Reem
05-04-2023, 10:52 AM
La mayor parte de lo que dice, o escribe, Nuccio Ordine viene de haber sabido, pues se ha criado queriendo saber. De los cl?sicos, a los que ha dedicado la vida entera, y de los modernos, como Emilio Lled? o George Steiner, con los que ha convivido, como lector, como alumno y como amigo. Su escuela, adem?s, es la vida, es decir, las aulas, los peri?dicos, pero sobre todo los alumnos. Los alumnos son para él como libros sucesivos. Sus dudas son las dudas que él tuvo, y sus certezas son siempre, adem?s, sus incertidumbres. Ya ha tenido todos los premios, o casi todos, y este que recibe ahora en Asturias, es decir, en la parte m?s alta de la geograf?a espa?ola, de donde vienen personajes como Juan Cueto o Leopoldo Alas, viene a ser para él un respaldo cl?sico, pues tiene en su trayectoria, como galard?n, los nombres que est?n, también, en la carpeta de aprendizajes de Nuccio Ordine.
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Su papel en la vida ha sido, pues, aprender. Esa pasi?n por saber ha ocupado y ocupa la naturaleza de sus viajes. Viajes a las universidad, a las bibliotecas, a los otros que saben, y al mundo. Siempre que dice estar en un sitio, para aprender, sin duda, viene de otro lugar. Ayer pod?a estar en Chile y en seguida en Par?s. Su figura, que es la de un atleta, siempre ha sido también la de un estudioso que viaja por trayectos que lo nutren, por geograf?as que requieren que su alma esté despierta para contar lo que ve y lo que oye y lo que escriben sus amigos o sus maestros, antiguos y modernos. Emilio Lled?, que es uno de los m?s veteranos de los fil?sofos europeos, interrumpi? una tarde de la inmediata pospandemia, cuando aquella plaga estaba remitiendo, para pasarse horas hablando de su filosof?a con este premiado que tomaba notas como cuando, hablando con George Steiner o con Umberto Eco, ejerc?a el mismo oficio de aprender.
Este cronista lo conoci? cuando en Espa?a prosperaba como una semilla su libro m?s famoso, La utilidad de lo in?til. ?l sac? del caj?n de la sabidur?a, que es como una planta perenne, lo m?s importante de lo aprendido y lo convirti? en una especie de poema de los saberes que, al hacerse parte de una obra moderna, publicada con entusiasmo y emocionante pulcritud por Acantilado (Sandra Ollo, su directora, tiene muchos motivos para la felicidad), se hizo un manifiesto contempor?neo.
A partir de La utilidad de lo in?til Nuccio Ordine fue visto, por alumnos y por profesores, como un maestro que llevaba en su sabidur?a, también, la esencia de lo que buscaban quienes no recib?an, ni de las universidades ni de las escuelas, el est?mulo para referirse a los cl?sicos como ultramodernas bases de sus ense?anzas. ?l rompi? la dejadez y ahora aquello que parec?a in?til es lo verdaderamente imprescindible para acercarse a la sabidur?a. Lo cl?sico es lo moderno, y Nuccio Ordine, que lo ha dicho siempre a todos los vientos, es el adalid de esa novedad revolucionaria en la que ha tenido precedentes a los que siempre ha dedicado los triunfos sucesivos que ha merecido su pasi?n por saber.
En aquel encuentro con Lled?, en sus conversaciones con George Steiner, en su pasi?n inacabable por Umberto Eco, se encierra una figura, la del estudiante que nunca dejar? de serlo, y, sobre todo, el maestro que esconde en su coraz?n m?s n?tido, m?s generoso, el alma de un estudiante apasionado por saber. Por saber, y por contarlo.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/nuccio-ordine-pasion-86866947)
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Su papel en la vida ha sido, pues, aprender. Esa pasi?n por saber ha ocupado y ocupa la naturaleza de sus viajes. Viajes a las universidad, a las bibliotecas, a los otros que saben, y al mundo. Siempre que dice estar en un sitio, para aprender, sin duda, viene de otro lugar. Ayer pod?a estar en Chile y en seguida en Par?s. Su figura, que es la de un atleta, siempre ha sido también la de un estudioso que viaja por trayectos que lo nutren, por geograf?as que requieren que su alma esté despierta para contar lo que ve y lo que oye y lo que escriben sus amigos o sus maestros, antiguos y modernos. Emilio Lled?, que es uno de los m?s veteranos de los fil?sofos europeos, interrumpi? una tarde de la inmediata pospandemia, cuando aquella plaga estaba remitiendo, para pasarse horas hablando de su filosof?a con este premiado que tomaba notas como cuando, hablando con George Steiner o con Umberto Eco, ejerc?a el mismo oficio de aprender.
Este cronista lo conoci? cuando en Espa?a prosperaba como una semilla su libro m?s famoso, La utilidad de lo in?til. ?l sac? del caj?n de la sabidur?a, que es como una planta perenne, lo m?s importante de lo aprendido y lo convirti? en una especie de poema de los saberes que, al hacerse parte de una obra moderna, publicada con entusiasmo y emocionante pulcritud por Acantilado (Sandra Ollo, su directora, tiene muchos motivos para la felicidad), se hizo un manifiesto contempor?neo.
A partir de La utilidad de lo in?til Nuccio Ordine fue visto, por alumnos y por profesores, como un maestro que llevaba en su sabidur?a, también, la esencia de lo que buscaban quienes no recib?an, ni de las universidades ni de las escuelas, el est?mulo para referirse a los cl?sicos como ultramodernas bases de sus ense?anzas. ?l rompi? la dejadez y ahora aquello que parec?a in?til es lo verdaderamente imprescindible para acercarse a la sabidur?a. Lo cl?sico es lo moderno, y Nuccio Ordine, que lo ha dicho siempre a todos los vientos, es el adalid de esa novedad revolucionaria en la que ha tenido precedentes a los que siempre ha dedicado los triunfos sucesivos que ha merecido su pasi?n por saber.
En aquel encuentro con Lled?, en sus conversaciones con George Steiner, en su pasi?n inacabable por Umberto Eco, se encierra una figura, la del estudiante que nunca dejar? de serlo, y, sobre todo, el maestro que esconde en su coraz?n m?s n?tido, m?s generoso, el alma de un estudiante apasionado por saber. Por saber, y por contarlo.
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