Reem
07-27-2023, 06:53 AM
M?nima expectaci?n en el regreso de Juan Carlos de Borb?n a Sanxenxo (Galicia). El rey emérito, de 85 a?os, lleg? ayer a la localidad gallega, en la que es ya su tercera visita a Espa?a desde que decidi? trasladar su residencia a Abu Dabi (Emiratos ?rabes Unidos) en agosto de 2020. Se trata, una vez m?s, de una visita privada que carece de agenda oficial, por lo que todo son especulaciones sobre lo que har? en los pr?ximos d?as, aunque lo que s? ha trascendido es su intenci?n de participar en la regata de 6 metros que tendr? lugar durante el fin de semana en la r?a de Pontevedra como preparaci?n para el Mundial de la categor?a, que ser? en el Reino Unido a finales de agosto. Tampoco es oficial, pero fuentes cercanas al monarca apuntaron que se quedar?a en la zona hasta el pr?ximo martes.
Minutos antes de las 15.00 horas, el rey emérito llegaba a la casa de su amigo y regatista Pedro Campos en la zona de la playa de Nan?n. Sigui? la din?mica de su anterior visita, saludando a la prensa desde el asiento del copiloto sin bajar la ventanilla, como s? hab?a hecho en su primer viaje a Espa?a, en mayo de 2022. En esta ocasi?n, tampoco respondi? a la pregunta de c?mo se encontraba, ni con gestos ni de forma verbal. Hab?a aterrizado en el aeropuerto vigués de Peinador a las dos de la tarde tras casi ocho horas de vuelo en un avi?n privado. All?, recibido como ya es habitual por Campos a pie de pista, baj? de la nave vestido con una camisa azul y una americana marina y también salud? y se le vio sonriente.
Baja expectaci?n medi?tica
En esta tercera visita del rey emérito desde que se autoexili? en Abu Dabi la expectaci?n medi?tica ha bajado considerablemente. Apenas 25 periodistas (menos de la mitad que en su anterior estancia en Sanxenxo, en el mes de abril) y solo dos o tres vecinos curiosos aguardaban su llegada a las puertas de la casa de Pedro Campos. La normalidad y la indiferencia empiezan a ser ya la t?nica habitual en las visitas de Juan Carlos de Borb?n a Pontevedra, donde lo que m?s llam? la atenci?n de los vecinos fue el despliegue medi?tico y en medidas de seguridad. Hasta tres coches de la Guardia Civil vigilaron los alrededores de la casa de Nan?n en las horas previas a la llegada del monarca y la habitual unidad canina inspeccion? los veh?culos aparcados en la zona.
As?, junto a los reporteros de los medios de comunicaci?n hubo un reducido grupo de curiosos, que se contaba con los dedos de una mano, y que se acercaron m?s que nada por la presencia de las c?maras. Se lamentaron por haber visto simplemente el pase r?pido de Juan Carlos I en el asiento de copiloto del veh?culo de Pedro Campos, presidente del club n?utico local.
Un intento de sonrisa t?mida y un saludo con la mano fue lo poco que se llevaron después de una hora de espera bajo un intenso calor. Por tanto, apenas hubo bullicio. Algunos coches hicieron sonar sus bocinas, pero muy pocos, y hubo un conductor que grit? “viva Galiza ceibe” al enterarse del porqué de la presencia de los periodistas.
El alcalde de Sanxenxo, Telmo Mart?n, que acudi? a una reuni?n de su partido, el PP, en Santiago y acto seguido regres? a las R?as Baixas, no quiso hacer declaraciones esta vez y se limit? a recordar lo que siempre se ha expresado desde el Concello, que es una satisfacci?n y una alegr?a tener al rey emérito en el municipio.
Un municipio el de Sanxenxo en el que, de momento, reina la indiferencia con respecto al regreso del rey emérito a la zona, con contadas voces a favor de su presencia en el pueblo y también contadas cr?ticas. Entre estas ?ltimas, las del coordinador nacional de Podemos Galicia, Borja San Ram?n, que rechaz? que Juan Carlos I vuelva a Galicia con “total normalidad” y “se pasee libremente” por Sanxenxo cuando “a?n no ha dado explicaciones” de las informaciones publicadas sobre su fortuna.
?Traslado a Sanxenxo?
Desde la vez anterior que Juan Carlos I estuvo en Sanxenxo han pasado apenas tres meses. La expectaci?n medi?tica y social se ha reducido pr?cticamente a la mitad desde entonces. Los pocos curiosos que ayer hab?a en Nan?n se quedaron a esperar la llegada del rey emérito m?s animados por la presencia de las c?maras de televisi?n de varios programas del coraz?n que por su persona en s?. En pleno mes de julio, vecinos y turistas que viven en Sanxenxo est?n, claramente, m?s pendientes de disfrutar del buen tiempo y de la playa, como se pudo comprobar en un arenal de Silgar absolutamente atestado de gente en un d?a de muy altas temperaturas y pleno sol, con el cielo totalmente azul y sin ninguna nube en la comarca de O Salnés.
