Reem
07-04-2023, 06:12 AM
En el universo del f?tbol ocurre lo que sucede en los ?mbitos de la pol?tica. ?sta se halla atrabancada, busc?ndole sentido a su futuro, pues ahora depende de hooligans incapaces de recuperar el esp?ritu de la Transici?n.
Mientras que LaLiga de F?tbol no halla sentido a su futuro si no es el de cambiar de bando y de dineros, o de nuevos nombres de sponsors, como si ah?, en la plata, estuviera ?nicamente la esencia de su porvenir.
LaLiga no es un lugar imaginativo, es m?s bien un terreno burocr?tico en el que mandan quienes, habiendo escalado en nombre del f?tbol, estuvieran descendiendo al nivel de la mayor vulgaridad en la historia de una ambici?n: hacer que este deporte sea ejemplar, limpio, activo, envidiable, y no, en s? mismo, un dep?sito de desvergüenzas, de declarantes vac?os, y de ri?as que tienen su contrapartida en la horrible vulgaridad de la presidencia del f?tbol profesional.
Se vende la idea de que hay asambleas, de que transcurre todo dentro de un ?mbito democr?tico, y resulta que mandan tres o cuatro, que se llevan fatal con otros cuatro o cinco. Unos se regalan los o?dos con quienes los siguen, hacen como los que persiguen lo mismo pero desde campos diferentes. As? funciona el penoso tablero del f?tbol contempor?neo.
LaLiga de f?tbol propiamente dicha habita ahora en un escenario que conozco muy bien, porque fue la sede del Grupo Santillana, a la que pertenec?a en otro tiempo la editorial Alfaguara, donde publican escritores se?eros, como Mario Vargas Llosa, Arturo Pérez-Reverte o el malogrado Javier Mar?as. Con ellos trabajé all?. Javier Mar?as, por cierto, igual que lo es su colega peruano, era un acérrimo madridista hasta que la égida del actual inquilino del palco del Bernabéu dej? de practicar la delicadeza del f?tbol para ponerse en manos de los negocios que da este deporte. Pues en ese lugar que otrora fue literario ahora se debate la prosa m?s cruda del f?tbol nacional.
A veces, cuando paso por ese lugar que limita con la v?a que nos lleva y nos trae del aeropuerto Adolfo Su?rez, me pregunto por las razones del poder?o que tiene el presidente Tebas, que no s?lo organiza el f?tbol de LaLiga sino que también se impone la tarea de dar lecciones o de repartir amenazas entre los que le deben pleites?a. Es, por decirlo as?, un florentino en su propia especialidad, dedicado m?s a amenazar al socio liguero que a imaginar un lugar en el que se piense en el f?tbol del futuro y no en el f?tbol sin futuro. ?Qué hay un nombre? Se preguntaba Shakespeare. En el nuevo nombre de LaLiga no hay nada m?s que ambici?n, es decir, dinero. Y s?lo el dinero no le lleva la felicidad al f?tbol.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/opinion/liga-tranque-89432904)
Mientras que LaLiga de F?tbol no halla sentido a su futuro si no es el de cambiar de bando y de dineros, o de nuevos nombres de sponsors, como si ah?, en la plata, estuviera ?nicamente la esencia de su porvenir.
LaLiga no es un lugar imaginativo, es m?s bien un terreno burocr?tico en el que mandan quienes, habiendo escalado en nombre del f?tbol, estuvieran descendiendo al nivel de la mayor vulgaridad en la historia de una ambici?n: hacer que este deporte sea ejemplar, limpio, activo, envidiable, y no, en s? mismo, un dep?sito de desvergüenzas, de declarantes vac?os, y de ri?as que tienen su contrapartida en la horrible vulgaridad de la presidencia del f?tbol profesional.
Se vende la idea de que hay asambleas, de que transcurre todo dentro de un ?mbito democr?tico, y resulta que mandan tres o cuatro, que se llevan fatal con otros cuatro o cinco. Unos se regalan los o?dos con quienes los siguen, hacen como los que persiguen lo mismo pero desde campos diferentes. As? funciona el penoso tablero del f?tbol contempor?neo.
LaLiga de f?tbol propiamente dicha habita ahora en un escenario que conozco muy bien, porque fue la sede del Grupo Santillana, a la que pertenec?a en otro tiempo la editorial Alfaguara, donde publican escritores se?eros, como Mario Vargas Llosa, Arturo Pérez-Reverte o el malogrado Javier Mar?as. Con ellos trabajé all?. Javier Mar?as, por cierto, igual que lo es su colega peruano, era un acérrimo madridista hasta que la égida del actual inquilino del palco del Bernabéu dej? de practicar la delicadeza del f?tbol para ponerse en manos de los negocios que da este deporte. Pues en ese lugar que otrora fue literario ahora se debate la prosa m?s cruda del f?tbol nacional.
A veces, cuando paso por ese lugar que limita con la v?a que nos lleva y nos trae del aeropuerto Adolfo Su?rez, me pregunto por las razones del poder?o que tiene el presidente Tebas, que no s?lo organiza el f?tbol de LaLiga sino que también se impone la tarea de dar lecciones o de repartir amenazas entre los que le deben pleites?a. Es, por decirlo as?, un florentino en su propia especialidad, dedicado m?s a amenazar al socio liguero que a imaginar un lugar en el que se piense en el f?tbol del futuro y no en el f?tbol sin futuro. ?Qué hay un nombre? Se preguntaba Shakespeare. En el nuevo nombre de LaLiga no hay nada m?s que ambici?n, es decir, dinero. Y s?lo el dinero no le lleva la felicidad al f?tbol.
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