Reem
01-22-2023, 09:36 AM
La fecha est? encima de la mesa desde el pasado 28 de noviembre, d?a en que el sindicato mayoritario Metges de Catalunya anunci? que, dos meses después, el 24 y el 25 de enero, habr?a una huelga de los médicos de la sanidad p?blica. Hab?a tiempo para encauzar los presupuestos de la Generalitat para este 2023, pensaron en el Govern. Y el hecho es que a esta semana de paro en el sistema de salud, Pere Aragonès llega como no quer?a llegar, esto es, sin las cuentas aprobadas. Siquiera pactadas con nadie. Y, adem?s, con una relaci?n con las otras partes negociadoras, PSC y Junts, por este orden, cada vez m?s complicado.
Adem?s, para completar el enero ‘caliente’ del Govern, el 23 de diciembre, el sindicato Ustec anunci?, para los mismo d?as, una huelga en la ense?anza, aunque la soluci?n en este caso no pasa tanto por el presupuesto, sino por que el Govern se desdiga de lo de empezar el curso una semana antes de lo que era habitual, algo que no est? sobre la mesa de la Generalitat. Sea como sea, el objetivo del paro es el ‘conseller’ de Educaci?, Josep Gonz?lez-Cambray. También el de los estudiantes, cuyo sindicato también se suma a la huelga del 25 y 26.
Y justo antes del fin de semana, el viernes, por si fuera poco, se a?adieron varias guindas. La primera, el anuncio del sector del taxi de ir a la huelga, paro y colapso de la Gran Via de Barcelona incluido, el mismo miércoles 25, como antesala de la que har?n entre el 31 de este mes y el 3 de febrero, durante la celebraci?n de la feria ISE del audiovisual. La supuesta falta de control -por parte del Govern, es decir, de Territori y de su ‘conseller’ Juli Fern?ndez- de las licencias de VTC e, incluso, de veh?culos del taxi que operan con 'app' a demanda, son la causa. Pero no ser?n los taxistas los ?nicos que ocupen ese principio de febrero con paros, porque los médicos han anunciado una segunda remesa de paros el 1, 2 y 3 de febrero.
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
Extra?a tregua
En tanto, los presupuestos siguen en esa tregua de una semana que acordaron Aragonès y Salvador Illa y con cruce de declaraciones y acciones que poco auspician un clima de paz negociadora. Mientras el PSC mantiene el 'todo o nada', especialmente sobre su plan para la B-40, el Govern recurre, de nuevo, a sindicatos y patronal para tratar de presionar a los socialistas y recordarle que est? solo. Aunque las demandas socialistas en disputa sean, precisamente, las que la gran patronal aplauda con entusiasmo.
En el bando republicano se mueven entre el convencimiento de que los socialistas acabar?n pactando, aunque ello pase por ver “c?mo el Govern se asa en estos 15 d?as de huelga” y los que meditan ya la opci?n de que el PSC no apoye las cuentas. Esta segunda eventualidad obligar?a a tratar de mantener en pie la legislatura con unas cuentas prorrogadas (escenario en el que todo el mundo coincide que es da?ino) y un apoyo parlamentario de solo 33 diputados. O lo que es lo mismo, con un ‘vietnam’ en el Parlament con cada medida que se lleve a voto.
Y, como muestra, un bot?n. Cara al pleno de la semana que viene, que supone la reanudaci?n de la sesi?n parlamentaria, PSC, Junts y Cs cruzaron sinergias para tratar de pactar la introducci?n conjunta en el orden del d?a de la ley contra las ocupaciones. M?s all? de la importancia sectorial en s?, un mensaje claro para los republicanos: no faltar?n alianzas, incluso ‘contra natura’ si el fin es hacer trastabillar la presidencia de Aragonès.
El retorno del cara a cara
El pleno del Parlament conlleva, como es costumbre, una sesi?n de control al ‘president’. Es decir de los breves, pero intensos, cara a cara de Aragonès con el resto de l?deres. Y ah? es donde, los ‘optimistas’ que creen que Illa puede acabar apoyando las cuentas, no descartan que el socialista quiera aparecer como el salvador de la Catalunya social en llamas, precisamente, en el d?a que médicos, maestros, estudiantes y taxistas confluir?n en sus propuestas.
El incremento de financiaci?n que recibir?n las comunidades aut?nomas deriv? en 3.100 millones m?s para Catalunya de los que 900 ir?n a la sanidad. Es con estos mimbres con los que el Govern y, en especial el 'conseller' de Salut, Manel Balcells, esperaba hacer frente a las mejoras salariales y laborales que exigen los médicos.
Cierto es que la huelga queda a expensas de una ?ltima reuni?n este lunes y que, con el acuerdo con la sanidad concertada (que cuenta con el apoyo de CCOO y UGT, pero no de Metges de Catalunya) el Govern se ha quitado parte de la presi?n.
Columnas 'aragonesistas'
La gesti?n de Aragonès se basa en dos grandes columnas. La voluntad de ser proactivo en la gesti?n del d?a a d?a y en la resoluci?n del conflicto pol?tico. La cumbre hispano-francesa y el af?n republicano de demostrar al presidente del Gobierno, Pedro S?nchez, que la segunda columna quedaba en pie, acab? con la evidencia f?ctica de la divisi?n en la trinchera independentista, v?a los abucheos a Oriol Junqueras y arrojando dudas sobre el estado de salud del procés cuando, seg?n la hoja de ruta republicana, deber?a abordarse la cuesti?n del referéndum.
