Reem
07-28-2023, 07:04 AM
El debate de investidura carece de fecha. Lo m?s normal es que tenga lugar, como pronto, en septiembre. Ni siquiera est? claro si se presentar? primero Alberto N??ez Feij?o, que insiste en que quiere intentarlo pese a que sus posibilidades de ser elegido jefe del Ejecutivo son nulas, o si solo dar? finalmente el paso Pedro S?nchez, cuyas opciones son m?s elevadas. Pero antes de esa batalla habr? una preliminar: el pr?ximo 17 de agosto, a las 10 de la ma?ana, se constituir? el Congreso de los Diputados, una cita que servir? para elegir al nuevo presidente de la C?mara baja (aqu? puede haber sorpresas), los miembros de la Mesa (el ?rgano que gobierna la instituci?n) y los grupos parlamentarios.
Lo que pase entonces prefigurar? parte de lo que ocurra en la investidura. Sobre todo, con ERC y Junts per Catalunya. Ninguna de las dos formaciones cumple los requisitos para tener grupo propio, pero fuentes socialistas aseguran que ser?n “flexibles” e impedir?n que tengan que integrarse en el mixto. As? se lo han transmitido ya a republicanos y posconvergentes, a través de conversaciones informales que est?n liderando la ministra de Hacienda, Maria Jes?s Montero, y el titular de Presidencia, Félix Bola?os, dos miembros del n?cleo duro de S?nchez, a quienes el presidente suele encargar las tareas m?s sensibles.
Mayores recursos
Contar con grupo propio no es una cuesti?n protocolaria. Supone tener mucho m?s protagonismo a la hora de plantear iniciativas y realizar preguntas al Gobierno en las sesiones de control, pero también disponer de mayores recursos. El art?culo 28 del reglamento del Congreso se?ala que los grupos perciben una subvenci?n fija que se calcula cada a?o y una variable en funci?n del n?mero de diputados. En 2023, la primera fue de 364.160,64 euros anuales y la segunda de 1.746,16 euros al mes por cada parlamentario.
La Presidencia de la C?mara baja contin?a abierta: al nombre de Batet se suman otros posibles candidatos
Si ERC y Junts acabasen en el mixto, estas cuant?as se reducir?an. En aplicaci?n estricta del reglamento, ni republicanos ni posconvergentes est?n en disposici?n de tener grupo propio. La norma establece que se necesita un m?nimo de 15 diputados (ERC y Junts tienen siete cada uno), un requisito que se puede salvar si se da una de estas dos condiciones: contar con cinco esca?os o m?s y haber logrado el 5% de los votos en todo el Estado o el 15% en las circunscripciones donde la formaci?n se haya presentado. El partido de Pere Aragonès qued? el pasado domingo por debajo de este ?ltimo porcentaje en Girona (14,74%) y Barcelona (12,33%). El de Carles Puigdemont, en Tarragona (11,08%) y Barcelona (9,68%).
Aqu? es donde entra el PSOE. La manga ancha a la hora de conformar los grupos parlamentarios es un gesto habitual al principio de cada legislatura, y los socialistas tienen dos v?as para que ERC y Junts tengan uno cada uno. Por un lado, cederles temporalmente diputados hasta llegar a los 15 necesarios. Por otro, defender en la Mesa del Congreso, donde el PSOE da por hecho que la izquierda tendr? mayor?a frente a la derecha, que republicanos y posconvergentes se aproximaron al 15% de los votos en aquellas provincias en las que concurrieron a las generales.
La confirmaci?n republicana
ERC confirma que los socialistas les han garantizado tanto a ellos como a Junts que tendr?n grupos propios. En la direcci?n del partido se?alan que no se trata de una propuesta “hecha en una reuni?n formal”, sino a través de cauces “extraoficiales”. Los republicanos creen que supone una muestra de “generosidad” ante las negociaciones de la investidura, pero consideran que este “proceso de seducci?n” va m?s destinado a Junts que a ellos, porque su voluntad de votar a favor de la hipotética reelecci?n de S?nchez se da casi por hecha.
Mientras tanto, fuentes de Junts admiten las ventajas de contar con grupo parlamentario propio, pero advierten de que no se abstendr?n en la investidura del candidato del PSOE si esta es la ?nica contrapartida. Los colaboradores del presidente en funciones son conscientes de que la constituci?n del Congreso no garantiza por s? sola su reelecci?n. Se trata, subrayan, de un “primer paso”.
Las verdaderas negociaciones comenzar?n después, y no se presentan nada f?ciles. Los posconvergentes insisten en pedir la amnist?a sobre el proceso independentista de 2017 y un referéndum de autodeterminaci?n, algo que en la Moncloa se descarta por completo. “En Catalu?a solo cabe el marco constitucional”, avis? el Gobierno el martes pasado. Tampoco se contempla que Jaume Collboni y Xavier Trias compartan el Ayuntamiento de Barcelona. Y después de los indultos, la derogaci?n de la sedici?n y la rebaja de la malversaci?n, el margen en el frente judicial es escaso, contin?an las mismas fuentes. Las esperanzas se depositan en que el sector “m?s moderado” de Junts, encabezado por su secretario general, Jordi Turull, “persuada a Puigdemont” de que no resulta conveniente votar junto al PP y Vox en contra de S?nchez y abocar a Espa?a a una repetici?n electoral.
