Reem
06-19-2023, 12:51 PM
Mis ?dolos eran el Superman de Christopher Reeve (perd? un diente por su culpa, pues con la toalla que una tarde de verano improvisé como capa no volaba) y Michael Knight (pronunciado, con mi lengua de trapo, Nain) y su coche fant?stico (todav?a hoy, cada vez que lo recuerdo, tarareo el ochentero tema de Stu Phillips). Disfrutaba echando partidos de f?tbol en los que otra compa?era y yo éramos las ?nicas ni?as y viéndolos en la televisi?n, montando en bicicleta, jugando al tenis y al pimp?n, disfraz?ndome de Peter Pan o Capit?n Garfio en carnaval.
Siempre ped?a para Reyes un futbol?n y un Scalextric, que nunca me trajeron porque eran demasiado caros, como después descubr? con todo lo dem?s. Odiaba los vestidos, las faldas, los leotardos, las medias, llevar el pelo largo. Y todo eso hac?a que, al compararme con las dem?s ni?as, con mi hermana, un a?o menor que yo, me sintiera distinta, extra?a y profundamente culpable.
Es un pensamiento injusto, tanto para mis padres como para m?, pero creo que tuvieron suerte de que a ella s? le gustaran todas las cosas que deb?an gustarle porque era una ni?a. Al menos con mi hermana no se salieron de la norma. Yo era la rarita, el (empleo el art?culo determinado, la palabra, una vez m?s, como condicionante de género) marimacho, y ella lo compensaba con creces, pues encajaba a la perfecci?n en los comportamientos, las aficiones, las apariencias, las preferencias asociadas a lo femenino, todas mis supuestas carencias.
أكثر... (https://www.epe.es/es/abril/20230619/homosexualidad-propia-libro-ines-martin-rodrigo-avance-editorial-primeras-paginas-88788944)
Siempre ped?a para Reyes un futbol?n y un Scalextric, que nunca me trajeron porque eran demasiado caros, como después descubr? con todo lo dem?s. Odiaba los vestidos, las faldas, los leotardos, las medias, llevar el pelo largo. Y todo eso hac?a que, al compararme con las dem?s ni?as, con mi hermana, un a?o menor que yo, me sintiera distinta, extra?a y profundamente culpable.
Es un pensamiento injusto, tanto para mis padres como para m?, pero creo que tuvieron suerte de que a ella s? le gustaran todas las cosas que deb?an gustarle porque era una ni?a. Al menos con mi hermana no se salieron de la norma. Yo era la rarita, el (empleo el art?culo determinado, la palabra, una vez m?s, como condicionante de género) marimacho, y ella lo compensaba con creces, pues encajaba a la perfecci?n en los comportamientos, las aficiones, las apariencias, las preferencias asociadas a lo femenino, todas mis supuestas carencias.
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