Y el mantenimiento de la primera columna est? en manos, ahora mismo, de Illa. Salvo que Junts, que asisti? complacida a la bronca contra los republicanos en Montjuïc, se inquiete por un posible adelanto electoral que les pillar?a, seg?n c?mo, sin un candidato capaz de asegurar que podr? estar cuatro a?os en el Parlament o el Palau de la Generalitat.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/aragones-afronta-final-enero-caliente-81635160)
Adem?s, para completar el enero ‘caliente’ del Govern, el 23 de diciembre, el sindicato Ustec anunci?, para los mismo d?as, una huelga en la ense?anza, aunque la soluci?n en este caso no pasa tanto por el presupuesto, sino por que el Govern se desdiga de lo de empezar el curso una semana antes de lo que era habitual, algo que no est? sobre la mesa de la Generalitat. Sea como sea, el objetivo del paro es el ‘conseller’ de Educaci?, Josep Gonz?lez-Cambray. También el de los estudiantes, cuyo sindicato también se suma a la huelga del 25 y 26.
Y justo antes del fin de semana, el viernes, por si fuera poco, se a?adieron varias guindas. La primera, el anuncio del sector del taxi de ir a la huelga, paro y colapso de la Gran Via de Barcelona incluido, el mismo miércoles 25, como antesala de la que har?n entre el 31 de este mes y el 3 de febrero, durante la celebraci?n de la feria ISE del audiovisual. La supuesta falta de control -por parte del Govern, es decir, de Territori y de su ‘conseller’ Juli Fern?ndez- de las licencias de VTC e, incluso, de veh?culos del taxi que operan con 'app' a demanda, son la causa. Pero no ser?n los taxistas los ?nicos que ocupen ese principio de febrero con paros, porque los médicos han anunciado una segunda remesa de paros el 1, 2 y 3 de febrero.
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Extra?a tregua
En tanto, los presupuestos siguen en esa tregua de una semana que acordaron Aragonès y Salvador Illa y con cruce de declaraciones y acciones que poco auspician un clima de paz negociadora. Mientras el PSC mantiene el 'todo o nada', especialmente sobre su plan para la B-40, el Govern recurre, de nuevo, a sindicatos y patronal para tratar de presionar a los socialistas y recordarle que est? solo. Aunque las demandas socialistas en disputa sean, precisamente, las que la gran patronal aplauda con entusiasmo.
En el bando republicano se mueven entre el convencimiento de que los socialistas acabar?n pactando, aunque ello pase por ver “c?mo el Govern se asa en estos 15 d?as de huelga” y los que meditan ya la opci?n de que el PSC no apoye las cuentas. Esta segunda eventualidad obligar?a a tratar de mantener en pie la legislatura con unas cuentas prorrogadas (escenario en el que todo el mundo coincide que es da?ino) y un apoyo parlamentario de solo 33 diputados. O lo que es lo mismo, con un ‘vietnam’ en el Parlament con cada medida que se lleve a voto.
Y, como muestra, un bot?n. Cara al pleno de la semana que viene, que supone la reanudaci?n de la sesi?n parlamentaria, PSC, Junts y Cs cruzaron sinergias para tratar de pactar la introducci?n conjunta en el orden del d?a de la ley contra las ocupaciones. M?s all? de la importancia sectorial en s?, un mensaje claro para los republicanos: no faltar?n alianzas, incluso ‘contra natura’ si el fin es hacer trastabillar la presidencia de Aragonès.
El retorno del cara a cara
El pleno del Parlament conlleva, como es costumbre, una sesi?n de control al ‘president’. Es decir de los breves, pero intensos, cara a cara de Aragonès con el resto de l?deres. Y ah? es donde, los ‘optimistas’ que creen que Illa puede acabar apoyando las cuentas, no descartan que el socialista quiera aparecer como el salvador de la Catalunya social en llamas, precisamente, en el d?a que médicos, maestros, estudiantes y taxistas confluir?n en sus propuestas.
El incremento de financiaci?n que recibir?n las comunidades aut?nomas deriv? en 3.100 millones m?s para Catalunya de los que 900 ir?n a la sanidad. Es con estos mimbres con los que el Govern y, en especial el 'conseller' de Salut, Manel Balcells, esperaba hacer frente a las mejoras salariales y laborales que exigen los médicos.
Cierto es que la huelga queda a expensas de una ?ltima reuni?n este lunes y que, con el acuerdo con la sanidad concertada (que cuenta con el apoyo de CCOO y UGT, pero no de Metges de Catalunya) el Govern se ha quitado parte de la presi?n.
Columnas 'aragonesistas'
La gesti?n de Aragonès se basa en dos grandes columnas. La voluntad de ser proactivo en la gesti?n del d?a a d?a y en la resoluci?n del conflicto pol?tico. La cumbre hispano-francesa y el af?n republicano de demostrar al presidente del Gobierno, Pedro S?nchez, que la segunda columna quedaba en pie, acab? con la evidencia f?ctica de la divisi?n en la trinchera independentista, v?a los abucheos a Oriol Junqueras y arrojando dudas sobre el estado de salud del procés cuando, seg?n la hoja de ruta republicana, deber?a abordarse la cuesti?n del referéndum.
Y el mantenimiento de la primera columna est? en manos, ahora mismo, de Illa. Salvo que Junts, que asisti? complacida a la bronca contra los republicanos en Montjuïc, se inquiete por un posible adelanto electoral que les pillar?a, seg?n c?mo, sin un candidato capaz de asegurar que podr? estar cuatro a?os en el Parlament o el Palau de la Generalitat.
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