La tercera autoridad del Estado
La negociaci?n con Junts, que empat? a esca?os con ERC y Sumar en Catalu?a pero ocup? el quinto lugar en votos, ser? complicada y de resultado incierto, explican los colaboradores de S?nchez. De momento, no hay prisa. Primero quieren que Feij?o, que fue el candidato m?s votado (136 esca?os) pero se qued? muy lejos de la esperada mayor?a absoluta con la ultraderecha (33), asuma su fracaso antes de presentarse a la investidura o bien se someta al debate y lo pierda.
Lo acuciante, ahora mismo, es la conformaci?n de la Mesa del Congreso, un asunto clave para admitir, denegar, acelerar o retrasar las iniciativas parlamentarias, y la elecci?n de su presidente. En el primer caso, no se esperan sorpresas: seg?n los resultados del 23J, el ?rgano de gobierno de la C?mara deber?a tener mayor?a progresista, igual que durante la pasada legislatura. En el segundo, en cambio, puede haber sobresaltos.
Tras la noche electoral, al comprobar los resultados del PSC (19 esca?os en Catalu?a y m?s votos que ERC y Junts a la vez), se dio por hecho que Meritxell Batet continuar?a siendo la presidenta del Congreso, tercera autoridad del Estado. Pero ahora ya no est? tan claro, explican fuentes socialistas. Si al final la propuesta de S?nchez no es la dirigente catalana, que ha tenido que desarrollar su labor estos ?ltimos a?os en una coyuntura pol?tica enormemente crispada, en el PSOE empiezan a circular otros posibles candidatos.
Una opci?n ser?a Miquel Iceta. El actual ministro de Cultura estuvo a punto de presidir el Senado en 2019, un proyecto que frustr? el independentismo, y su nombramiento supondr?a también reconocer el buen desempe?o del PSC en las recientes elecciones. Su figura, sin embargo, suscita muchos recelos en ERC y Junts en un momento en el que a los socialistas les conviene tener buenas relaciones con ambos partidos. Otras opciones, contin?an las quinielas, ser?an el actual vicepresidente de la C?mara baja, Alfonso Rodr?guez G?mez de Celis, que lleva al lado de S?nchez desde que este se present? en 2014 a las primarias siendo un desconocido, o bien ministras con experiencia parlamentaria como la de Educaci?n, Pilar Alegr?a, y la de Pol?tica Territorial, Isabel Rodr?guez.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/psoe-grupos-erc-junts-congreso-90412413)
Lo que pase entonces prefigurar? parte de lo que ocurra en la investidura. Sobre todo, con ERC y Junts per Catalunya. Ninguna de las dos formaciones cumple los requisitos para tener grupo propio, pero fuentes socialistas aseguran que ser?n “flexibles” e impedir?n que tengan que integrarse en el mixto. As? se lo han transmitido ya a republicanos y posconvergentes, a través de conversaciones informales que est?n liderando la ministra de Hacienda, Maria Jes?s Montero, y el titular de Presidencia, Félix Bola?os, dos miembros del n?cleo duro de S?nchez, a quienes el presidente suele encargar las tareas m?s sensibles.
Mayores recursos
Contar con grupo propio no es una cuesti?n protocolaria. Supone tener mucho m?s protagonismo a la hora de plantear iniciativas y realizar preguntas al Gobierno en las sesiones de control, pero también disponer de mayores recursos. El art?culo 28 del reglamento del Congreso se?ala que los grupos perciben una subvenci?n fija que se calcula cada a?o y una variable en funci?n del n?mero de diputados. En 2023, la primera fue de 364.160,64 euros anuales y la segunda de 1.746,16 euros al mes por cada parlamentario.
La Presidencia de la C?mara baja contin?a abierta: al nombre de Batet se suman otros posibles candidatos
Si ERC y Junts acabasen en el mixto, estas cuant?as se reducir?an. En aplicaci?n estricta del reglamento, ni republicanos ni posconvergentes est?n en disposici?n de tener grupo propio. La norma establece que se necesita un m?nimo de 15 diputados (ERC y Junts tienen siete cada uno), un requisito que se puede salvar si se da una de estas dos condiciones: contar con cinco esca?os o m?s y haber logrado el 5% de los votos en todo el Estado o el 15% en las circunscripciones donde la formaci?n se haya presentado. El partido de Pere Aragonès qued? el pasado domingo por debajo de este ?ltimo porcentaje en Girona (14,74%) y Barcelona (12,33%). El de Carles Puigdemont, en Tarragona (11,08%) y Barcelona (9,68%).