Un hombre, que pidi? resguardarse en el anonimato, comparti? su convicci?n de que el emérito deber?a hablar con su hijo, el rey Felipe VI, que precisamente ayer viaj? a Palma de Mallorca para comenzar all? su estancia veraniega, y decidir ya si se queda definitivamente en Espa?a, en lugar de andar yendo y viniendo, sobre todo porque cada vez lo hace en un espacio de tiempo m?s breve: entre su primera visita y la segunda pas? casi un a?o (unos 11 meses), mientras que entre la segunda y esta tercera apenas han pasado tres meses. También porque en las ?ltimas semanas ha trascendido que el monarca estar?a buscando casa en Sanxenxo para instalarse si no definitivamente, s? con estancias de mayor duraci?n.
La primera visita de Juan Carlos I a Espa?a, en mayo del a?o pasado, hab?a generado enfado en la Casa del Rey. En esa ocasi?n s? hubo convocatorias y todos sus movimientos se siguieron. Felipe VI mantuvo un encuentro el d?a 23 de aquel mes con su padre y le record? la privacidad con la que deber?an transcurrir este tipo de desplazamientos. Aquel mensaje, aparentemente, parece haber calado en el emérito, ya que su agenda para estos d?as no trasciende y ni siquiera su entorno m?s cercano suelta prenda.
Se espera que el rey emérito participe estos d?as con su barco, el “Brib?n”, en las regatas que se celebran este fin de semana en la r?a de Pontevedra, aunque desde el entorno de Juan Carlos I no se ha desvelado ning?n detalle de su agenda. Lo l?gico es que el monarca aproveche la oportunidad para tener contacto con el mar y entrenar de cara al Mundial de la clase 6 metros que se disputar? en la brit?nica isla de Wight a finales de agosto.
Todo apunta, por tanto, a que seguir? la misma rutina de su anterior visita a Sanxenxo, saliendo este jueves a entrenar a los mandos del Brib?n. El barco se encontraba ayer en las instalaciones del Club N?utico, pero fuera del agua; se desconoce si por alguna revisi?n o simplemente por el alto tr?fico mar?timo que hay en estos meses de verano en el puerto deportivo, con constantes entradas y salidas de barcos.
Las condiciones meteorol?gicas marcar?n su agenda de cara a las jornadas del viernes, s?bado y domingo.
Pescado de Pili?a y empanadas de Paco
A media ma?ana, una furgoneta de Pescados Pili?a hizo una entrega en la casa de Pedro Campos. Sin especificar, la comerciante, que contin?a un oficio al que ya se dedicaba su tatarabuela y de la que todos los que la conocen dicen que tiene muy buen ojo para elegir, asegur? que tra?a “producto del mar bueno y fresco”; probablemente diferentes tipos de marisco y rodaballo, uno de los imprescindibles para Juan Carlos I.
Por su parte, la panificadora Paco, un negocio local que opera desde 1985, ofreci? unas empanadas ya cortadas para los periodistas.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/tercera-visita-juan-carlos-galicia-90372193)
Minutos antes de las 15.00 horas, el rey emérito llegaba a la casa de su amigo y regatista Pedro Campos en la zona de la playa de Nan?n. Sigui? la din?mica de su anterior visita, saludando a la prensa desde el asiento del copiloto sin bajar la ventanilla, como s? hab?a hecho en su primer viaje a Espa?a, en mayo de 2022. En esta ocasi?n, tampoco respondi? a la pregunta de c?mo se encontraba, ni con gestos ni de forma verbal. Hab?a aterrizado en el aeropuerto vigués de Peinador a las dos de la tarde tras casi ocho horas de vuelo en un avi?n privado. All?, recibido como ya es habitual por Campos a pie de pista, baj? de la nave vestido con una camisa azul y una americana marina y también salud? y se le vio sonriente.
Baja expectaci?n medi?tica
En esta tercera visita del rey emérito desde que se autoexili? en Abu Dabi la expectaci?n medi?tica ha bajado considerablemente. Apenas 25 periodistas (menos de la mitad que en su anterior estancia en Sanxenxo, en el mes de abril) y solo dos o tres vecinos curiosos aguardaban su llegada a las puertas de la casa de Pedro Campos. La normalidad y la indiferencia empiezan a ser ya la t?nica habitual en las visitas de Juan Carlos de Borb?n a Pontevedra, donde lo que m?s llam? la atenci?n de los vecinos fue el despliegue medi?tico y en medidas de seguridad. Hasta tres coches de la Guardia Civil vigilaron los alrededores de la casa de Nan?n en las horas previas a la llegada del monarca y la habitual unidad canina inspeccion? los veh?culos aparcados en la zona.
As?, junto a los reporteros de los medios de comunicaci?n hubo un reducido grupo de curiosos, que se contaba con los dedos de una mano, y que se acercaron m?s que nada por la presencia de las c?maras. Se lamentaron por haber visto simplemente el pase r?pido de Juan Carlos I en el asiento de copiloto del veh?culo de Pedro Campos, presidente del club n?utico local.
