo, pero pronto se acostumbr?: “mi mayor preocupaci?n era perder, sobre todo antes, cuando no hab?a m?viles ni cobertura”. Con todo, se lleva un muy buen recuerdo de sus a?os como taxista: “conoc?a a gente maravillosa, con algunos de ellos todav?a conservo una buena amistad”. Ella tampoco se encontr? con demasiados prejuicios a la hora de ejercer, pese a ser la primera mujer taxista de Vila de Cruces, pero s? recuerda una anécdota: “los padres de un joven al que fui a recoger no se fiaban de que el chico fuese seguro conmigo porque yo era mujer, y joven”.
https://aglitk.com/clip/c8ab49f0-8fac-4787-a3ed-ae573fde2b8c_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Mujeres que desmontan estereotipos con su trabajo | NEREA COUCEIRO
Cristina Bascuas Pose, natura del O Foxo, A Estrada, trabaja como pintora desde hace unos 14 a?os. Empez? cuando su marido se puso como aut?nomo, después de varios a?os empleada en supermercados y de haber entrado en paro. “Al principio lo hice para echarle una mano, porque necesitaba personal pero contratar a alguien le sal?a muy caro”, dice la estradense. Empez? realizando las tareas m?s sencillas, como arrancar la pintura vieja, proteger los m?rgenes de la pared o dar retoques, pero con el tiempo fue dominando el oficio. “Ahora me subo a andamios, a tejados... no le tengo miedo a nada” se?ala. Bascuas ha desarrollado con los a?os un gran amor por su trabajo: “me permite ser creativa, siempre me gust? el mundo de la decoraci?n y me considero perfeccionista en lo que hago”. Esto le ha permitido ganarse la confianza de los clientes, que se quedan tranquilos al verla, pues “saben que intento dejar todo mejor de lo que me he encontrado, incluso si eso significa limpiar ventanas, persianas, l?mparas... los hombres no suelen pararse en esas cosas” explica. Asimismo, asegura que en su trayectoria en este sector no se ha encontrado prejuicios de género, pero s? reconoce que “cuando estoy en tejados, sobre todo la gente mayor se sorprende”.
Saly Torres tiene 52 a?os y lleva conduciendo una excavadora como profesi?n desde los 16. Natural de Callobre, desde peque?a empez? a adentrarse en el mundo de la maquinaria pesada, a través de la empresa familiar que regentaba su padre. Cuando le lleg? la hora de decidir qué oficio iba a escoger, ella lo ten?a claro, quer?a seguir con el negocio y meterse de lleno en el sector. Su selecci?n podr?a haberse encontrado con la negativa de sus padres, pues “por aquel entonces, siendo mujer y tan joven, no era f?cil que lo aceptasen”. No obstante, cont? con todo el apoyo de sus progenitores. Desde entonces y hasta ahora ha desempe?ado este empleo y reconoce que: “nunca tuve ning?n problema, siempre me sent? apreciada y respetada trabajando con hombres”. Si bien s? admite que al principio, cuando era m?s joven: “me amedrentaba m?s, o si hab?a dos palas y una la conduc?a un hombre y otra yo, se dirig?an primero a él, pero con los a?os y la experiencia esas cosas se van puliendo”, comparte. Lo que m?s le gusta de su profesi?n es “ver el resultado final de las obras en las que trabajo, sobre todo los jardines”. Saly, junto a una de sus hermanas que conduce un cami?n, y a su cu?ado, lleva ahora el negocio familiar.
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