Aqu? es donde entra el PSOE. La manga ancha a la hora de conformar los grupos parlamentarios es un gesto habitual al principio de cada legislatura, y los socialistas tienen dos v?as para que ERC y Junts tengan uno cada uno. Por un lado, cederles temporalmente diputados hasta llegar a los 15 necesarios. Por otro, defender en la Mesa del Congreso, donde el PSOE da por hecho que la izquierda tendr? mayor?a frente a la derecha, que republicanos y posconvergentes se aproximaron al 15% de los votos en aquellas provincias en las que concurrieron a las generales.
La confirmaci?n republicana
ERC confirma que los socialistas les han garantizado tanto a ellos como a Junts que tendr?n grupos propios. En la direcci?n del partido se?alan que no se trata de una propuesta “hecha en una reuni?n formal”, sino a través de cauces “extraoficiales”. Los republicanos creen que supone una muestra de “generosidad” ante las negociaciones de la investidura, pero consideran que este “proceso de seducci?n” va m?s destinado a Junts que a ellos, porque su voluntad de votar a favor de la hipotética reelecci?n de S?nchez se da casi por hecha.
Mientras tanto, fuentes de Junts admiten las ventajas de contar con grupo parlamentario propio, pero advierten de que no se abstendr?n en la investidura del candidato del PSOE si esta es la ?nica contrapartida. Los colaboradores del presidente en funciones son conscientes de que la constituci?n del Congreso no garantiza por s? sola su reelecci?n. Se trata, subrayan, de un “primer paso”.
Las verdaderas negociaciones comenzar?n después, y no se presentan nada f?ciles. Los posconvergentes insisten en pedir la amnist?a sobre el proceso independentista de 2017 y un referéndum de autodeterminaci?n, algo que en la Moncloa se descarta por completo. “En Catalu?a solo cabe el marco constitucional”, avis? el Gobierno el martes pasado. Tampoco se contempla que Jaume Collboni y Xavier Trias compartan el Ayuntamiento de Barcelona. Y después de los indultos, la derogaci?n de la sedici?n y la rebaja de la malversaci?n, el margen en el frente judicial es escaso, contin?an las mismas fuentes. Las esperanzas se depositan en que el sector “m?s moderado” de Junts, encabezado por su secretario general, Jordi Turull, “persuada a Puigdemont” de que no resulta conveniente votar junto al PP y Vox en contra de S?nchez y abocar a Espa?a a una repetici?n electoral.
La tercera autoridad del Estado
La negociaci?n con Junts, que empat? a esca?os con ERC y Sumar en Catalu?a pero ocup? el quinto lugar en votos, ser? complicada y de resultado incierto, explican los colaboradores de S?nchez. De momento, no hay prisa. Primero quieren que Feij?o, que fue el candidato m?s votado (136 esca?os) pero se qued? muy lejos de la esperada mayor?a absoluta con la ultraderecha (33), asuma su fracaso antes de presentarse a la investidura o bien se someta al debate y lo pierda.
Lo acuciante, ahora mismo, es la conformaci?n de la Mesa del Congreso, un asunto clave para admitir, denegar, acelerar o retrasar las iniciativas parlamentarias, y la elecci?n de su presidente. En el primer caso, no se esperan sorpresas: seg?n los resultados del 23J, el ?rgano de gobierno de la C?mara deber?a tener mayor?a progresista, igual que durante la pasada legislatura. En el segundo, en cambio, puede haber sobresaltos.
Tras la noche electoral, al comprobar los resultados del PSC (19 esca?os en Catalu?a y m?s votos que ERC y Junts a la vez), se dio por hecho que Meritxell Batet continuar?a siendo la presidenta del Congreso, tercera autoridad del Estado. Pero ahora ya no est? tan claro, explican fuentes socialistas. Si al final la propuesta de S?nchez no es la dirigente catalana, que ha tenido que desarrollar su labor estos ?ltimos a?os en una coyuntura pol?tica enormemente crispada, en el PSOE empiezan a circular otros posibles candidatos.
Una opci?n ser?a Miquel Iceta. El actual ministro de Cultura estuvo a punto de presidir el Senado en 2019, un proyecto que frustr? el independentismo, y su nombramiento supondr?a también reconocer el buen desempe?o del PSC en las recientes elecciones. Su figura, sin embargo, suscita muchos recelos en ERC y Junts en un momento en el que a los socialistas les conviene tener buenas relaciones con ambos partidos. Otras opciones, contin?an las quinielas, ser?an el actual vicepresidente de la C?mara baja, Alfonso Rodr?guez G?mez de Celis, que lleva al lado de S?nchez desde que este se present? en 2014 a las primarias siendo un desconocido, o bien ministras con experiencia parlamentaria como la de Educaci?n, Pilar Alegr?a, y la de Pol?tica Territorial, Isabel Rodr?guez.
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