Un intento de sonrisa t?mida y un saludo con la mano fue lo poco que se llevaron después de una hora de espera bajo un intenso calor. Por tanto, apenas hubo bullicio. Algunos coches hicieron sonar sus bocinas, pero muy pocos, y hubo un conductor que grit? “viva Galiza ceibe” al enterarse del porqué de la presencia de los periodistas.
El alcalde de Sanxenxo, Telmo Mart?n, que acudi? a una reuni?n de su partido, el PP, en Santiago y acto seguido regres? a las R?as Baixas, no quiso hacer declaraciones esta vez y se limit? a recordar lo que siempre se ha expresado desde el Concello, que es una satisfacci?n y una alegr?a tener al rey emérito en el municipio.
Un municipio el de Sanxenxo en el que, de momento, reina la indiferencia con respecto al regreso del rey emérito a la zona, con contadas voces a favor de su presencia en el pueblo y también contadas cr?ticas. Entre estas ?ltimas, las del coordinador nacional de Podemos Galicia, Borja San Ram?n, que rechaz? que Juan Carlos I vuelva a Galicia con “total normalidad” y “se pasee libremente” por Sanxenxo cuando “a?n no ha dado explicaciones” de las informaciones publicadas sobre su fortuna.
?Traslado a Sanxenxo?
Desde la vez anterior que Juan Carlos I estuvo en Sanxenxo han pasado apenas tres meses. La expectaci?n medi?tica y social se ha reducido pr?cticamente a la mitad desde entonces. Los pocos curiosos que ayer hab?a en Nan?n se quedaron a esperar la llegada del rey emérito m?s animados por la presencia de las c?maras de televisi?n de varios programas del coraz?n que por su persona en s?. En pleno mes de julio, vecinos y turistas que viven en Sanxenxo est?n, claramente, m?s pendientes de disfrutar del buen tiempo y de la playa, como se pudo comprobar en un arenal de Silgar absolutamente atestado de gente en un d?a de muy altas temperaturas y pleno sol, con el cielo totalmente azul y sin ninguna nube en la comarca de O Salnés.
Un hombre, que pidi? resguardarse en el anonimato, comparti? su convicci?n de que el emérito deber?a hablar con su hijo, el rey Felipe VI, que precisamente ayer viaj? a Palma de Mallorca para comenzar all? su estancia veraniega, y decidir ya si se queda definitivamente en Espa?a, en lugar de andar yendo y viniendo, sobre todo porque cada vez lo hace en un espacio de tiempo m?s breve: entre su primera visita y la segunda pas? casi un a?o (unos 11 meses), mientras que entre la segunda y esta tercera apenas han pasado tres meses. También porque en las ?ltimas semanas ha trascendido que el monarca estar?a buscando casa en Sanxenxo para instalarse si no definitivamente, s? con estancias de mayor duraci?n.
La primera visita de Juan Carlos I a Espa?a, en mayo del a?o pasado, hab?a generado enfado en la Casa del Rey. En esa ocasi?n s? hubo convocatorias y todos sus movimientos se siguieron. Felipe VI mantuvo un encuentro el d?a 23 de aquel mes con su padre y le record? la privacidad con la que deber?an transcurrir este tipo de desplazamientos. Aquel mensaje, aparentemente, parece haber calado en el emérito, ya que su agenda para estos d?as no trasciende y ni siquiera su entorno m?s cercano suelta prenda.
Se espera que el rey emérito participe estos d?as con su barco, el “Brib?n”, en las regatas que se celebran este fin de semana en la r?a de Pontevedra, aunque desde el entorno de Juan Carlos I no se ha desvelado ning?n detalle de su agenda. Lo l?gico es que el monarca aproveche la oportunidad para tener contacto con el mar y entrenar de cara al Mundial de la clase 6 metros que se disputar? en la brit?nica isla de Wight a finales de agosto.
Todo apunta, por tanto, a que seguir? la misma rutina de su anterior visita a Sanxenxo, saliendo este jueves a entrenar a los mandos del Brib?n. El barco se encontraba ayer en las instalaciones del Club N?utico, pero fuera del agua; se desconoce si por alguna revisi?n o simplemente por el alto tr?fico mar?timo que hay en estos meses de verano en el puerto deportivo, con constantes entradas y salidas de barcos.
Las condiciones meteorol?gicas marcar?n su agenda de cara a las jornadas del viernes, s?bado y domingo.
Pescado de Pili?a y empanadas de Paco
A media ma?ana, una furgoneta de Pescados Pili?a hizo una entrega en la casa de Pedro Campos. Sin especificar, la comerciante, que contin?a un oficio al que ya se dedicaba su tatarabuela y de la que todos los que la conocen dicen que tiene muy buen ojo para elegir, asegur? que tra?a “producto del mar bueno y fresco”; probablemente diferentes tipos de marisco y rodaballo, uno de los imprescindibles para Juan Carlos I.
Por su parte, la panificadora Paco, un negocio local que opera desde 1985, ofreci? unas empanadas ya cortadas para los periodistas.
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